El 1 de septiembre de 2022, una acción de Nvidia tenía un coste de 12,14 dólares. La empresa de microprocesadores había caído un 19,55% en bolsa después de hacerlo en casi un 17% en el mes anterior. El 1 de julio de 2024, este mismo título ha pasado a costar 128,28 dólares y la compañía tiene un valor de 3,3 billones de dólares, es decir, 11 veces más que el PIB de Catalunya. En menos de dos años, la firma, que ya estaba consolidada como gigante tecnológica, ha disparado sus ingresos un 262%, mejorado la valoración en un 250% y multiplicado por siete los beneficios. Incluso ha tenido tiempo para estrenar nuevas oficinas centrales futuristas con el nombre de Voyager, en homenaje a Star Trek. ¿El motivo? La inteligencia artificial.
Cualquier empresa del mundo incluye a la IA en sus planes de futuro. Lo que diferencia a Nvidia es que ellos fueron pioneros. Para situarnos: la empresa estadounidense se dedica a fabricar chips gráficos, más conocidos como GPU en el sector de la informática. Esto significa que cualquier ordenador y videoconsola del planeta necesita uno de estos chips físicos para poder funcionar. En el caso del fenómeno de la IA, los chips de Nvidia son absolutamente fundamentales para entrenar a los sistemas que están surgiendo. En otras palabras: cualquier gigante tecnológica que imaginamos (Meta, Apple, Microsoft, Google o Amazon, por ejemplo) depende actualmente de los productos de Nvidia para poder progresar en la carrera de la IA.
En sólo un año, Nvidia ha pasado de ingresar 2.043 en 14.881 millones de dólares en el periodo que comprende de febrero a abril
Con esta información parece más fácil entender unos datos alocados. A finales del pasado mes de mayo, Nvidia publicó sus resultados trimestrales, que presentaban unos beneficios récord. En solo un año, han pasado de ingresar 2.043 a 14.881 millones de dólares en el periodo que comprende de febrero a abril. El crecimiento es de un 628% y la firma ya ha comunicado que espera elevar el margen todavía más de cara al segundo trimestre. El mercado les da la razón: Bank of America concluyó hace unas semanas que las acciones de Nvidia todavía podían mejorar, y así fue. Sólo unos días más tarde, la compañía de microprocesadores superó Apple y Microsoft y se convirtió oficialmente en la empresa más valiosa del planeta.
Tan fuerte es el repunte que Nvidia decidió desdoblar cada acción en 10, con el objetivo de rebajar el precio de sus acciones y hacerlas todavía accesibles para el mercado. De acuerdo con los pronósticos de Bank of America, el margen de FCF (flujo de caja libre) podría ser superior al 57%. "A este ritmo, Nvidia podría generar más de 120.000 millones de dólares en FCF en los próximos dos años y más de 200.000 millones de dólares en FCF en los próximos tres años, creando una fuerte opción de crecimiento", explicó la entidad.
El futuro pasa por alianzas
La dependencia de las demás gigantes de Silicon Valley es una constatación, pero podría tener los días contados. Hace tiempo que Apple, Microsoft, Amazon y Meta están desarrollando sus chips para evitar agrandar el monstruo de Nvidia, pero todavía están muchos años por detrás. En ese sentido, la apuesta de la firma de microprocesadores son las alianzas. Hace unas semanas, se unieron con HP para presentar Nvidia AI Computing by HPE, una cartera de soluciones de IA. Principalmente, se trata de un producto que permite a las empresas de todos los tamaños obtener un camino eficiente energéticamente, rápido y flexible para desarrollar y desplegar de forma sostenible aplicaciones de IA generativa.
Como no podía ser de otra forma, también siguen optimizando su cartera de productos. Últimamente, introdujeron el B200, considerado el chip más potente del mundo. Es capaz de triplicar la cantidad de transistores del modelo que lanzaron al mercado previamente (el H100) y multiplicar por 30 su rendimiento, con un consumo de energía 25 veces menor. ¿Su precio? En torno a los 40.000 dólares.
Además, Nvidia también está presente en el sector de la supercomputación. Todavía está lejos del Frontier, el mejor superordenador del mundo con un rendimiento de 1.194 petaflops por segundo. De hecho, aún están por debajo del MareNostrum5 catalán, que dispone de una potencia de 138,2 petaflops por segundo, pero su Eos es el noveno superordenador del planeta, con un potencial de 121,4 petaflops por segundo.
11 veces el PIB de Catalunya
Catalunya (más concretamente Barcelona) es uno de los grandes hubs de innovación tecnológica en Europa y también en el mundo. En los últimos años, el tejido ha crecido exponencialmente. Pues bien, si además de esta gran red tecnológica sumáramos el resto de industrias que hay en el territorio, Catalunya todavía estaría once veces por debajo del valor de Nvidia. Expresado en cifras: el PIB catalán se encuentra en 292.474 millones de euros después de crecer un 2,6% durante el año pasado. Muy lejos de los 3,3 billones de dólares (casi 3,1 billones de euros) en los que el mercado tasa Nvidia.
El caso de la fabricante de chips gráfico no es exclusivo. De las conocidas como MAGA (Microsoft, Apple, Google y Amazon), todas ellas superan ampliamente el PIB de grandes países. De hecho, gracias a la aportación de estas gigantes tecnológicas, el estado de California sería la quinta economía del planeta si se convirtiera en un país. Sólo Estados Unidos, China, Japón y Alemania podrían hacer frente al potencial del tejido tech.
Este dato subraya aun más el poder que tiene Silicon Valley, que convierte grandes ideas tecnológicas en transatlánticos: siete de las 10 compañías que tienen más valor en el planeta están relacionadas con este sector, y no necesariamente tienen que ser las que más facturan. Por ejemplo, en el ranking del pasado 2023, Walmart, Saudi Aramco y State Grid ocupaban las tres primeras plazas. Solo Amazon aparecía en el top 5, en cuarto lugar. De hecho, si ampliamos la clasificación a 25 empresas, tan sólo se cuela una tech más: Apple, en octava posición. Microsoft, Meta, Google o la más valiosa, Nvidia, ni aparecen.
Nvidia, una empresa de millonarios
En un contexto en el que las acciones de la compañía se han revalorizado un 1.200% en cinco años, no todo son buenas noticias para Nvidia. Muchos de sus trabajadores más veteranos tienen acciones de la empresa, lo que se ha traducido en una lluvia de millones en sus oficinas. No sólo Jensen Huang, CEO de la firma, se ha visto beneficiado, sino que muchos trabajadores de toda la vida han rebajado su implicación en el trabajo o directamente han plegado. El segundo caso no es realmente un problema, pero el primero sí supone una complicación para Nvidia, cuya política es la de no despedir a ningún trabajador. De hecho, no han realizado ningún recorte de personal desde el año 2008.
Según explicaron distintas personas de la plantilla, Nvidia no dispone de ningún programa de reevaluación de rendimiento, a diferencia de otras tecnológicas que, al ver que un trabajador rebaja sus prestaciones, lo reconduce a través de este método. De hecho, la compañía estrenó unas nuevas oficinas centrales en Santa Clara en 2022 con una temática futurista, espacios de reuniones al aire libre y estudios individuales diáfanos ajardinados, entre otras cosas. El recinto es gigante: casi 70.000 metros cuadrados y un curioso nombre, Voyager (en honor a la película Star Trek), al servicio de su plantilla. La enormidad y el futuro son quizás los términos más adecuados para definir lo que es hoy Nvidia.