"Nos han dejado morir". El anuncio ya oficial del cierre de las plantas de Nissan en Catalunya ha desembocado en una serie de protestas de los trabajadores que tienen por objetivo salvar a las fábricas y a los más de 20.000 puestos de trabajo afectados. Después de 40 años en Catalunya, la automovilística ha dictado sentencia y, a pesar de que ha admitido que "es una decisión difícil", apuesta por empezar ya las negociaciones para el proceso de retirada. Pero será complicado. Después de acusarlos de "deslealtad", la consellera d'Empresa i Coneixement, Àngels Chacón, ya ha dejado bien claro que el Govern "no lo pondrá nada fácil", y todavía más teniendo en cuenta que tanto el Ejecutivo catalán como el estatal todavía esperan respuesta de la compañía japonesa sobre el plan que presentaron que preveía la inversión de 300 millones de euros para las plantas catalanas.
La decisión parece definitiva. El CEO de Nissan, Makoto Uchida, ha asegurado durante la presentación de resultados de 2019 que consideraron "varias medidas" antes de dictar el cierre de las plantas de la Zona franca, de Sant Andreu y de Montcada, pero la "baja producción" de las fábricas catalanas y la previsión de una caída más pronunciada en los próximos meses, les han hecho ver las cosas claras.
El Govern no se rendirá, pero la dirección europea ha cerrado la puerta a revertir la situación de la planta de la Zona franca, de la cual ha dicho que "exigía grandes inversiones para ponerse al día" para que fuera "más competitiva". De hecho, el presidente de Nissan en Europa, Gianluca De Ficchy, ha añadido que los planes presentados hace un año para modernizar la planta habían quedado obsoletos, después de que Mercedes decidiera retirar la fabricación de la pick up, que representaba el 57% del total.
Daños colaterales
El cierre de las plantas de Nissan no afecta sólo a las plantas de la compañía, sino también a todas las empresas proveedoras y subcontratadas que producen para la automovilística. Esto quiere decir que los 3.000 trabajadores que perderán el trabajo en las fábricas de la marca japonesa, se suman a los más de 20.000 que trabajan para ellos, cosa que es, en palabras del president del Govern, Quim Torra, "una mala noticia para los trabajadores, las familias y la economía del país".
Torra: "Es una mala noticia para los trabajadores, las familias y la economía del país"
Pero, mientras que la dirección europea de la empresa ha cerrado totalmente la puerta a revertir la situación, el Govern mantiene la esperanza de que "no sea una decisión definitiva". Después de una larga reunión entre Torra con el vicepresident y conseller d'Economia, Pere Aragonès, el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir El Homrani, y la consellera d'Empresa i Coneixement, la idea del Ejecutivo catalán es probar de negociar con Nissan apelando a su "responsabilidad" social. En este sentido, Aragonès ha explicado que "esta mañana hemos dado un mensaje más claro a la dirección europea: la empresa no puede marchar sin más, hay que asumir la responsabilidad de las personas y hay que reconsiderar la decisión de cerrar las plantas" porque esto afecta al tejido económico de Catalunya.
Ejemplo de esto es la Anoia. Según la Unió Empresarial de l'Anoia (UEA), hay una decena de empresas afectadas con 600 trabajadores vinculados al sector de la automoción y, por lo tanto, también a Nissan. "Lo vemos con preocupación. Es un batacazo grande viniendo de otro batacazo. Llueve sobre mojado", lamenta su presidente, Joan Domènech. Y es que esto se suma al hecho de que la comarca ha quedado muy tocada por la crisis derivada de la pandemia de covid-19, puesto que tuvieron que vivir un confinamiento perimetral mucho más estricto que el resto de Catalunya. A pesar de que ahora hay que estudiar qué volumen de trabajo generaba Nissan en la zona, puesto que ninguna de las compañías se dedicaba exclusivamente a esta empresa, las más afectadas son Calaf Group, Braid, Trire, Snop o Reydel.
Acción-reacción
Después de lamentar que "Nissan no ha mantenido una línea coherente, ha hecho sufrir su política de producción, y no ha sido por falta de apoyo público que haya decidido marchar", Chacón ha advertido a la multinacional que "esta acción tendrá una reacción". Según ha explicado, en los últimos 10 años, la Generalitat ha contribuido con 25 millones de euros dando ayudas a las plantas de la automovilística con el objetivo de salvar los puestos de trabajo, pero esto tampoco ha servido para dar la vuelta a la situación.
El Homrani: "Cuando es tan barato salir de un país, facilitamos que empresas que tienen la sede de decisión fuera de este país lo valoren comparándolo con otras normativas laborales"
A parecer de la consellera, esto demuestra "un desprecio a todo el ecosistema vinculado a la industria de la automoción". "Hemos sufrido un golpe duro, no sólo el sector industrial, sino también los trabajadores de Nissan y proveedores que sufren desde hace muchos años esta incertidumbre sobre su futuro", ha insistido. Pero, ¿qué ha llevado a la empresa a tomar esta decisión?
