La plantilla de Celsa se plantea ir a la huelga a partir del 6 de enero para protestar contra un incumplimiento del convenio por parte de los nuevos propietarios, los fondos acreedores que han tomado control de la siderúrgica hace dos semanas después de una batalla judicial por la deuda de la empresa. Los sindicatos han convocado asambleas el lunes, el miércoles y el próximo viernes para consultar a la plantilla si quieren emprender acciones de protesta con un paro sobre la mesa, según ha avanzado La Vanguardia y han confirmado fuentes sindicales al ACN. Los trabajadores quieren mostrar su malestar por el retraso en la comunicación del calendario de 2024.
En estos momentos, los fondos acreedores internacionales que acaban de asumir la propiedad de Celsa comienzan a tomar decisiones sobre la estructura del grupo siderúrgico controlado hasta ahora de la familia Rubiralta. La compañía liderada por Rafael Villaseca, que ocupa el cargo de presidente no ejecutivo, ha reordenado y simplificado la matriz con la extinción de dos de las tres sociedades tenedores de acciones, también conocidas como picos.
A partir de enero se incorporará a la compañía Jordi Cazorla como consejero delegado y primer ejecutivo. Será entonces cuando se proceda a completar el órgano de gobierno y enhebrar la recta final del proceso, con la incorporación de un socio industrial de capital español para cumplir las condiciones impuestas por el Govern.