El 26% de las comarcas catalanas no cuentan con un teatro, según datos del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya. El arte en Catalunya está centralizado y deja huérfana de bambalinas, escenarios y plateas a una parte del territorio catalán. Concretamente, a l'Alt Urgell, l'Alta Ribagorça, la Cerdanya, la Conca del Barberà, les Garrigues, el Lluçanès, el Moianès, el Montsià, el Pallars Sobirà, el Priorat, la Terra Alta y la Vall d'Aran.
Es por eso que en e 2018 nació Nilak, un teatro itinerante que utiliza una carpa de circo, con capacidad para 250 personas, para recorrer el territorio catalán y ofrecer espectáculos de circo, danza, cine, artes visuales, literatura, pedagogía y, incluso, política. "La carpa es un espacio que nos permite hacer teatro con las condiciones técnicas necesarias", explica Oriol Escursell, cofundador de Nilak, a la vez que "facilitar el acceso cultural, acercar las artes escénicas a todo el territorio y denunciar la falta de infraestructuras artísticas".
Después hablar con municipios y entidades durante todo un año y de juntarse un buen puñado de compañías, Nilak consiguió entrar en el Plan de Impulso del Circo, un programa del Departamento de Cultura de la Generalitat que tiene por objetivo impulsar las artes escénicas en Catalunya que les ha financiado el 50% de la infraestructura de la carpa. Pero la Generalitat no ha sido la única que ha reconocido el valor de esta iniciativa: Nilak recibió el premio Carulla 2020 como mejor proyecto cultural transformador, reconocimiento que vino acompañado de una dotación de 60.000 euros y dos años de acompañamiento empresarial, a cargo de Netmentora. De hecho, la startup también ha destacado dentro de la red de innovación cruzada de Netmentora: fue una de las 18 empresas finalistas en los premios de la Impact Night.
El estreno de Nilak tuvo lugar en Vilalba dels Arcs, en la Terra Alta, y tuvo un pistoletazo de salida bastante festivalero
Fue con este "binomio entre la financiación pública y privada -explica Escurell- que conseguimos inaugurar el teatro este pasado noviembre". El estreno de Nilak tuvo lugar en Vilalba dels Arcs, en la Terra Alta, y tuvo un pistoletazo de salida bastante festivaleo, con una programación muy completa que duraba del 4 al 15 de noviembre del 2021.
El 21 de agosto vuelven a la Terra Alta, pero cambian de municipio: a Pinell de Brai. También lo hacen con una programación diferente. La idea es "poder volver cada año a la misma comarca, pero ir cambiando de población", según indica Escurell. Y después de la Terra Alta, vendrán más, como la del próximo noviembre, en la Conca del Barberà.
Más allá de la carpa: el iceberg
Nilak significa iceberg en lengua esquimal. No es un nombre escogido por casualidad. De los icebergs solo vemos el 11% de su volumen total, mientras que debajo del agua se esconde el 89% restante.
Detrás de Nilak hay mucho escondido. Como por ejemplo, todas las actividades que transcurren y organizan, más allá de la carpa. Son actividades formativas en algunos casos, como los talleres de circo que han realizado en la escuela Cèsar Martinell (Pinell de Brai) junto con la EtcA, Escola de Teatre i Circ d'Amposta, y que culminarán con performances que tendrán lugar en la próxima parada de Nilak, en Pinell de Brai. "No queremos hacer actividades sueltas, sino generar una necesidad y una continuidad de las actividades", explica Escurell.
Pero en la parte baja del iceberg de Nilak hay más. Hay una denuncia, una cultura, un amor por el arte y, sobre todo, la voluntad de expandir esta pasión por todo el territorio catalán.