El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha renunciado a un bono a largo plazo para demostrar su neutralidad "ante cualquier potencial oferta", en el contexto del interés de la compañía de los Emiratos Árabes Taqa para hacer una OPA para toda la energética. En una información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Naturgy informa de la decisión unánime del Consejo de Administración de devolver el esquema de retribución de Reynés al previsto inicialmente en el contrato de febrero del 2018.
Según consta, posteriormente a la firma de este contrato, Naturgy creó un incentivo a largo plazo para los directivos principal. Lo hizo a través de un vehículo societario separado que ha adquirido más de 8,6 millones de acciones de la compañía. Reynés estaba incluido en el plan diseñado hace más de seis años y que ahora ha renunciado a percibir.
En concreto, Naturgy ha informado de que el presidente ejecutivo de la gasista ha decidido prescindir de este bono "con el objetivo de poder continuar actuando con absoluta independencia y neutralidad ante cualquier oferta potencial, y así continuar defendiendo el interés de la compañía y de todos los accionistas, evitando cualquier posible conflicto de interés ligado al resultado de cualquier potencial oferta". Ahora, Reynés ha propuesto a la comisión de nombramientos y retribuciones devolver su esquema de remuneración al modelo inicial previsto al contrato de febrero del 2018 y en la política de remuneraciones aprobada por la Junta General de Accionistas de junio del 2018.
La CNMV, pendiente de Naturgy
Hace sólo unos días, la CNMV suspendió de forma temporal la cotización de Naturgy en Bolsa después de aumentar el precio del título de sus acciones hasta un 7% en tan sólo unas horas. La parada, pero, solo duró un par de horas, dado que lo que quería la CNMV era conocer más detalles del grupo inversor interesado en entrar en Naturgy y que había provocado su repunte bursátil. Minutos más tarde, Taqa admitió públicamente que estaba negociando con la energética y con sus fondos inversores (CVC y GIP) para adquirir parte de su participación en la compañía, a pesar de que matizaron que las conversaciones todavía se encontraban en "fase muy inicial".