El curso universitario que ahora empieza es el que, a todos los efectos, tiene que asentar las bases para recuperar las dinámicas previas en la pandemia del coronavirus y contribuir a la reactivación social. En este sentido, las escuelas de negocios no quedan exentas y tienen que compaginar esta responsabilidad con otra: dotar a sus alumnos de las herramientas que también tienen que hacer posible la salida de la sacudida económica y empresarial. Para encarar este reto, Esade ha dado el pistoletazo de salida al curso 2021-2022 con un acto que ha contado con la presencia del presidente de CaixaBank , José Ignacio Goirigolzarri.
Goirigolzarri, presidente de CaixaBank desde la fusión de la entidad con Bankia y con una experiencia contrastada en el ámbito de la banca y la dirección empresarial, ha construido un discurso buscando los puntos comunes entre los principios del éxito empresarial y los rasgos diferenciales que caracterizan una institución cómo Esade. El presidente de la entidad bancaria ha comenzado su discurso repasando los retos a los cuales se enfrenta la sociedad actual subrayando que hay una "evidente revolución tecnológica al mundo" que ha cambiado los paradigmas tanto empresariales cómo educativos. De hecho, ha ironizado mientras recordaba que aquellos potentes ordenadores con que contaban las universidades en su época de estudiante tenían tan solo 8 quilobytes de memoria. Una cifra que ya en un teléfono móvil se puede ensartar hasta las 64 gigas.
Goirigolzarri: "Cualquier escuela de negocios que quiera ser excelente tiene que dotar sus alumnos de visiones que permitan entender los factores de evolución que se están produciendo"
Siguiendo este paralelismo entre la etapa universitaria del dirigente bancario y la situación actual, Goirigolzarri ha recordado que mientras que a las postrimerías de franquismo "España era una sociedad cerrada y el contacto con el exterior no estaba promocionado", ahora, "tener una visión global, cierta experiencia al exterior y dominar idiomas es una parte esencial del currículum". En este sentido, ha asegurado, refiriéndose a Esade, que "cualquier escuela de negocios que quiera ser excelente tiene que dotar sus alumnos de visiones que permitan entender los factores de evolución que se están produciendo".
Hacer frente a la rentabilidad de la ética
El presidente de CaixaBank ha querido ir más allá del ámbito universitario y ha enumerado algunos valores que a su entender son la clave de vuelta para enriquecer el sector empresarial: Entender el papel de la empresa hacia la sociedad, establecer relaciones entre los diversos stakeholders para asegurar la sostenibilidad de la compañía y desarrollar relaciones interpersonales. Estas tres cuestiones son, por Goirigolzarri, "la guía básica y fundamental de mi carrera" que adquirió durante su etapa a la universidad y que, a pesar de que la enseñanza "ha mutado de manera radical", se siguen impartiendo en centros cómo Esade.
"A España hagamos una traducción absolutamente acrítica de pensamientos estatunidencs sin confrontarlos con nuestra historia y la realidad"
Esto se traslada, por el conferenciante, a los principios y valores de una empresa y constituye un pilar "básico" a la hora de establecer la definición de la estrategia empresarial. En esta línea se ha mostrado tajante con aquellos que entienden las cuestiones éticas cómo una herramienta de negocio: "Me sublevo cuando siento decir que la ética es rentable". Por el contrario, ha roto una lanza a favor el "alto rendimiento" a las empresas ha fin de no caer en lo "el paternalismo, que es muy cómodo a corto plazo pero es letal en el medio y largo plazo por las empresas y las personas". Ha espetado que "las empresas que se creen en excelentes están deslizando sin darse cuenta por la rampa de la mediocridad".
Construir unos liderazgos críticos
Goirigolzarri ha cerrado su intervención enumerando aquellas conductas que a su entender debilitan el tejido empresarial del país. "A España hagamos una traducción absolutamente acrítica de pensamientos estatunidencs sin confrontarlos con nuestra historia y la realidad", ha comentado posando como ejemplos las diferencias entre ambos contextos a la vez de analizar las causas de desigualdad social. Por todo ello ha reiterado que es necesario "formar personas que generen un impacto real y positivo en la sociedad" y que no se dejen arrastrar por una "tendencia creciente del fatalismo" que acaba dando lugar a una "irresponsabilidad individual que nos hace espectadores y no actores de nuestra vida".