"Transformamos espacios grises en oasis azules". Esta es la filosofía detrás de Ocean Ecostructures, un proyecto nacido en Barcelona cuyo objetivo es revertir el daño causado por las infraestructuras humanas en el mar, regenerando vida y biodiversidad a través de tecnologías innovadoras y pioneras a nivel mundial. Una iniciativa que surgió en 2021 y que ya ha recibido reconocimientos internacionales, siendo seleccionada para regenerar la fauna marina en la mayor obra civil construida en Europa.
La idea es simple: replicar arrecifes naturales en las infraestructuras de hormigón y otros materiales construidos en el mar. Y el resultado es sorprendente: la biodiversidad se multiplica por seis. Sin ir más lejos, han recuperado el caballito de mar en el puerto de Palamós. Sin embargo, la tecnología que hay detrás es puntera y única.
La unión hace la fuerza y la felicidad del mar
Ocean Ecostructures nació de la unión de tres personas con perfiles muy diversos: un biólogo marino, una oceanógrafa y una especialista en el mundo empresarial: Ignasi Ferrer, Mireia de Mas y Anna Lloveras. Tenían en común la preocupación por el rumbo de los mares y océanos, cada vez más afectados por la acción humana y con 16.000 especies amenazadas.
"Observamos una degradación creciente: hemos perdido el 50% de la biodiversidad por el aumento de la presión humana sobre los mares. Pero necesitamos unos mares saludables porque son uno de los mayores activos que tenemos, fuente de recursos y bienestar", resume Ignasi Ferrer, actual CEO. Por ello, decidieron buscar una solución que permitiera continuar usando el mar de manera sostenible.
Ferrer: "Transformamos espacios grises en oasis azules: invertimos el proceso de humanización del espacio natural."
De esta forma, comenzaron a colaborar con científicos para encontrar la mejor solución para regenerar todos estos ecosistemas destruidos y perdidos. Y la ambición era y sigue siendo máxima: "Tenemos un propósito muy concreto; renaturalizar 20.000 espacios de aquí a 2030. Esto tendría un gran impacto en la regeneración de vida marina".
Para Ferrer, este paso implica un "cambio de paradigma" que permitiría convertir las infraestructuras humanas, "que son destructoras de la naturaleza", en "aliadas del océano". "Transformamos espacios grises en oasis azules: invertimos el proceso de humanización del espacio natural", resume.
¿Cómo se regenera un ecosistema marino?
De manera sintética, Ocean Ecostructures ha conseguido replicar el funcionamiento de un arrecife natural y concentrarlo en una estructura de dos metros por uno, que se puede colocar sobre cualquier infraestructura en el mar y en cualquier posición. Desde plataformas petrolíferas hasta parques eólicos. Es decir, unos arrecifes artificiales que regeneran la vida y renaturalizan su entorno gracias a la generación de más oxígeno y la mejora de la calidad del agua, entre otros factores. Todo esto con una tecnología y unos materiales únicos que están en proceso de patente. No existen alternativas similares.
Un caballito de mar en Palamós
La Marina de Palamós fue la primera en confiar en ellos: "A las pocas semanas, comienzas a ver que en esa pared de cemento que tenía 9 o 10 especies, empiezan a aparecer algas diferentes y en pocos meses se crea un nuevo ecosistema alrededor de nuestra estructura; entre el doble y seis veces más especies". El caballito de mar que apareció en el puerto de Palamós es uno de sus emblemas: "Fue extraordinario". Después se fueron extendiendo por la Costa Brava y la costa catalana: en Vilanova han recuperado el mero en el puerto y en Barcelona, el pez ballesta.
La tecnología y los materiales que utilizan convierten a Ocean Ecostructures en una solución única que permite replicar un arrecife natural de la manera más eficiente. "Nos otorga una capacidad de regeneración extraordinaria", destaca Ferrer.
La isla artificial más grande del mundo
En enero de 2023 tenían apenas una veintena de unidades en el agua. Ahora, más de 200 y están en proceso de fabricación y colocación de 600 más. Han pasado de cuatro a veinte trabajadores y han sido destacados internacionalmente, por ejemplo, como una de las doce empresas emergentes seleccionadas en un programa del Nasdaq. Hasta ahora, la mayor parte de su implantación ha sido en España, pero ya están colaborando en proyectos internacionales.
El proyecto más emblemático, que los ha llevado a aparecer en titulares de todo el mundo, es su selección para regenerar la vida marina en la infraestructura marítima más grande de Europa: una isla artificial que se construirá en el Mar del Norte. Esta infraestructura concentrará todo el cableado y las conexiones del área eólica marina del Mar del Norte y ocupará una superficie de seis hectáreas. La empresa catalana instalará hasta 200 estructuras de arrecifes artificiales en una primera fase.
Combatiendo el ecoblanqueo
Pero el valor añadido de Ocean Ecostructures va mucho más allá de la regeneración de espacios marítimos. Sobre los arrecifes han creado tecnología robótica y drones submarinos para monitorizarlos y recopilar datos sobre la regeneración de la vida, calcular la biomasa generada y el CO₂ absorbido. Todo gestionado mediante inteligencia artificial y tecnología de datos que permite hacer predicciones, comparaciones, etc. De esta forma, los clientes pueden demostrar el impacto positivo de su infraestructura y combatir el ecoblanqueo con datos reales. "Esto es lo que nos hace únicos", recalca Ferrer.
Este es el proyecto revolucionario nacido en Barcelona que aspira a transformar y recuperar la vida en los mares y hacer compatible el desarrollo humano con la biodiversidad marina. Ignasi Ferrer concluye con un mensaje final: "La preocupación y sensibilización por el estado del mar está creciendo, pero estamos lejos de donde deberíamos estar."