Ni 'mindfulness' ni oficinas bonitas: el revolucionario caso de Pepsico en el suroeste de Europa

Una “curiosa” práctica que nace en Catalunya y se extiende al resto de Europa

Pepsico tiene 400 trabajadores en Cornellà de Llobregat | EP Pepsico tiene 400 trabajadores en Cornellà de Llobregat | EP

Si el 2020 es el año que ha marcado a toda una generación, el 2010 no se queda atrás. ¿El motivo? La "resaca" que provocó la crisis financiera de 2008 en todas las esferas personales y profesionales de cualquier persona en el mundo y también en las organizaciones globales. Por ejemplo, había problemas para llegar a fin de mes, el endeudamiento era elevado, empezó la transformación digital, irrumpió el comercio en línea, las redes sociales impregnaban el día a día y cambiaban diversos marcos regulatorios. Si para una pequeña compañía significó "salir de la zona de confort", para una compañía del tamaño de Pepsico, con 4.000 trabajadores, aún más. Por suerte, hubo un clic instantáneo: faltaba alineación entre los trabajadores, tenían una gran carga de trabajo y perdían velocidad en un entorno de alta competitividad. Aunque no contaban con una "varita mágica", el consultor Agustín Peralt lo tenía claro: era el momento de introducir en las altas esferas de la multinacional y al resto de trabajadores el Método Fase. Y de ahí surgió un caso de éxito que ha recorrido toda Europa.

Aprender 'mindfulness' o tener oficinas bonitas no es suficiente para evitar los crecientes niveles de 'burnout' ni para conseguir vidas equilibradas

En primer lugar, si nos adentramos en los entresijos de la aplicación del Método Fase, cabe preguntarse cómo puede recibir, de repente, una valoración un trabajador de Pepsico que "no lo está haciendo bien". O si le puede remover que le digan que su forma de trabajar en el día a día "no funciona". Este es uno de los grandes retos que enfrentó Narcís Roura, el anterior director general de Pepsico para el suroeste de Europa, y, posteriormente, Pol Codina, quien tomó su relevo años después como director. Compartían un objetivo final: que todos los trabajadores se adentrasen en el método, se organizasen mejor y no lo "boicoteasen" desde el principio. La metodología es muy sencilla, ya que provoca un punto de partida que ayuda a crear unos hábitos que de manera sostenible puedan ser productivos bajo cualquier circunstancia.

Un despido radical: el origen del Método Fas

¿Cuándo nació el Método Fase? Agustín Peralt confiesa que surgió en 2013 tras un momento muy convulso en su vida. Después de haber trabajado "duro" y liderado una unidad de negocio de una compañía, fue despedido de "forma radical" tras haber dedicado muchas horas. Esto coincidió con diversos problemas personales. La gente a su alrededor le decía que "tenía tantos temas por resolver al mismo tiempo que era inasumible". Así que Peralt tenía claro que "no le quedaba otra opción" que aprender de la experiencia. Comenzó a analizar todo lo que podía haber mejorado y desarrolló una metodología que aplicó a amigos cercanos que le pedían que lo incorporara a sus entidades, y posteriormente se convirtió en consultor.

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Poco después presentó la propuesta a Pepsico, la aplicaron a los líderes y la adaptaron al resto de los trabajadores. Codina, actual director de la multinacional, confiesa que las primeras sesiones no lo convencieron "del todo", pero con el paso del tiempo vio que podían servirle y, sobre todo, trasladarlo al equipo. Tuvieron ventaja porque gran parte de los empleados ya consideraban que debían cambiar ciertas dinámicas en el día a día de Pepsico. Compartían la visión, la exigencia y sabían que tendrían que "remangarse y remar". Y lo más importante, según el miembro de Pepsico, era concretar al máximo posible los beneficios de esta transformación.

La experiencia demuestra que todo recae en dedicar tiempo a aprender, de verdad, a organizarnos

"Aprender mindfulness o tener oficinas bonitas no es suficiente para evitar los crecientes niveles de burnout ni para conseguir vidas equilibradas cuando uno quiere disfrutar de ambos ámbitos (personal y profesional) de manera no excluyente", explica Peralt. Evidentemente, estos elementos aportan beneficios, pero son insuficientes. La experiencia demuestra que todo recae en dedicar tiempo a aprender, de verdad, a organizarnos.

¿Cómo se aplica el método?

