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Qué quieres, dinero o vocación?

Tener trabajo estable o un buen sueldo no son suficientes para mantener la motivación y la ilusión, dos síntomas que demuestran que hay que reinventarse profesionalmente

La vocación es más fuerte que la tranquilidad de tener un trabajo estable
La vocación es más fuerte que la tranquilidad de tener un trabajo estable
Barcelona
12 de Septiembre de 2017

Ni tener una buena posición al trabajo, ni un horario estable o un sueldo generoso son suficientes para esconder los deseos vocacionales. A veces hace falta un cambio de aires, más o menos radical, pero hace falta. Tal como indica Adecco en su último estudio sobre el clima laboral, el 36,1% de los españoles elegiría ahora otra carrera profesional si pudiera volver atrás. Y el septiembre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso, puede ser el momento perfecto.

 

La desmotivación, la irritación o el agotamiento derivado del trabajo son indicios que muestran que quizás hace falta este cambio de aires y devolver a los orígenes. O quizás el mejor síntoma es la intuición, como vivió en Daniel Rosselló, quién decidió poner fin en una carrera más que sólida en el campo del marketing para dedicarse a la medicina. "Si cuando te quites por la mañana tienes la sensación que no estás haciendo el correcto, tienes que buscar realmente qué es el que quieres hacer, y yo sabía que quería ser médico", relata.

Rosselló: "Si cuando te quites por la mañana tienes la sensación que no estás haciendo el correcto, tienes que buscar realmente que quieres hacer"

 

Este latido, aún así, viene de lejos. Rosselló había hecho el bachillerato científico con la idea de entrar en el ámbito médico, pero se decantó para entrar a Esade al ver que no le llegaba la nota. "Siempre me había gustado mucho la economía y la gestión", justifica sobre la elige de la nueva carrera, la cual complementó con un máster en marketing que lo introdujo en el mundo laboral.

 

Dejar una multinacional para seguir tu sueño

Rosselló ha trabajado a Sony, Merck y Procter&Gamble, donde desde hacía dos años ocupaba el cargo de responsable a Iberia del marketing de Herbal Essence desde Madrid. "Unos trabajos bastante buenos para la edad que tenía entonces", reconoce, "justamente me estaban ofreciendo hacerme cargo de más marcas cuando decidí marchar". Un incremento de responsabilidad y reconocimiento que habría hecho contento cualquier, o al menos cualquier que supiera que estaba en el lugar correcto.

Ni el trabajo estable en una multinacional es capaz de motivar un trabajador que se siendo fuera de lugar

 

El que vivióIgnasi Melià, ingeniero industrial, es muy parecido. En su caso, pero, decidió dejar Nissan y su vida en Suiza, donderesidirá desde hacía nuevo años. "Llegó un punto en que me pidieron ir a otros países para ir creciente dentro de la empresa y sentí que no me apetecía", explica.

"Hacía tiempo que veía que la automoción no estaba hecha para mí", continúa, "siempre he tenido una parte artística y me interesaba muy también el marketing y el branding, y aproveché la situación". El resultado fue un periodo de investigación, de formación – "de manera autodidàctica"- y de tomar la decisión de volver a Barcelona para adentrarse en el mundo textil y crear la marca de ropa y complementos Artimañas, inspirada en el surf y el Mediterráneo. "La idea era aprovechar el know how de la industria textil y producir en casa, que el dinero no sevayan afuera como pasa siempre", añade.

Dar más de un mismo

El cambio de profesión de Alfred Cause viene dado por el hecho de querer ir más allá de las tareas de su trabajo. Después de ocho años y medio a Telecos.cat , asesorando ingenieros en temas técnicos y normativos, y coordinando las formaciones y grupos de trabajo rompió con toda la estabilidad que tenía.

"Llegó un momento en que mis aspiraciones profesionales eran más ambiciosas que la misma institución donde estaba", afirma, por eso creó su agencia para dar servicios de comunicación para ingenieros, Wit Comunicación. Así, Cause ha pasado de consultar leyes, normas y números a mirar la armonía de colores en un logotipo o valorar la imagen de un negocio a su web.

Cause: "La principal dificultad es el cambio de registro, las rutinas son totalmente diferente"

 

"La principal dificultad es el cambio de registro, las rutinas son totalmente diferente", apunta. Aun así, su salto no ha sido totalmente al vacío: "Tenía ya formación en técnicas comerciales y he visto que todo esto es la aplicación directa del que aprendí sobre marketing y ventas".

Como Rosselló, la motivación de Cause no ha sido ni económica ni ha tenido nada a ver, es el resultado de no querer verse en un futuro al mismo puesto de trabajo.

La crisis como excusa para cambiar

Trabajar en el sector cultural y sumar un contexto de recesión hizo que la situación de Margarida Muñoz fuera "insostenible". Esta historiadora del arte tenía una beca de colaboración con la Universidad, tenía entre manso su tesis doctoral y trabajaba con el Ministerio de Cultura haciendo investigación. Y todo esto, por el que califica de "condiciones precarias", sobre todo en cuanto al sueldo. "Me gustaba mucho el trabajo, pero así no podía tener un futuro", comenta.

Convertir un 'hobby' en profesión puede devolver la motivación y la ilusión por el trabajo

 

Ante el panorama, su decisión fue dejar aparcada su carrera anterior y convertir su hobby en su profesión: la decoración de interiores. "El primer paso fue formarme con un curso en Madrid y después hacerme autónoma", recuerda sobre los inicios, "necesité dos años para conocer gente importante, empresas y saberme mover". En este periodo también conoció su socio, en Miguel Sances, con quien dirige el estudio Hombre Homing.

Las dificultades de empezar de cero

Todo proceso de reconversión tiene sus trabas. El que Melià más ha notado ha sido adquirir los conocimientos necesarios: "El hecho de ser ingeniero y estar especializado en organización industrial de ayuda a adquirirlos con más facilidad, pero ha sido más complejo el que pensaba. No es confeccionar y bastante".

Además, destaca que la automoción es mucho más "estructurada" y que el textil todavía "trabaja en la antigua". Ha tenido que hacer un cambio de chip para adaptarse y aprender que cada sector trabaja de manera eficiente a su manera. 

La traba que Muñoz destaca de la etapa de "renaixença profesional" es la carencia de contactos: "Vendía de un mundo diferente y no conocía nada. Por eso siempre digo que Internet es el que más me ayudó, hay marketplaces donde puedes encontrar tus primeros clientes".

La ahora decoradora de interiores también destaca que hasta hace poco este era un perfil profesional poco conocido. Ni los constructores ni las tiendas de productos de decoración o muebles pensaban en ellos, "creían que con el que pedían los clientes yahacían bastante", señala, pero que esto le ha permitido entrar a un sector con poca competencia.

Una pequeña ventaja que Cause también ha experimentado. La comunicación es un campo olvidado para los ingenieros, por el que aquí ha visto una motivación para superar las dificultades del cambio de trabajo: "Ayudamos los profesionales y los asesoramos en aquello que necesitan. Ahora sé que estoy haciendo el que me gusta". Una satisfacción que supera tanto las dificultades del cambio de rutinas como el hecho de rechazar a un sueldo, como hizo Rosselló.