Naturgy separa sus negocios en dos grupos cotizados mediante el proyecto Géminis. La compañía energética reorganiza todo su negocio con el propósito de "dar respuesta a los importantes cambios que se están produciendo al sector energético y que marcarán su futuro". Según ha informado Naturgy, la estructura accionarial actual de los dos grupos permanecerá intacta respecto del actual, y la capitalización bursátil de las dos firmas las situarían entre las 20 empresas más grandes de la Ibex.
Según ha comunicado la compañía, uno de los dos grupos se encargará de la gestión de líneas de negocio como las renovables, los clientes de energía, el parque de generación convencional y la gestión de los mercados mayoristas de energía. El primer grupo tendrá unos objetivos de generación eléctrica instalada de 25 GW para el 2025 – 14 GW de generación renovable y 11 de convencional. Igualmente, contará con 11 millones de clientes y una cartera de 290 TWh de aprovisionamiento de gas. La compañía, afirman desde Naturgy, será "un referente sectorial con un papel clave en la configuración de la industria".
El segundo grupo en que el proyecto Géminis dividirá Naturgy concentrará los negocios de gestión de infraestructuras de distribución y transporte de energía. La asignación de la base de activos de Naturgy en esta rama los dará unos 155.000 kilómetros de redes eléctricas, 135.000 de redes de gas y hasta 16 millones de puntos de conexión. El segundo grupo tendrá presencia en 6 países, y un "papel fundamental en el desarrollo de la transición energética".
Los órganos de gobierno de la nueva estructura de Naturgy ha sido adaptada a la realidad saliente de Géminis. Los consejeros se mantienen en 12, y después de la renuncia de dos independientes, Criteria – 27 % de las acciones – pasará de dos a tres representantes; IFM Global InfraCo contará con un representante, y CVC y GIP, con un 21 % cada uno, asignarán dos consejeros por cabeza.
Según el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, el proyecto permite la compañía "avanzar de forma decisiva en su transformación y a los cambios disruptivos que experimenta el sector" energético. Reynés considera, así, que la división en dos grupos "potencia el crecimiento más allá del plan estratégico, marcando un nuevo camino para abordar la transición energética".