Trabajar a más de 40 grados puede parecer una pesadilla, pero para 11 empleados de un BurgerKing en Cambrils, se convertirá en una realidad a inicios de este mes de agosto. El episodio, causado por un problema de climatización que arrastrado desde abril, terminará atención médica por posibles golpesdecalor de los trabajadores y el establecimiento cerrado. Situaciones como esta podrían multiplicarse fácilmente cuando un empresario no se toma en serio las medidas contra el calor en las oficinas y puestos de trabajo, así como los riscos que pueden comportar. Si bien en nuestros domicilios el aire acondicionado, los ventiladores y la iluminación LED se han convertido en imprescindibles, en el entorno laboral no debería ser distinto.
Un incremento del 3% de la demanda en el sector servicios
El mes de agosto del pasado 2023, la Agencia Estatal de Meteorología definió ese período como el más caluroso de toda la serie histórica, lo que explicó unos significativos aumentos de la demanda eléctrica por motivos de refrigeración, tal como lo señala RedEléctrica en su índice de evolución mensual del consumo de las empresas que tienen una potencia contratada superior a los 450 kilovatios. El organismo advirtió que en el sector de servicios podría existir un 3% más de demanda que en agosto de 2022.
Agosto de 2023 fue el mes más caluroso de toda la serie histórica, según la Agencia Estatal de Meteorología
“Depende mucho del sector, hay actividades de oficina en que la solución es tan sencilla como instalar un aire acondicionado, un hecho que comporta el aumento del gasto en la factura de la luz, pero hay otras actividades donde las soluciones son más limitadas, como es el caso de la obra o la agricultura, que deben limitarse a no trabajar durante las horas centrales del día”, apunta en VIA Empresa AntoniCunyat, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. “Lo mismo sucede en el ámbito de la restauración, muy ligado al turismo; la hora de más actividad en un chiringuito, por ejemplo, es la del almuerzo, y en las terrazas normalmente no hay aires acondicionados. Por lo tanto, estos negocios deben vigilar a los trabajadores y hacer más rotaciones para que estos descansen y se hidraten correctamente”, añade.
Los límites de temperatura
A pesar de las diferencias que podemos encontrar entre sectores o entre regiones del territorio, la legislación española contempla una serie de requisitos ambientales que deben cumplirse: “En el Real Decreto 486/1997 con el cual se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, se diferencia claramente entre los establecimientos de trabajo sedentario y de trabajo ligero”, apunta en VIA Empresa RogerBarba, asesor jurídico especializado en derecho empresarial.
“En el primer caso, es obligatoria una temperatura de entre 17 y 27 grados; en el segundo, entre 14 y 25”, añade Barba. El asesor recuerda, sin embargo, que la temperatura no es el único indicador a tener en cuenta: la humedad, especialmente en establecimientos donde existan riesgos por la electricidad estática o con corrientes de aire, son también aspectos que cada organización debe tener especialmente presente: “Aun así, el mismo Real Decreto recoge que todos estos requisitos deben tener en cuenta las limitaciones de cada lugar de trabajo”, comenta Barba.
Buena predisposición para adoptar la energía solar
Si bien situarse entre los límites establecidos por la ley en ciertos casos puede representar un gasto económico más elevado de lo previsto, a raíz de las elevadas temperaturas, especialmente cuando las olas de calor acechan, muchas organizaciones están buscando soluciones de autoconsumo solar, lo que está contribuyendo a acelerar la transición energética. En este sentido, el ritmo de penetración de la energía solar en el tejido empresarial se ha visto incrementado en los últimos años hasta alcanzar, según KPMG, que el 32% de las empresas españolas ya dispongan de una instalación solar fotovoltaica, y un 91% de las que aún no han dado el paso tienen previsto hacerlo.
Las consecuencias de no proteger a los trabajadores: de los 2.000 al millón de euros de sanción
Ahora bien, no buscar ningún tipo de solución e incumplir con el deber de protección de la seguridad y salud de los trabajadores, tiene consecuencias. El pasado verano se detectaron un total de 241 infracciones en España que se tradujeron en multas y requerimientos por un valor total de 1,2 millones de euros, según los datos publicados a inicios de este verano por la vicepresidenta segunda del gobierno español, YolandaDíaz. Es decir, el ticket medio de la multa ronda los 5.000 euros.
El pasado verano se detectaron 241 infracciones en España que se tradujeron en multas por un valor total de 1,2 millones de euros
Aun así, la legislación española contempla la gravedad del caso, en función de si es grave o muy grave. En el primer supuesto, las multas pueden ir desde los 2.451 euros hasta los 49.180; en el segundo, de los 49.181 a los 983.786 euros. A estas se podría añadir la paralización de la actividad, uno de los mecanismos de actuación que también disponen los inspectores de Trabajo.