El Mobile World Congress (MWC) recibirá entre 25.000 y 40.000 visitantes presenciales entre el 28 de junio y el 1 de julio y la asistencia virtual podría ser de decenas de miles de personas y "potencialmente de millones". Así lo ha asegurado John Hoffman, director general del acontecimiento, en una entrevista en CatalunyaRàdio. A pesar de que la decisión sobre la renovación del contrato con Barcelona más allá de 2024 no está tomada, el organizador del MWC ha elogiado la "relación muy fuerte, consolidada y mutuamente beneficiosa" entre la feria y la capital catalana y se ha preguntado "porque se tendría que cambiar". Por otro lado, ha negado que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, lo contactara para presionar por un cambio de sede en favor de Madrid.
El MWC fue el primer gran acontecimiento que se canceló en Europa por el estallido de la covid a finales de febrero de 2020. Un año y medio después, Hoffman ha remarcado que durante la pandemia es cuando "se encuentran los amigos" y ha destacado que las administraciones local, catalana, estatal y la Fira han sido "grandes socios". Este año la feria está recibiendo "muchas inscripciones tardías", cosa que dificulta saber la cantidad exacta de asistentes, que Hoffman ha situado entre los 25.000 y los 40.000 visitantes, la mayoría de los cuales serán del Estado o del Sur de Europa.
En esta edición faltará la presencia de muchas grandes marcas, cosa que llevará el acontecimiento a ocupar "un tercio" de la superficie y a tener un impacto económico más reducido. El consejero delegado de la empresa que organiza la feria ha asegurado que las empresas que han decidido venir a Barcelona "no recibirán ningún tipo de incentivos" y que se mantienen los mismos términos para la edición del año próximo, que se celebrará la última semana de febrero de 2022.
Hoffman también ha descartado prescindir de la presencialidad y optar por un acontecimiento virtual. "La interacción humana es una necesidad", que favorece los negocios, ha dicho el consejero delegado de la GSMA, que ha confesado que el 28 de junio, cuando certifiquen que el congreso ha empezado podrán "demostrar el mundo el liderazgo" del congreso y de la capital catalana.
"Es seguro tener un acontecimiento presencial otra vez si lo haces todo bien", ha dicho Hoffman, que ha señalado la seguridad como "la prioridad fundamental" de esta edición del MWC. Por eso obligarán los asistentes a presentar un test negativo con un máximo de 72 horas para entrar. Este año "toda la experiencia del MWC habrá cambiado", según Hoffman, que ha asegurado que han querido dar "la oportunidad única" a la comunidad local de acceder al salón con entradas asequibles.
Además de la conectividad inteligente y el 5G, el congreso se centrará en la transición energética, la reducción del consumo, por medio, por ejemplo, de la exploración de nuevos materiales cómo el grafè para la fabricación de baterías más eficientes. Según Hoffman, Catalunya tiene "todos los ingredientes" para hacer que "nuevas empresas se establezcan" en el territorio e innoven desde aquí. "Esto es el que necesita el MWC", ha dicho.