La panera de Nadal es una tradición que se remonta a la época de los romanos. Durante estas fiestas, los patrones compartían pequeños obsequios con sus trabajadores. Normalmente era comer, porque era una cosa fácil de repartir y de goce general. Se decía sportula y tenía forma de cesto donde iban los productos, tal como todavía concebimos hoy en día los lotes tradicionales
La Administración Pública marcó los precedentes en la era moderna, seguida del sector privado. Y no se ha visto truncado en ningún momento hasta la crisis del 2008, la cual hizo que algunas empresas eliminaran totalmente las paneres para los empleados y colaboradores, y muchas, redujeran considerablemente la cantidad o calidad de los productos.
Poco a poco se ha ido recuperando la tradición, como se ha hecho con las comidas y cenas navideñas con los compañeros de trabajo o las pagas extra. Ahora bien, el concepto ha cambiado: si antes casi la totalidad de los lotes contenían víveres, ahora la gama se amplía y se adapta a las nuevas tendencias como cosmética, escapadas o productos ecológicos; si hablábamos de cajas, cestas o baúles que podían llegar a costar 700 euros, el presupuesto puede caer a los 17 euros por obsequio.
Productos ecológicos para el día a día
Regalar jamón por Nadal puede seguir siendo interesante, pero la ecología y la salud son ahora de gran interés para los compradores. Es el que vieron hace un año las emprendedoras francesas Ludmilla De Bie y Camille Deverly, que han creado en Barcelona la firma Greenmood Bazaar desde la cual comercializan estos meses paneres corporativas. A los lotes ponen, por ejemplo, un lápiz que incorpora adentro entonces que se pueden plantar una vez se ha consumido o uno tiene macerat en frío hecho de manera sostenible. "Los regalos corporativos normalmente se lanzan, no gustan a la gente porque son detalles con logotipo, por eso nuestra idea es crear cajas a medida con productos sostenibles", apunta De Bie, cofundadora y responsable de marketing de la firma.
Entre su catálogo se pueden encontrar discos por desmaquillar-se lavables, que ayudan a reducir los residuos porque son reutilizables o una pasta de dientes sólida al 100% natural elaborada con carbonato de calcio y aceite de coco, entre otros. Los productos se dividen siguiendo las filosofías Natural Beauty, Slow Food, Eco Lifestyle, Green Living y Hazlo Green-DIY.
A Greenmood Bazaar buscan aquellos detalles corporativos que se alejan de los convencionalismos para intentar conquistar públicos nuevos. "La gente quiere consumir mejor y productos de más calidad, por eso hemos querido crear una comunidad ecológica para romper con la idea que sólo los hippies los interesan estos productos", explica la emprendedora.
Cava? No, mejor aceite
El Molino els Torms de Lleida es una de las empresas que se ha sumado a la oferta de lotes de Nadal. Cuando parecía que la crisis llegaba al final y que la economía remontaba, fue cuando notaron el punto de inflexión. "Empezamos a ver que veníamos más por Nadal, que había quién sustituía las bebidas alcohólicas otras tipos de productos como los aceites", señala la directora comercial, Emma Rovira.
Así es como el aceite de oliva virgen extra ecológico que elaboran pasó a ocupar un lugar en los lotes y, incluso, monopolizar en su totalidad la panera. Inicialmente distribuían sólo latas y botellas, pero el interés creciente a escala corporativa para tener un packaging que dé la impresión de lote los trajo a crear los paquetes de regalos.
Los precios varían entre los 17 y los 30 euros en función de la cantidad y la diversidad: más o menos botellas y latas, aceites con hierbas aromáticas, olivas, olivada... Y también se los ha que hacen sus packs personalizados o quienes sólo adquieren latas para elaborar su propio lote con "algún vino o queso que den un toque gurmet al regalo", comenta. Pero siempre se busca gastar poco y quedar bien.
Tal como admite Rovira, "las cestas de antes ya no se volverán a ver, han quedado un poco desfasadas. Cada vez vamos a menos producto, pero más bueno". Cada año es un nuevo reto para ellos, porque la demanda crece. De hecho, las ventas de noviembre y diciembre suponen el 25% de los ingresos anuales, teniendo en cuenta que el dato también incluye la venta en particulares.
La cuestión es que tienen claro que tienen que vender un producto de valor añadido, su aceite, con un diseño diferente, el que los ha traído a poner esfuerzos en el embalaje. "A veces vale más el packaging que el producto, pero no es nuestro caso. Utilizamos lata, que hace que se conserve bien el producto, y a la vez es atractiva, entra bien por los ojos, y pesa poco", constata.
Hábitos saludables también por Nadal
No hay cifras que lo ratifiquen, pero no sería osado decir que la gran mayoría de los lotes de Nadal contienen víveres. Por eso una empresa del sector alimentario como Refruiting apostó para poner los dos pies en este segmento. El objetivo inicial de la compañía creada por Ramon Casals, Felipe Ojeda y Fernando Oriol, tal como explica el primero a VÍA Emprendida, es "vender hábitos saludables a las empresas". Desde clases de yoga, charlas, máquinas de zumo para sustituir las de café... y cajas de fruta, el producto estrella.
Accenture, Vueling o Atrápalo son algunas de las 240 empresas a quienes proveen para ayudarlos a impulsar unos hábitos más alineados a los que se están promoviendo en Europa a sus oficinas. Una tendencia que por segundo año consecutivo trasladan a la Navidad con unos lotes especiales: "Productos saludables, producidos en fincas de producción muy limitada y que no se encuentran a los supermercados".
Este no es su core business, Casals insiste a decir que lo es "incentivar otros hábitos a las empresas", pero es uno más además en su tarea. No tienen una previsión de ventas, porque hasta el último momento reciben pedidos, pero el año anterior distribuyeron cerca de 2.000 lotes. "Realmente son pocas unidades", reconoce, "todavía nos encontramos con compañías que en vez de miel o aceite ecológico prefieren el chorizo de siempre, hay mucho trabajo a hacer".
La mayoría de interesados son empresas de comunicación y multinacionales con sede en Barcelona "que cuidan la salud", según apunta el emprendedor y director financiero; y el lote que más éxito tiene es el de 30 euros".
El 85% de los clientes de Refruiting están situados en Barcelona y el resto, por el territorio español. Pero el interés por sus cajas de fruta y productos saludables ha hecho que de cara al primer trimestre del 2018 planteen la expansión en Madrid. La compañía nació el 2015 con el apoyo de Netmentora y del directivo Cristian Rovira y Luis Morilla como mentores.