08
de Diciembre
de
2016
En Barcelona ya hace tiempo que varios futbolistas son noticia más allá de las páginas deportivas. Los problemas con Hacienda de jugadores como Leo Messi o Neymar sólo son un ejemplo de como la economía va ligada de cerca con el deporte rey. Esta semana son noticia las filtraciones de Football Leaks, que apuntan a maniobras de varios jugadores del Real Madrid para evitar rendir todas las cuentas que los correspondería a la hacienda pública. Grandes contribuyentes que quieren esquivar la contrapartida de ser los protagonistas de un inmenso negocio tutelado por organizaciones como la Fifa o la Uefa, que tampoco escapan de la polémica y las sospechas en el ámbito financiero.
Unas polémicas que, paradójicamente, no siempre indignan en el mismo grado que en otros ámbitos. De hecho, bien a menudo el nivel de escándalo que genera en cada cual depende de la camiseta que vista el protagonista. Al fin y al cabo, el fútbol es pasión por unos colores. Nova, el pasado clásico disputado sábado llenó el 92% de los hoteles de la capital catalana. Un ejemplo más de cómo lo Barça es un sector económico por si suele en su ciudad, con un impacto de 900 millones de euros equivalente al 1,5% del PIB de Barcelona.
Clubes que empujan ciudades
Son datos de un estudio de Deloitte que presentaba con orgullo el entonces vicepresidenta económica del club, Susana Monje. "Es difícil encontrar una institución que pueda hacer tracción de la economía de la ciudad como lo hace el FC Barcelona. Es un activo sostenible de la ciudad que sigue incrementando su impacto", aseguraba con satisfacción.
Su gran rival ciudadano, el RCD Español, no se quiere quedar atrás. Adquirido por Rastar Group, quiere dejar de ser un club para convertirse en una "empresa de fútbol", en palabras de su consejero delegado, Ramon Robert. "Si alguien piensa invertir en un club de fútbol que no lo haga, es un negocio ruinoso. Ahora bien, una empresa de fútbol es un gran negocio", aseguraba en una conferencia al Colegio de Economistas.
El consejero delegado españolista recuerda que el club blanco-y-moratón es la última de las 34 empresas de Rastar Group, la única de fuera de la Asia y que tiene pérdidas. "Tenemos la obligación que al final del plan RCDE 2020 sea como las otras empresas del grupo: sin deudas y con un crecimiento que dé beneficios". Al fin y al cabo, según Robert, el Espanyol no deja de ser una empresa con 27.000 personas con carné de fidelidad (los socios).
Las oportunidades de los futbolistas
Palabras y gestos, la apelación al sentimiento de los forofos, que conectan con los inicios de la fiebre por este deporte. Todavía hoy podemos encontrar en las calles de Cataluña una cadena de tiendas creada en 40 por dos futbolistas: Benitosports. En aquella época el fútbol ya movía masas como lo hace ahora, pero el que no movía eran tanto dinero. Eso sí, "daba muchas oportunidades a los futbolistas", tal como recuerda Benito Garcia Debora, hijo del defensa del Barça (1939-1945) Benito Garcia Cano.
Él y su socio Mariano Martín son algunos de los precursores entre los futbolistas que han tenido una envidiable visión del largo plazo. La suya es una carrera corta y por mucho dinero que se ganen, hay que ser previsor. "Los futbolistas confunden riqueza con ingresos", explicaba en una entrevista con VÍA EmprendidaAlbert Serrano. El actual director general de Abanique Privée en España dejó el fútbol profesional para hacer carrera a la empresa.
"Si ganas 10 millones de euros en 10 años y no puedes vivir de rentas, has hecho algo mal", evidencia sobre los excesos que cometen muchos deportistas de élite y que los acaban arruinando al poco de abandonar la competición.
Ahora bien, si hay algún futbolista que parece que no tiene que sufrir por eso es Gerard Piqué. Con su empresa de videojuegos Kerad Games ha empezado a demostrar un olfato por los negocios que, quienes sabe, quizás acaba siendo más rentable que la misma práctica futbolística. "En Gerard Piqué abre muchas puertas, pero tambiéncierra alguna", apunta Salvador Vergés, que cuenta con el futbolista como uno de los principales inversores en las hamburguesas Natrus.
