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El sesgo (¿inevitable?) de ser mujer

Romper los estereotipos, incluir más diversidad en las empresas y dar visibilidad al talento femenino son algunas de las reivindicaciones que hacen empresarias reconocidas de nuestro ecosistema

La mujer topa con el sesgo de género a la hora de ascender profesionalmente | iStock
La mujer topa con el sesgo de género a la hora de ascender profesionalmente | iStock
Barcelona
06 de Marzo de 2019
Act. 06 de Marzo de 2019

Más de una vez se ha dicho que las startups fundadas por mujeres reciben menos inversión a pesar de que obtienen mejores resultados. Un hecho que, de forma objetiva, parece no tener ningún sentido pero que si se mira en contexto, no es sorprendente: las mujeres reciben un sueldo inferior a los hombres, hay pocas directivas en altos cargos y la mayoría de paneles de expertos en conferencias son de presencia exclusivamente masculina. ¿La explicación? El sesgo inevitable de ser mujer y de vivir en una sociedad que no se ha transformado lo suficiente en cuanto a igualdad de género.

 

Precisamente con el ejemplo de tener paneles llenos de hombres ha sido cómo ha arrancado una de las conferencias sobre talentofemenino en el marco del 4YFN de este año. El secretario de Estado de Sociedad de la Información y Agenda Digital del Gobierno español y moderador, Francisco Polo, ha querido romper el hielo con una anécdota divertida pero a la vez reivindicativa: "Hace unos años estaba invitado a un panel lleno de hombres y cuando lo vi decidí no participar a no ser que hubiera al menos una mujer como ponente. Y me respondieron que no encontraban mujeres emprendedoras. Así que abrí Internet y envié una lista de las 50 mujeres emprendedoras más influyentes de España, y entre ellas estaba Carlota Pi".

 

Carlota Pi es cofundadora de Holaluz, una emprendedora que ha vivido de primera mano como de complicado es montar una startup en un mundo lleno de hombres. "Los inversores no tienen en cuenta las startups dirigidas por mujeres porque el prototipo de inversor es un hombre blanco y del primer mundo", reivindica. "El gap en la inversión es real, puesto que más del 90% de los partners de los venture capital son hombres", añade la CEO de Amadix, Rocío Arroyo.

Pi: "No se tienen en cuenta las startups dirigidas por mujeres porque el prototip de inversor es un hombre blanco y del primer mundo"

Una situación que, según Pi, tardaremos entre 10 y 20 generaciones a darle la vuelta si no trabajamos por un cambio de mentalidad de los inversores y de la sociedad. La clave es dar más visibilidad a las mujeres y un paso muy fácil de dar es simplemente organizar paneles de expertos con presencia femenina. Pero, por desgracia, incluso este simple hecho todavía cuesta.

Eliminar los estereotipos de género

Y es que el sesgo de género todavía es muy presente en nuestra sociedad. "A una mujer líder, si trabaja todo el día, se le dice que siempre está ocupada. A un hombre no se le dice el mismo", reivindica la CMO y cofundadora de Mujeres Tech, Cristina Aranda. Los estereotipos todavía son muy presentes en nuestro día a día y la estructura social está llena de hombres. "Tenemos que luchar contra esto", añade.

¿Pero como hacer frente a una estructura social tan masculinizada si ella misma se retroalimenta? "Hay muchos directores, ejecutivos hombres y blancos, y este número no ha cambiado en décadas", apunta Arroyo. "Los hombres blancos tienden a ascender y contratar hombres blancos, pero la diversidad importa", añade. Según la CEO de Armadix, la diversidad implica incrementar la productividad, la creatividad y los beneficios de las compañías, porque cuanto más diverso sea un equipo, mejores decisiones se tomarán como empresa.

