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Port Aventura, 25 años de un Dragon Kahn de Disney

Port Aventura llega a su 25º aniversario en un año amargo para el turismo a pesar de ser el sexto parque temático más visitado de Europa

Puerto Aventura dibuja el paisaje de Salou | Europa Press
Puerto Aventura dibuja el paisaje de Salou | Europa Press
Tarragona
31 de Agosto de 2020

Para entender el origen de Port Aventura hay que retroceder hasta el año 1984, cuando empezó el proceso para instalar un parque Disney en Europa. La Costa Daurada vio como se le escapaba la oportunidad de ser la sede europea de Disneyland, que se acabaría ubicando en París. Aquel proceso, pero, fue la clave que abriría el camino a Port Aventura. La Generalitat y la Administración local de Vila-seca y Salou no quisieron renunciar a la construcción de un parque temático: una manera de desestacionalitzar, fortalecer y reconvertir el sector turístico de la zona, poco profesionalizado y basado en el modelo de sol y playa. El impulso definitivo llegó con la Ley 2/1989 sobre Centros Recreativos y Turísticos, que aprobó la Generalitat en 1989. La empresa americana Anheuser Busch ganó el concurso público para la construcción del parque, que se quería inaugurar en 1992.

 

Fueron años de negociaciones, tanto por las expropiaciones de terrenos como por la presión otros sectores del territorio, especialmente de la industria química. Pero un factor puso en riesgo por encima del resto la construcción del parque: la emancipación del núcleo de Salou de la vecina Vila-seca. La segregación retardó los trámites y abrió una lucha para los límites territoriales de cada municipio, que llevaron a la empresa promotora a plantearse de abandonar la operación. Finalmente, el proyecto del parque salió adelante. Primero tenía que traer el nombre de Tibi-Gardens. Finalmente, pero, abrió al público general con el nombre definitivo de Port Aventura, el 2 de mayo de 1995.

Del sueño de conseguir tener la sede europea de Disneyland se pasó en un parque temático que hoy en día es el primero del Mediterráneo

El parque que conocemos hoy en día es bastante diferente al de aquel 1995. Con numerosos cambios de accionariado y de nombres, PortAventura World Parks & Resort se ha acabado convirtiendo en un resort con seis hoteles, un centro de convenciones y tres parques: al original Port Aventura Park se han sumado Caribe Aquatik Park y Ferrari Land. A pesar de que la idea original no se ha llegado a desarrollar nunca del todo, se ha convertido en uno de los complejos recreativos más importantes de Europa, y el primero del mundo mediterráneo.

 

Un impacto clave en el territorio

Port Aventura ha tenido una gran influencia, no sólo en Vila-seca y Salou, sino también en toda la Costa Daurada, en Catalunya y en el mediterráneo español. El parque ha ayudado a desestacionalizar y a diversificar la actividad turística, a mejorar la oferta general de la zona y a atraer nuevas demandas de visitantes. "Port Aventura marca un punto de inflexión importante", explica Salvador Anton, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universitat Rovira i Virgili (URV) y autor del libro The global theme park industry. "Simboliza el paso de una manera de hacer turismo centrada en el sol y la playa a una dinámica más heterogénea, compleja, diversa y diversificada que se ha consolidado como manera de hacer turismo los últimos 25 años. Port Aventura marca la tendencia y el punto de inflexión, y sitúa la Costa Daurada en la vanguardia", añade.

Anton: "Port Aventura marca la tendencia y el punto de inflexión, y sitúa Costa Dorada en vanguardia"

La influencia de Port Aventura también va más allá del modelo turístico. El parque ha contribuido a la mejora de las infraestructuras y los servicios de transporte, ha creado nuevos puestos de trabajo y ha generado riqueza y actividad económica. Y, evidentemente, ha contribuido a cambiar el paisaje de la zona donde está ubicado. "Ha sido un elemento clave para la transformación de la zona costera del Camp de Tarragona", asegura Josep Oliveras. El catedrático emérito de Geografía de la URV, autor del libro La aventura de Port Aventura. La evolución y el impacto del Parque Temático añade que el parque "ha contribuido a cambiar formas de hacer y mejorar equipamientos, servicios y estructura urbanística" de todo este sector de la Costa Daurada. En algunos aspectos la transformación también ha tenido efectos negativos, como con la atracción de mano de obra poco formada y poco integrada en las poblaciones del entorno.