"Fue muy fácil explicarle a en Gerard, porque es una persona con mucha predisposición por los negocios de valor añadido y Natrus le encajaba porque se basa en la naturalidad, está arraigado en el territorio y porque tiene un fuerte componente de R D", añadía en una entrevista con VÍA Emprendida.
Unas polémicas que, paradójicamente, no siempre indignan en el mismo grado que en otros ámbitos. De hecho, bien a menudo el nivel de escándalo que genera en cada cual depende de la camiseta que vista el protagonista. Al fin y al cabo, el fútbol es pasión por unos colores. Nova, el pasado clásico disputado sábado llenó el 92% de los hoteles de la capital catalana. Un ejemplo más de cómo lo Barça es un sector económico por si suele en su ciudad, con un impacto de 900 millones de euros equivalente al 1,5% del PIB de Barcelona.
Clubes que empujan ciudades
Son datos de un estudio de Deloitte que presentaba con orgullo el entonces vicepresidenta económica del club, Susana Monje. "Es difícil encontrar una institución que pueda hacer tracción de la economía de la ciudad como lo hace el FC Barcelona. Es un activo sostenible de la ciudad que sigue incrementando su impacto", aseguraba con satisfacción.
Su gran rival ciudadano, el RCD Español, no se quiere quedar atrás. Adquirido por Rastar Group, quiere dejar de ser un club para convertirse en una "empresa de fútbol", en palabras de su consejero delegado, Ramon Robert. "Si alguien piensa invertir en un club de fútbol que no lo haga, es un negocio ruinoso. Ahora bien, una empresa de fútbol es un gran negocio", aseguraba en una conferencia al Colegio de Economistas.
El consejero delegado españolista recuerda que el club blanco-y-moratón es la última de las 34 empresas de Rastar Group, la única de fuera de la Asia y que tiene pérdidas. "Tenemos la obligación que al final del plan RCDE 2020 sea como las otras empresas del grupo: sin deudas y con un crecimiento que dé beneficios". Al fin y al cabo, según Robert, el Espanyol no deja de ser una empresa con 27.000 personas con carné de fidelidad (los socios).
Las oportunidades de los futbolistas
Palabras y gestos, la apelación al sentimiento de los forofos, que conectan con los inicios de la fiebre por este deporte. Todavía hoy podemos encontrar en las calles de Cataluña una cadena de tiendas creada en 40 por dos futbolistas: Benitosports. En aquella época el fútbol ya movía masas como lo hace ahora, pero el que no movía eran tanto dinero. Eso sí, "daba muchas oportunidades a los futbolistas", tal como recuerda Benito Garcia Debora, hijo del defensa del Barça (1939-1945) Benito Garcia Cano.
Él y su socio Mariano Martín son algunos de los precursores entre los futbolistas que han tenido una envidiable visión del largo plazo. La suya es una carrera corta y por mucho dinero que se ganen, hay que ser previsor. "Los futbolistas confunden riqueza con ingresos", explicaba en una entrevista con VÍA EmprendidaAlbert Serrano. El actual director general de Abanique Privée en España dejó el fútbol profesional para hacer carrera a la empresa.
"Si ganas 10 millones de euros en 10 años y no puedes vivir de rentas, has hecho algo mal", evidencia sobre los excesos que cometen muchos deportistas de élite y que los acaban arruinando al poco de abandonar la competición.
Ahora bien, si hay algún futbolista que parece que no tiene que sufrir por eso es Gerard Piqué. Con su empresa de videojuegos Kerad Games ha empezado a demostrar un olfato por los negocios que, quienes sabe, quizás acaba siendo más rentable que la misma práctica futbolística. "En Gerard Piqué abre muchas puertas, pero tambiéncierra alguna", apunta Salvador Vergés, que cuenta con el futbolista como uno de los principales inversores en las hamburguesas Natrus.
"Fue muy fácil explicarle a en Gerard, porque es una persona con mucha predisposición por los negocios de valor añadido y Natrus le encajaba porque se basa en la naturalidad, está arraigado en el territorio y porque tiene un fuerte componente de R D", añadía en una entrevista con VÍA Emprendida.