Arrasa la nueva moda del verano: se disparan un 350% los alquileres de piscinas privadas

Cocopool, la pionera firma catalana de alquiler de piscinas a particulares, registra un gran incremento de reservas en todo el país

Una de las piscinas anunciadas en Cocopool | Cedida Una de las piscinas anunciadas en Cocopool | Cedida

La ola de calor, con temperaturas que superan los 40 grados en muchas regiones del país, ha llevado a los bañistas a buscar alternativas para mantenerse frescos. Así lo asegura Cocopool, la plataforma con la que se pueden alquilar más de 300 piscinas privadas, que ha registrado un aumento del 320% de las reservas en Barcelona durante la ola de calor perteneciente a este mes de julio. Se trata de un incremento "sin precedentes" que refleja la demanda creciente de soluciones refrescantes y accesibles para combatir las altas temperaturas.

Més info: Cocopool, el Airbnb de las piscinas que refresca a los catalanes

Además de Barcelona, las ciudades con más demanda de alquiler de piscinas incluyen Madrid (350%), seguida por otras localidades más pequeñas como Valencia (580%), Sevilla (450%) y Alicante (820%). En estas áreas, la escasez de espacios públicos adecuados para el baño y el aumento de las temperaturas han impulsado a más personas a buscar alternativas privadas. En este sentido, Cocopool ofrece la opción de alquilar entornos seguros y exclusivos para disfrutar con familiares y amigos.

Tal como detalló a VIA Empresa el cofundador de la iniciativa, Gerard Xalabardé, cada bañista paga, de media, unos 30 euros de alquiler por persona y día, y los propietarios ganan alrededor de unos 4.000 euros por temporada. Aun así, aquellos que saben sacar el máximo provecho de sus piscinas pueden llegar a ganar hasta 10.000 euros. "Es una excelente manera de monetizar un espacio que de otro modo estaría infrautilizado”, apunta Eric Mayo, anfitrión en Barcelona.

Cocopool ha registrado un aumento del 320% de las reservas en Barcelona

Los potenciales usuarios de la plataforma son “los anfitriones, que suelen vivir en poblaciones alrededor de las grandes ciudades en las que se encuentran los bañistas”, según apuntó Xalabardé a VIA Empresa, que suelen ser “personas de entre 35 y 65 años que buscan una fuente de ingresos extra, y que se sienten cómodas utilizando otras plataformas de economía colaborativa. Muchas veces, mientras su piscina está siendo alquilada por bañistas, los propietarios se mantienen dentro de su domicilio, ya sea teletrabajando o viendo una película, pero a la vez ganando dinero”. Por otro lado, los bañistas suelen ser perfiles de todo tipo.

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