Imatge de la conferència celebrada en el 4YFN

Imagen de la conferencia celebrada en el 4YFN

Dar la bienvenida a las mujeres

Sin embargo, es una realidad que en algunas profesiones, sobre todo del ámbito tecnológico, cuesta encontrar mujeres. Un hecho que tiene mucho que ver con la educación. Carlota Pi es un ejemplo de mujer ingeniera, pero encontró sus dificultades cuando estudiaba la carrera universitaria: "Cuando entré a la escuela de ingeniería de Barcelona sólo había lavabos de mujeres en algún piso del edificio. ¿Me hizo sentir cómodo esto?", plantea en la sala del 4YFN, con mayoría de mujeres entre las asistentes. "Para sentirnos poderosas en las profesiones STEM tenemos que cambiar estas cosas: no se tiene que denominar escuela de ingenieros, sino de ingeniería", señala, a la vez que reclama que "tenemos que ayudar que las mujeres se sientan bienvenidas en estas carreras".

Ahora bien, es trabajo de todos: "Necesitamos más mujeres ingenieras como Carlota, pero por eso tenemos que hacer más sexy la tecnología y aquí el gobierno y las administraciones públicas juegan un papel fundamental", apunta Aranda.

Y es que, según apunta la CEO y cofundadora de AllWomen.tech, Laura Fernández, "las mujeres quieren ser parte de la revolución tecnológica, pero tenemos que crear espacios para que participen". ¿Por qué pocas mujeres aparecen en los libros de texto de las escuelas o en la Wikipedia? ¿Dónde están los referentes femeninos para las nuevas generaciones de chicas? Precisamente para dar visibilidad a las mujeres, desde AllWomen.tech organizan eventos para que puedan participar de la tecnología. Pero no son actos sólo para mujeres, sino que los hombres también son más que bienvenidos: "Todo el mundo tendría que participar de esta revolución y los hombres también tendrían que ser partícipes".

El océano por el cual nada el talento femenino

La fundadora y CEO de Spain Startup, María Benjumea, es más optimista en este punto y opina que la sociedad tiene claro que necesita a las mujeres y quiere que participen: "Somos un 50% del talento y somos muy buenas haciendo negocios y creando startups".

Ahora bien, ¿dónde nada el talento femenino? ¿En un océano rojo donde la competitividad es muy grande, o en un océano azul en el cual el pescado nada solo? "El talento de las mujeres es este segundo océano o puede llegar a ser una capacidad a disputar?", pregunta el moderador Francisco Polo. Fernández lo tiene claro: "El talento femenino es una ventaja competitiva, tanto desde la perspectiva económica como social".

Fernández: "El talento femenino es una ventaja competitiva, tanto desde la perspectiva económica como social"

También coincide Pi, cuando afirma que el talento femenino es un insight que se tiene que retener. "Nosotros somos un océano verde, ni azul ni rojo, y la igualdad de género no es una cuestión sólo de mujeres, sino de todos los humanos", añade. Aun así, combatir el techo de cristal que supone la maternidad para las mujeres no tiene ningún futuro sin facilitar la conciliación laboral y familiar y permitir flexibilidad de horarios. Para Arroyo, se tiene que ayudar a las familias con hijos, tanto a la mujer como el hombre, y una opción sería extender los permisos de paternidad.

Un par de ejemplos de la mano de la cofundadora de Holaluz: horarios flexibles, es decir, ir a la oficina cuando la persona quiera, "cosa que sólo es posible si se trabaja por objetivos", y disponer de un servicio de guardería en la oficina. "En Holaluz ahora somos 180 trabajadores pero cuando sólo eramos 40 ya disponíamos de este servicio", puntualiza Pi. Pequeñas cosas que los han llevado a lograr la paridad en casi todos los departamentos de la compañía.

Holaluz dispone de un servicio de guardería en la oficina para conciliar la vida laboral y familiar

Por desgracia, estos ejemplos sólo son presentes en muy pocas empresas de nuestro territorio y el camino hacia la igualdad de género en el ámbito laboral todavía tiene mucho a recorrer. Ahora bien, no tenemos que lanzar la toalla, puesto que como apunta Aranda, "pequeños grupos de personas, en pequeños lugares y haciendo pequeñas cosas pueden cambiar el mundo". Ojalá una de las primeras cosas a cambiar sea la brecha de género.