Nestlé España iniciará en breve un plan de bajas incentivadas que afectará a 120 trabajadores "por el sobredimensionamiento de personal" ante el cambio de hábitos de consumo y, en concreto, "el aumento de ventas de las marcas blancas", según ha informado La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). "El consumidor está cada vez menos dispuesto a pagar precios más altos y se está experimentando una migración clara hacia la marca blanca", argumentan desde la empresa. En este sentido, recuerdan que el sector de la alimentación sufre una etapa de "inestabilidad e incertidumbre" que hace necesario implementar una estructura laboral "eficiente" y "competitiva".
Según el sindicato, el plan afectará a trabajadores de las oficinas centrales y las ventas y deberá estar finalizado durante la primera quincena de octubre. La empresa, que cuenta con unos 4.500 empleados en España, tiene previsto anunciarlo formalmente en los próximos días. CSIF, a través de las secciones sindicales, ofrecerá asesoramiento a aquellos trabajadores que quieran acogerse voluntariamente al plan de bajas incentivadas. "Esperamos que sea una medida voluntaria y puntual y que no sean necesarios más ajustes a la compañía", añadió el sindicato.
En 2022, Nestlé España redujo un 20% su beneficio neto hasta los 92,8 millones de euros, el nivel más bajo de los últimos ocho ejercicios. Mientras que la cifra de negocios mejoró un 2% hasta los 2.358,4 millones, los gastos de aprovisionamientos se incrementaron un 22%. Dentro de ellos, el consumo de materias primas repuntó un 25% hasta superar los 1.000 millones.
Globalmente, el beneficio del grupo suizo se hundió más del 45% el pasado año, hasta 9.300 millones de francos suizos (9.580 millones de euros, al cambio actual). Este retroceso en las ganancias del gigante de la alimentación contrastó, como en el caso de la filial española, con un aumento de las ventas: Nestlé facturó en todo el mundo 94.400 millones de francos suizos (9.728 millones de euros), un 8,4% más.