Viendo este impacto, es inevitable preguntarse cómo habría sido la Costa Daurada si finalmente no se hubiera instalado Port Aventura. Oliveras cree que en función de quién hubiera gobernado, o de si finalmente Salou se hubiera segregado o no, se habría actuado de una forma o de otra en relación con el turismo. "Pero habríamos ido hacia una especie de Lloret de Mar. A un campi qui pugui donde cada cual edificara de una manera, con diferentes planes parciales. No habría tenido la calidad que hoy en día tienen Salou y Vila-seca", asegura Oliveras.

Planificación, gestión e innovación

Después de 25 años y con unos 4,5 millones de visitantes cada año, Port Aventura es el sexto parque temático más visitado de Europa, y de los pocos del Estado español que resultan rentables. No pueden decir lo mismo otros espacios como Terra Mítica en Benidorm, el Parque Warner de Madrid o Isla Mágica en Sevilla. Tres factores han sido claves por este éxito: planificación, gestión e innovación.

Salvador Anton reitera que "Port Aventura no ha permitido la obsolescencia del producto"

"El diseño de Port Aventura fue muy adecuado: tanto en la propia calidad del parque como en el paisajismo, las atracciones...", explica Salvador Anton. También se dimensionó correctamente en superficie, en equipamientos, en inversión y en visitantes. El parque cuenta con un mercado de proximidad importante en las áreas de Tarragona y Barcelona, y ha generado su propia dinámica hotelera, además de asociarse con los hoteles de la zona. Eso le ha permitido llegar al número de visitantes que tenía previstos. Además, no ha parado de renovar y ampliar el proyecto. "Port Aventura no ha permitido la obsolescencia del mismo producto: ha ido renovando continuamente su oferta", asegura Anton. La prueba es que ha pasado de un parque a un auténtico complejo que engloba muchas más cosas.

Retos de futuro

A corto plazo, el futuro de Port Aventura está marcado por un reto que no se esperaba, como todo el sector turístico mundial. La crisis del Covid-19 no sólo ha amargado el 25º aniversario: primero, ha obligado a parar la actividad y, después, a llevarla a cabo con muchas restricciones. Si un parque temático se tiene que ajustar a un cierto número de visitantes para ser sostenible económicamente, ni las restricciones en la movilidad ni las medidas de distanciamiento le ayudan a hacerlo posible. "No es un año nada fácil, al contrario", asegura Anton. De hecho, el mes de marzo la agencia Moody's avisó que Port Aventura podría perder hasta un 50% de los ingresos y tener problemas de liquidez debido a la crisis sanitaria.

Al mismo tiempo, Port Aventura tiene el reto de continuar diversificando su oferta sin perder la identidad, y generar nuevas oportunidades de visitantes. Otra cuestión clave es su integración en el territorio. "Port Aventura es un buen ejemplo de integración. No es un espacio que esté al margen de lo que sucede a su alrededor: está muy involucrado, desde el punto de vista institucional y funcional. Este es un reto permanente que se tiene que tener en cuenta", explica Anton. Habrá que ver, también, cuál será el impacto que tendrá en el parque el complejo de Hard Rock, si se acaba instalando entre Vila-seca y Salou. De momento, la crisis del Covid-19 ha provocado el atraso en la compra de terrenos hasta el otoño.

La agencia Moody's avisó que Port Aventura podría perder hasta un 50% de los ingresos y tener problemas de liquidez debido a la crisis sanitaria"

"El turismo es un sector un poco delicado, como se ha visto en esta crisis", asegura Oliveras, que cree que la clave es mantener siempre la calidad por delante de la cantidad. Y combinar el turismo con otras actividades en un mismo territorio. "Los territorios que juegan con el turismo tienen que jugar con otras cosas. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta. Una comarca o territorio equilibrado también tiene que intentar tener una industria modernizada y al día", explica.