Empezar un negocio es mucho más difícil de lo que la mayoría piensa y que perdure en el tiempo, aún más. Uno de los casos más conocidos de "fracaso y reinvención" es el de la startup catalana Nannyfy. Denominada como "el Uber de canguros", ayudaba a los progenitores cuando no se podían hacer cargo de los hijos y fue declarada en 2019 como la mejor empresa emergente del sector en nuestro país. Incluso Google la consideró una de las cien mejores startups del mundo. Mientras la fundadora Claudia de la Riva era entrevistada por los medios de comunicación como caso de éxito y participaba en mesas redondas de debate, pocos meses después la compañía tenía que congelar nóminas y algunos trabajadores se quejaron en las redes sociales.
Uno de los primeros obstáculos que se encontró de la Riva llegó con la pandemia, el confinamiento y la transformación del mundo que conocíamos. En aquellos momentos había que entretener y educar a los niños de forma virtual y el negocio debía cambiar. En enero de 2021 el equipo estaba formado por 14 personas, pero se dieron cuenta de que sólo tenía dinero hasta el mes de agosto y que tocaba “buscar más inversores”. Llegaron promesas, incluso de tres millones de euros de financiación, como apunta la fundadora, pero no fue posible.
De la Riva: "Quiero explicar la cara B de las startups, hay ansiedad, renuncias y es importante la resiliencia"
Empezaron a deber nóminas, a tener deudas con los accionistas y la catalana se quedó sola en la compañía. Afortunadamente, en marzo del 2022, todo cambió cuando encontró nuevos inversores, entre ellos el futbolista del Barça Sergi Roberto. En estos momentos son cuatro trabajadores en Nannyfy y la fundadora de la compañía lo ha plasmado en las redes sociales: "Quiero explicar la cara B de las startups, hay ansiedad, renuncias y es importante la resiliencia".
El fracaso en un absoluto silencio
De la Riva no es el único caso de éxito y fracaso en poco tiempo. Según el Mapa de la Emprendeduría de Spain Startup, el 90% de las empresas emergentes fracasan a los tres años. Si vamos al detalle, el 21,5% abandonan los primeros doce meses, el 29% en el segundo año, el 50% en el quinto y el 70% una década después. Las principales causas de poner fin a un proyecto tienen que ver con una financiación que termina, el mercado equivocado, falta de investigación, mala asociación o pocos recursos en el marketing.
El 90% de las empresas emergentes fracasan al cabo de tres años
Javier López Menacho, autor del libro La farsa de las startups, apunta a que Silicon Valley ha impactado en la creación de imaginarios sociales emprendedores de éxitos, como un sueño americano. "A la élite económica no le interesa hablar de las empresas que no funcionan y, en especial, en el Estado español", destaca López. Los aspectos culturales son muy importantes.
Como consecuencia, una de las principales características de la cultura emprendedora en Estados Unidos es la cultura del reconocimiento del fracaso. "En España iniciar y cerrar proyectos fracasados es una señal de debilidad. En cambio, en Estados Unidos demuestra que se tiene un perfil dinámico e innovador que suma positivamente en el currículo", apunta Enric Serradell, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.
El equipo y el pacto de socios
Mario Brassesco, Head of Strategy and M&A-Bit2me y un gran experto del mundo startupero, tiene claro que el principal motivo de fracaso de una empresa tecnológica tiene que ver con el equipo y sobre todo con la “acción de los socios”. Para Brassesco “escoger un socio es como prácticamente un matrimonio, es una aventura a muy largo plazo y debes escoger un fundador que sea complementario, con una misma ambición y objetivos con el proyecto”. El catalán apunta que es primordial "formar un equipo multidisciplinar con unos valores principales y similares, ya que las opciones que tu compañía fracasen son muy elevadas".
Uno de los temas más olvidados para las empresas emergentes tiene que ver con el pacto de socios que, por quienes no lo conozcan, es un documento o contrato que regula las reglas del juego entre los socios. Por ejemplo, ¿qué puede suceder si uno de los socios decide irse? ¿Y si reciben una oferta de compra? ¿Y si uno de los cofundadores le hace competencia a la propia compañía? Brassesco afirma que es de vital importancia que “si las bases no están establecidas, la compañía puede tener muchos problemas”.
Serrijón: "A la élite económica no lo interesa hablar de las empresas que no funcionan"
Otra problemática tiene que ver con lo que se conoce como "no encontrar el product manager feed", es decir, que los emprendedores se enamoran de su idea y en ocasiones no resuelva un problema real. Es importante que como compañía se genere valor, retención y que lo que te cueste captar a un cliente sea inferior al que te cuesta llevar a cabo el producto. Para el experto "muchos emprendedores no validan suficientemente la idea, no analizan el mercado, ni la competencia y se centran mucho en el producto y muy poco en el canal de venta y distribución".
¿Existen algunos sectores que sea más habitual fracasar?
Sin lugar a dudas, el fracaso en las empresas emergentes es común en la mayoría de los sectores y eventos, como todo en la vida, apunta Brassesco. "Hay sectores más complejos con productos más difíciles donde se requiere mayor capital de entrada, pero si lo consigues, el regreso es más elevado. Por ejemplo, el mundo fintech, la inteligencia artificial o las criptomonedas. Y, por suerte, los inversores están dispuestos a pagar un mayor riesgo para un mayor retorno”, destaca.
Brassesco: "Escoger un socio es prácticamente un matrimonio y una aventura a muy largo plazo"
Como casos interesantes a tener en cuenta se encuentra el de Glovo que, gracias a disponer de un pacto de socios bien establecido en sus inicios, uno de los socios lo dejó y Oscar Pierre pudo escalar el proyecto sin problemas. O experiencias donde la construcción del equipo ha marcado la diferencia, como por ejemplo con Housfy, en el que el CEO es Albert Bosch, con mucho conocimiento del sector, junto con un CTO del mundo proptech y un socio como Nuclio Venture Builder que ya tenía mucha experiencia en el mundo.