Smart City Expo World Congress (SCEWC), el principal evento mundial sobre innovación urbana y soluciones inteligentes, organizado por Fira de Barcelona, ha anunciado los primeros ponentes de su edición de 2024. La edición de este año cuenta con un programa de más de 600 ponentes y expertos que están dando forma al futuro de la vida urbana, entre ellos Ruha Benjamin, Majora Carter y Stephanie Hare, que buscan establecer un horizonte en que el desarrollo ético adquiera un papel clave en la siguiente era urbana.
SCEWC 2024 se celebrará del 5 al 7 de noviembre en el recinto de Gran Vía bajo el lema Live Better (Vivir mejor) y se centrará en como las ciudades pueden transformarse para convertirse en lugares más habitables y preparados para hacer prosperar sus ciudadanos.
La desigualdad de origen tecnológico es una de las preocupaciones crecientes en un futuro más urbano y tecnológico. Este es el campo de especialización de Benjamin, destacada académica y profesora conocida por su trabajo en la confluencia de raza, tecnología y sociedad. Benjamin es profesora de Estudios Afroamericanos a la Universidad de Princeton y ha estudiado como las tecnologías emergentes y los adelantos científicos repercuten en la justicia social y la desigualdad.
Por otro lado, Carter es una estratega de la revitalización urbana y defensora del medio ambiente conocida por sus esfuerzos para transformar el sur del Bronx, su barrio de origen, mediante la promoción de espacios verdes, el desarrollo económico sostenible y la participación equitativa de la comunidad. Ha recibido numerosos premios por su contribución al desarrollo urbano, entre ellos los de la National Geographic Society y la Environmental Protection Agency.
El impacto de la tecnología en las políticas públicas, los derechos humanos y la justicia social es el dominio de Hare. Con experiencia tanto en el mundo académico como en la industria, Hare ha trabajado en cuestiones relacionadas con la privacidad de los datos, la vigilancia y el uso ético de la inteligencia artificial. Estudia las implicaciones de las tecnologías emergentes en la sociedad, abogando por políticas y prácticas que promuevan la equidad y protejan los derechos individuales, y garantizando que la tecnología sirva al bien público y haga frente a las desigualdades sociales.