Pol Codina es el director general para el suroeste de Europa de Pepsico (España, Portugal e Italia) | Cedida
Pol Codina es el director general para el suroeste de Europa de Pepsico (España, Portugal e Italia) | Cedida

En una mesa redonda organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), bajo el nombre de Work better, live better y moderada por Oriol Montanyà, profesor de la UPF-BSM, el actual director de Pepsico, Pol Codina, y el mismo Agustín Peralt compartieron confidencias con los numerosos asistentes acreditados, aunque no desglosaron, por motivos de confidencialidad, toda la aplicación del método. En primera instancia, insisten en que es fundamental analizar quiénes son los dinamizadores en las compañías para impulsar los "cambios de cultura corporativa" y quiénes son los que se oponen constantemente a cualquier cambio que se implemente. "Hay que estar atentos a quienes abrazan el cambio o a quienes se ponen de perfil", destaca Peralt. Y, sobre todo, ganarse el compromiso del resto del comité directivo y ser influyentes en el día a día.

Peralt (Método Fase): "Tenemos que estar alerta de los que abrazan el cambio o de los que se posan de perfil"

Con la aplicación del Método Fase durante años, y desde la experiencia propia, consideran que, en el ámbito personal, se gana mucha sensación de control. El objetivo principal es saber dónde pones el "foco". Posteriormente, desglosar las prioridades en tareas más pequeñas para poder abarcar todo y mejorar el estado físico, mental y cognitivo de cualquier miembro de la organización. La metodología del método también incluye mayor claridad en el feedback, no solo de los gerentes hacia el equipo, sino también a la inversa. Además, fomenta una mejor interacción y contacto con los miembros laterales, como por ejemplo de otros departamentos. Y lo más importante: que todos entiendan su rol y se cree un lenguaje común que comparta propósito. Según Peralt, "parece que como líder no puedas hablar con contundencia, pero es vital hacerlo para el crecimiento individual y colectivo, aunque pueda remover a alguien".

¿Existen KPI para medir si funciona?

L'equip del hub digital mundial de Pepsico, ubicat al WTC de Cornellà | Cedida
El equipo del hub digital mundial de Pepsico, ubicado en el WTC de Cornellà | Cedida

¿Cómo saber si funciona la aplicación del método? Codina destaca que ellos lo han visto con las encuestas de clima laboral y también con la retención de talento, ya que, por ejemplo, Nestlé o Unilever son la competencia directa de la compañía y pueden "competir" por un mismo perfil. Además, se encuentran a pocos kilómetros de su sede. Por ejemplo, el proceso de onboarding de un nuevo trabajador en Pepsico ya cuenta con la introducción y visión de este método para ser más productivo.

Codina se abrió con los asistentes y ha explicado cómo el método le ha impactado, sin entrar en elementos más íntimos. Durante los últimos cinco años ha vivido una auténtica "montaña rusa" de momentos vitales, con tres cambios de cargo, ha vivido en diversas ciudades, tiene tres hijos y ha conseguido compaginar el éxito profesional con la vida personal. Para él, hay dos premisas: hay que disfrutar en el trabajo y vivir la vida de manera coherente con tu plan de vida. "El método me ha permitido transformarme de una persona a la que le venía la inspiración por la noche, a ser parte del club que se despierta a las 5 de la mañana", un caso similar al de Josep Ametller, de la cadena de supermercados Ametller Origen. En cuanto a Codina, madrugar, junto con el deporte y la conciliación familiar, le permite dar su mejor versión en el trabajo, con la familia y los amigos.

Montanyà (UPF): "Las cosas sencillas bien hechas tienen un poder diferenciador. Y hacerlo todos los días, es aún más complicado"

Peralt complementa lo dicho por el directivo y añade que "el problema no está en la complejidad de la vida, sino en cómo afrontas tu vida". Además, recomienda planificar bien la semana, ya que hacerlo solo durante cinco o diez minutos es insuficiente. Por ejemplo, el ejecutivo de Pepsico se planifica cada día la jornada y apunta "tres cosas clave que determinarán si ha sido un buen día o no". Por ejemplo, "recoger a los hijos del colegio, pasar tiempo con ellos y llevarlos a fútbol; cerrar una reunión con un cliente importante y tener un momento para hacer deporte", confiesa Codina. De ahí la importancia de tomar los objetivos y desglosarlos. Y que, "cuando simplificas las tareas, haces que las cosas ocurran". Una conclusión final del moderador Montanyà: "Las cosas sencillas bien hechas tienen un poder diferenciador. Y, hacerlas todos los días, es aún más complicado".

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