Naturgy ha obtenido un beneficio neto de 901 millones de euros entre enero y septiembre de 2019. Los resultados de la energética presidida por Francisco Reynés contrasta con las pérdidas de 3.040 millones de euros que registró en el mismo periodo del año pasado, provocadas por la depreciación de sus activos, especialmente los de generación en el Estado español.
Según la propia empresa, si se excluyen los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario del grupo habría sido de 991 millones de euros, que supondría un 13% más que en septiembre pasado. Esto ha sido debido a la buena evolución de los negocios fuera del Estado español y la mejora de sus operaciones.
Las inversiones
En cuanto a las inversiones, destaca la apuesta de Naturgy por las energías renovables, que se han llevado la partida más alta de su historia: 400 millones de euros. Durante el tercer trimestre del año, ha conectado en la red toda su potencia adjudicada, de 250 MW, en la última subasta fotovoltaica y ha sido la primera compañía en hacerlo.
El conjunto de inversiones ha tenido un presupuesto de 1.100 millones de euros en los nuevo primeros meses del año. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ha cerrado el mes con 3.290 millones, cifra que representa un aumento de un 10,6% en comparación al ejercicio pasado. En términos ordinarios, el Ebitda ha sido de 3.397 millones, un 4,6% más.
La deuda de Naturgy se ha situado a finales de septiembre en 15.133 millones. Pese a las inversiones que ha hecho en este periodo, la deuda ha disminuido en 176 millones. En su plan estratégico hasta 2022 figura una reducción de costes de 500 millones de euros anuales, que ya ha puesto en funcionamiento. La empresa espera cerrar el año con un mínimo de 150 millones de euros, a pesar de que la previsión para este año era de 100 millones.
El consejo de administración ha aprobado el segundo dividendo por cuenta de resultados de 2019 de 0,473 euros por acción. Se distribuirá el 12 de noviembre.