Una bicicleta eléctrica e inteligente por una suscripción de 45 euros al mes. Esta es la filosofía de Panot, un proyecto nacido en Barcelona que ya cuenta con un millar de suscriptores y que apuesta por transformar la movilidad en las ciudades y el modelo de propiedad tradicional.
Didac Sabaté y Álvaro Ovejero, dos apasionados del ciclismo, son los fundadores de Panot. "Con la pandemia, vimos que habría un cambio radical en la cultura de la movilidad", explica Sabaté, que dejó un buen trabajo en la marca de bicicletas Scott para lanzarse de lleno en este nuevo proyecto.
¿Un salto al vacío?
"Mi esposa me preguntó si estaba seguro de dar este paso", recuerda Sabaté, quien explica que tenía dos hijas y que "no fue una decisión fácil". "Pero era el momento", asegura. A través de sus viajes, habían visto que el modelo de suscripción de bicicletas eléctricas estaba en auge en ciudades europeas y muchas empresas se sumaban. Por eso, la idea era orientar Panot hacia grandes empresas.
Pronto se dieron cuenta de que este camino estaba poco explorado en Barcelona y decidieron orientarse directamente a los particulares, ya que el modelo de suscripción para otros servicios, como Netflix o Spotify, estaba en clara expansión. "Nuestro modelo está entre el 'sharing', como el Bicing, y la propiedad", detalla.
La revolución urbanística de Barcelona
Los fundadores de Panot consideraron que la sociedad estaba evolucionando hacia un concepto más de compartir o de suscripción para escapar de la propiedad, especialmente en las grandes ciudades. Y las bicicletas ganaban terreno. Su objetivo era resolver una realidad de muchos ciudadanos: no usaban la bici por temor a robos y por falta de espacio en casa para guardarla.
Aquí es donde aparece Panot, cuyo nombre también quiere rendir homenaje a este emblema de las calles de Barcelona. "A Barcelona la llamaban Can Fanga, por el barro que se formaba con el paso de los carros. Una de las primeras revoluciones urbanísticas fue el panot y nosotros creemos que la bicicleta es también una nueva revolución urbanística", destaca.
De Bicing a Panot
Didac Sabaté explica que Panot no ofrece solo una bicicleta, sino un servicio de movilidad con asesoramiento, mantenimiento, atención, un taller mecánico e incluso una bici de sustitución: "Eso es lo que valora el usuario". Por eso no ve al Bicing, muy extendido en Barcelona, como un rival, sino como un aliado para introducir a la gente en el uso de la bici. De hecho, fue uno de los motivos que le llevó a impulsar el proyecto: "Vi que los hijos de mi socio de 18 años se movían en Bicing, yo a esa edad iba en moto. Es un cambio radical en cómo se mueve la gente joven".
Pero la bici también "es clave" y la apuesta por la tecnología es sagrada: "Es uno de los puntos que nos diferencia". Las bicis Panot incorporan internet de las cosas, lo que refuerza la seguridad para evitar robos con geolocalización y control a distancia. Además, el usuario puede interactuar con el vehículo, conocer los kilómetros recorridos, el consumo de batería, realizar un mantenimiento predictivo e incluso saber la huella de carbono que ahorra.
Del Primavera Sound a la Copa América
Precisamente, este dato también tiene valor para las empresas, a las que se han vuelto a acercar. Allianz, Primavera Sound o la Copa América son algunos de los grandes clientes que han apostado por las bicicletas de suscripción de Panot. De hecho, uno de los objetivos es hacer crecer este sector, con la intención de llegar a los 1.500 suscriptores antes de que termine el año.
A pesar de tener propuestas para llevar el modelo a otras ciudades, por ahora quieren centrarse en Barcelona, donde todavía ven mucho margen de crecimiento. Un crecimiento que quieren lograr de manera sostenible y sin perjudicar el servicio, "nuestro mayor valor".
"Uno de los éxitos de Panot es haber nacido en una ciudad como Barcelona, una ciudad con mucho por hacer, pero que ha apostado claramente por la bicicleta", concluye Sabaté.