Nestlé ha invertido más de medio millón de euros para reducir el uso de agua en su fábrica de café de Girona. En los últimos meses, la compañía ha comenzado a reutilizar el agua que se utiliza para producir café soluble y, una vez depurada, la ha redirigido hacia los circuitos de las torres de refrigeración. Con esta inversión, la multinacional subraya que se prevé reducir un 8% el consumo anual de agua. En concreto, son 90.000 metros cúbicos anuales (que equivale a lo que llenaría 36 piscinas olímpicas).
Según explica la multinacional, la inversión de más de 500.000 euros ha permitido dar "una segunda vida" al agua que se utiliza en los procesos productivos. Desde la fábrica de Girona, Nestlé produce tanto café soluble (que se vende bajo la marca Nescafé) como en cápsulas (en este caso, Dolce Gusto).
"Esta inversión supone un paso significativo hacia la sostenibilidad; no solo reducimos el impacto ambiental, sino que también demostramos que es posible combinar la eficiencia con el respeto por los recursos naturales", destaca el director de la fábrica de Girona, Arnau Pi.
Nueva caldera de biomasa
En paralelo, Nestlé también ha comenzado a construir una segunda caldera de biomasa en la fábrica de Girona, que permitirá obtener vapor a través del residuo del café que se utiliza para producir el soluble. Esta segunda caldera, destaca la multinacional, permitirá revalorizar "las más de 52.000 toneladas de residuo que la fábrica genera anualmente". Se prevé que entre en funcionamiento este mismo 2025.
La fábrica de Nestlé de Girona se inauguró en 1968, y en 2009 se amplió con una nueva planta (que produce cápsulas Dolce Gusto). Actualmente trabajan más de 900 personas. La fábrica exporta el 75% de la producción de cápsulas y el 84% de la de café soluble a más de 56 países de todo el mundo.