Más de 1.300 trabajadores de Nissan y de las empresas auxiliares se han manifestado por el centro de Barcelona en dirección a la delegación del Gobierno español en Catalunya, donde los sindicatos se han reunido con la delegada del Estado, Teresa Cunillera. Esta es la tercera movilización de la plantilla desde que se anunció que la planta de la Zona Franca dejaba de producir la pick-up de Mercedes y se quedaba con sólo tres modelos.
Saliendo de plaza Catalunya, los manifestantes han cortado el tráfico a su paso por la ronda Sant Pere y la calle Roger de Llúria entonando gritos en contra de la multinacional japonesa, que está estudiando la viabilidad de la planta catalana. La fábrica de la Zona Franca está produciendo al 30% de su capacidad. 'Nissan, escucha, la Nissan está en lucha' o 'Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra', son algunos de los gritos que han cantado los trabajadores que se han manifestado por las calles de Barcelona este miércoles.
Una vez llegados a la sede del órgano que representa el Estado en Catalunya, los trabajadores han encendido una traca y han reclamado a la Moncloa que los escuche. Una quincena de miembros del comité de empresa de Nissan ha entrado en la delegación, donde se ha reunido durante 40 minutos con Cunillera y el subdelegado del Gobierno central en Catalunya, Carlos Prieto.
Cunillera los ha recibido y les ha trasladado que el Gobierno español "es absolutamente consciente de la situación" y que hace mucho tiempo que trabaja en este tema "en coordinación constante" con la Generalitat, según han explicado fuentes del órgano al ACN. Las dos administraciones trabajan con "discreción" pero muy "intensamente", ha explicado Cunillera a los sindicatos. La delegada ha aprovechado la reunión para recordar que el presidente del ejecutivo español se reunió con directivos de la multinacional en el foro de Davos.
Gobierno central y Generalitat
A la salida, Miguel Ruiz, del sindicato Sigen-Usoc, ha valorado positivamente el encuentro. Los representantes de los trabajadores, dice, han celebrado que el Estado y la Generalitat trabajen conjuntamente para buscar una solución para las instalaciones de la multinacional nipona. Además, Ruiz ha pedido a las instituciones que "tengan en cuenta" los sindicatos a la hora de hacer propuestas y ha recordado que la empresa "ha incumplido" sistemáticamente los acuerdos llegados con los trabajadores después de reestructuraciones que han comportado despidos. El último ERE se produjo hace un año y afectó a 600 personas.
"El número de trabajadores va menguando, parece un cierre encubierto", ha lamentado el sindicalista, que ha instado a la Moncloa y a la Generalitat a "implicarse" para acompañar a la transformación de la industria de la automoción, en plena transición hacia los modelos eléctricos. "Las normativas estrictas hacia el motor de combustión están haciendo que la transición sea muy rápida y la industria no está preparada", ha dicho, antes de avisar de que a los trabajadores de Nissan les ha "tocado" ser los primeros pero no serán los "últimos" que sufran los cambios del sector de la automoción.
Algunas de las pancartas que se podían leer durante la marcha pedían a la empresa automovilística que no "mintiera más" a los trabajadores. Además del personal de las plantas de la empresa automovilística en Catalunya, la movilización ha contado con la presencia del líder de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco, y con decenas de miembros de la fábrica de Continental en Rubí, también amenazada con el cierre si no se encuentra comprador para las instalaciones.
Los trabajadores de Nissan han aprovechado la manifestación para explicar el plan alternativo a las protestas que pensaban hacer ante el Mobile World Congress (MWC), que se ha suspendido después de una oleada de bajas provocadas por el miedo al coronavirus. La plantilla se dirigirá a la ronda Litoral desde la planta de la Zona Franca y prevé cortar el paso a los coches en esta carretera barcelonesa el 25 de febrero por la tarde.