Recientemente participé en una mesa redonda en Madrid, durante la presentación del Barómetro de la IA y la Empleabilidad de Planeta Formación y Universidades. Esta experiencia, junto con otros estudios y publicaciones recientes, me ha llevado a realizar una reflexión breve pero necesaria.
La revolución tecnológica impulsada por la inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente nuestra manera de vivir y trabajar, como ya hemos comentado en otras ocasiones en estas páginas. A medida que la IA se integra en diversos sectores, los datos indican que no solo está afectando a los empleos actuales, sino que está redibujando la naturaleza de las profesiones del futuro. Desde una perspectiva estratégica, la IA redefine las necesidades de las empresas y organizaciones, provocando un impacto directo en los requisitos de formación y en las competencias que necesitarán los profesionales de hoy y mañana.
Los directivos deberán comprender cómo la IA puede mejorar la toma de decisiones, optimizar procesos y generar nuevos modelos de negocio
Uno de los primeros efectos de esta transformación es que, para aprovechar todo el potencial de la IA, todas las posiciones dentro de una organización deberán tener un conocimiento mínimo de esta tecnología. La IA ya no es un ámbito reservado exclusivamente para ingenieros o científicos de datos; su aplicación se está expandiendo a áreas como la gestión de recursos humanos, el marketing, las finanzas, la atención al cliente, la producción, la logística, las operaciones y muchos otros sectores.
Esto significa que los directivos deberán entender cómo la IA puede mejorar la toma de decisiones, optimizar procesos y generar nuevos modelos de negocio. Desde los mandos intermedios hasta los técnicos y administrativos, todos los miembros de la organización necesitarán saber cómo integrar la IA en sus tareas diarias para aumentar la productividad, reducir errores y mejorar la eficiencia. En definitiva, la IA tendrá un impacto directo en el cliente, los procesos y los modelos de negocio.
A nivel práctico, la IA se convertirá en una herramienta imprescindible para los profesionales de cualquier sector, y por ello será fundamental que todos adquieran un mínimo de alfabetización tecnológica. Trabajar con sistemas inteligentes y colaborar con equipos multidisciplinarios será clave para sacarle el máximo provecho.
Será fundamental que todos los trabajadores de una empresa adquieran un mínimo de alfabetización tecnológica
Simultáneamente, la IA está creando nuevas profesiones que hace pocos años ni siquiera imaginábamos. Profesiones como científicos de datos, arquitectos de soluciones de IA, especialistas en ética de la IA, especialistas en redacción de preguntas (prompters), entrenadores de algoritmos o desarrolladores de asistentes virtuales son solo algunas de las posiciones emergentes. Estas nuevas profesiones no solo se concentran en la programación o desarrollo de IA, sino que también incluyen la gestión, implementación y supervisión de estos sistemas en diversas industrias, sectores y áreas funcionales.