En el corazón de Barcelona existe un deporte de moda que "libera tu lado salvaje". Se trata del lanzamiento de hacha urbano, una modalidad inspirada directamente de los leñadores de Canadá y que cuenta con unos pioneros en la capital catalana: Barcelona Axe Throwing. Dos socios que, fruto de un viaje al país de las cataratas, salieron enamorados de una modalidad que han replicado en el centro de la ciudad condal con dos locales y también en Girona. Y parece que no les ha ido mal: más de diez trabajadores vinculados y una gran fidelidad de los participantes, con una tasa de repetición del 70%.
Jaume Massagué y Ricard Fernández, cofundadores del proyecto, confiesan que estaban haciendo un viaje de snowboard a Canadá y durante una tarde de invierno descubrieron un local de lanzamiento de hachas. Se iniciaron en la práctica y cuando llevaban más de 20 minutos, vieron que, aparte de divertido, "la curva de aprendizaje era enorme" y que esta práctica debían trasladarla inmediatamente a Catalunya. Ambos se aventuraron a emprender y crearon una empresa que ha seducido a un público amplio y de todas edades, desde los 18 años hasta prácticamente los 70.
Barcelona Axe Throwing cuenta con diez trabajadores vinculados y gran fidelidad de los participantes, con una tasa de repetición del 70%
Ante el mito del "trabajador estresado que se desahoga tirando hachas", los fundadores se ríen y afirman que "no es del todo correcto", ya que esta actividad está abierta durante todo el año para grupos de amigos, parejas o familias que incluso asisten durante los calurosos días de verano, tardes de lluvia o durante la Navidad. Ahora bien, un público que les genera elevados ingresos son las actividades de team building que llevan a cabo las empresas, a las que reservan una sala y asisten desde estudiantes en prácticas hasta los renombrados directivos.
Reconversión del modelo de negocio
Respecto a nuevos proyectos, Massagué afirma que han abierto una modalidad que consiste en una unidad móvil de lanzamiento de hachas. De hecho, la trasladan a todo tipo de eventos, desde bodas, comuniones, fiestas mayores, hacer el propio team building en las oficinas de una empresa e incluso participar en la copa del mundo de descenso de BTT d 'Andorra.
Jugadores de fútbol, baloncesto y balonmano del Barça han practicado el deporte en sus instalaciones, junto a muchas caras conocidas de la televisión o del cine. O también la cantante Rigoberta Bandini no ha querido perdérselo. ¿El éxito de la actividad? Su gran boca-oreja, su numerosa repercusión en las redes sociales y, porque no, una forma de combatir la posible depresión postvacacional ahora que arranca un nuevo curso.