Según sus directivos, la poca producción de las plantas, pero, según El Homrani, el motivo puede ser otro. "La decisión no es razonable ni razonada, pero hace demasiados años que no tocamos la normativa laboral que nos hace ser poco competitivos a la hora de defender el tejido industrial", ha puesto encima la mesa, al mismo tiempo que ha añadido que "cuando es tan barato salir de un país, cuando no tiene gasto, facilitamos que empresas que tienen la sede de decisión fuera de este país lo valoren comparándolo con otras normativas laborales".
Mantener la cabeza fría...
Administraciones y trabajadores mantienen la esperanza, aunque saben que será un proceso duro en que se tendrán que movilizar prácticamente cada día. De momento, los trabajadores de Nissan ya han empezado las protestas para intentar parar el cierre de las plantas y, después de hacer una asamblea delante de las instalaciones de la Zona Franca, han encendido neumáticos que han provocado una grande bafarada de humo. Además, desde esta mañana han cortado las calles que rodean la fábrica de la Zona Franca, han cogido los coches que tenían aparcados en la planta de pintura y han rodeado las instalaciones. Después, haciendo una marcha a pie, han cortado durante varios minutos la Ronda Litoral y también la Gran Vía.
El presidente del comité de empresa, Juan Carlos Vicente, ha asegurado que "lucharemos hasta el último momento" manteniendo la cabeza fría" porque tienen por adelantado un "proceso largo" donde habrá movilizaciones prácticamente cada día. "Lo que pedimos es que busquen un futuro, la viabilidad, de que nos vuelvan a hacer competitivos, porque lo somos. Llevamos desde 2009 haciendo planes de competitividad", ha afirmado. Y no sólo esto. Según ha recordado, los trabajadores han hecho "muchos esfuerzos" para ayudar a la empresa y han aceptado "empeoramientos salariales y sociales para hacerla competitiva", de manera que ahora ven injusto que se les eche.
Pero el CEO de Nissan insiste en la idea de que el grupo tiene que reducir el volumen de activos que no dan rendimientos suficientes y se tiene que centrar en las áreas core del negocio, recortando la producción en zonas donde se crea que el retorno será insuficiente. "Sabemos que el camino de la recuperación no será fluido; tenemos muchos retos y tendremos que realizar grandes inversiones", ha señalado.
De hecho, el plan de Nissan pasa por reducir en un 20% la producción de vehículos en todo el mundo, pasando de los 7 a los 5,4 millones de coches anuales. La compañía, además, también tiene previsto reducir el número de modelos, rebajar un 15% los costes operativos y acortar la vida útil de sus vehículos hasta los 4,5 años.
...y mirar hacia un nuevo futuro
El plan está escrito y, contra esto, sólo se pueden hacer dos cosas. La primera, luchar para evitar el cierre, a pesar de que la dirección de Nissan no dé opción. La segunda, como apunta Foment del Treball, coger el periodo de cierre como una oportunidad para explorar las nuevas tendencias y actualizar la planta a la producción de modelos adaptados a los nuevos hábitos de la movilidad. Según la patronal, la acción de las administraciones tiene que orientarse al objetivo de retener la planta en Barcelona y mantener los puestos de trabajo.
CIAC: "Emplazamos a todos los agentes implicados a empezar a hablar desde hoy mismo para saber cómo aprovechamos este enorme capital humano"
Por su parte, el Clúster de la Indústria d'Automoció de Catalunya (CIAC) recuerda que este "golpe duro" también se notará a nivel estatal, pero opta por lanzar al aire un mensaje optimista. "Estamos más que convencidos de que superaremos este durísimo golpe porque, a lo largo del tiempo, la indústria de la automoción catalana ha superado otras crisis", escriben en un comunicado, donde añaden: "Este camino lo tenemos que hacer contando con el talento de los excelentes profesionales de Nissan. Una experiència como la suya no se puede perder así como así. Por lo tanto, emplazamos a todos los agentes implicados a empezar a hablar desde hoy mismo para saber cómo aprovechamos este enorme capital humano".
El cierre está previsto para diciembre y, a pesar de que la multinacional ha negado rotundamente que haya ninguna opción de que den marcha atrás, administraciones, agentes sociales y trabajadores lo lucharán hasta el final. Lamentablemente, como dice el presidente del comité de Nissan, "nos han dejado morir, traemos años diciéndolo, que nos sacan coches y se los llevan a Francia e Inglaterra, y que nos dejan morir". Pero, sea como sea, y como dice Torra, "no damos por definitiva esta decisión" y esto puede ser un buen ejemplo de la suma de sinergias entre administraciones, agentes sociales y familias para salvar uno de los activos industriales más importantes de Catalunya.