Red Eléctrica Española (REE), rebautizada con el nombre comercial Redeia, empezará las obras del nuevo eje transversal eléctrico que une Lleida con Barcelona el próximo junio. El presupuesto supera los 66 millones de euros. Se trata de un proyecto de vital importancia para el territorio y la industria que ha sufrido una larga tramitación: su estudio de impacto ambiental data de 2008, de hace 15 años, pero la autorización administrativa para su construcción no llegó hasta diciembre pasado.
José Ignacio Lallana, delegado de REE en Catalunya, subraya que se trata de un trazado "consensuado" con el territorio. Este nuevo eje de alta tensión Lleida-Espluga de Francolí-Barcelona, entre el barrio de Magraners de Lleida y Begues, sustituirá a una infraestructura de los años setenta. Lallana indica que la tramitación de los grandes proyectos eléctricos suele ser “lentísima” y que, en el caso de Catalunya, se añaden dos dificultades que deben tenerse en cuenta: la orografía, por las complicaciones técnicas que comporta, y la ocupación del territorio, puesto que se trata de un área muy poblada.
REE invertirá 400 millones de euros en Catalunya hasta 2026: el pasado año, 43 millones; este 2023, un importe similar y, a partir de 2024, intensificará el ritmo
La renovación del eje transversal eléctrico Lleida-Barcelona forma parte de un plan de inversiones de REE en Catalunya (2021-2026) presupuestado en 400 millones de euros. Este plan prevé la renovación de gran parte de la red de alta tensión –incluida el área de Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet– y la ampliación y construcción de varias subestaciones. Las actuaciones contempladas en el plan se iniciaron en 2022, con una inversión de 42 millones de euros; para 2023 se prevé un importe similar, pero a partir de 2024 se intensificará el ritmo inversor por las obras del eje transversal eléctrico y de diversas subestaciones.
También se prevé la ampliación de actuales subestaciones y la construcción de nuevas. Entre ellas destaca la subestación Cerdà, situada en la calle 21 de la Zona Franca de Barcelona, que mejorará el suministro eléctrico del polígono industrial y del Puerto de Barcelona, así como las conexiones con las subestaciones del Aeropuerto y L'Hospitalet de Llobregat . Se prevé que las obras acaben a finales de este año para que entre en funcionamiento a principios de 2024. El presupuesto es de 35 millones de euros.
En las comarcas de Tarragona, a principios del próximo año empezará la construcción de la nueva subestación de Masdenverge, para cubrir las Terres de l'Ebre, y se proyecta una nueva estación que se denominará Francolí, en el Polígono Norte de Tarragona, que todavía está pendiente de la finalización del proyecto técnico. Lallana recuerda que el cluster del hidrógeno verde de las comarcas tarraconenses requiere nuevas infraestructuras eléctricas.
También se ha previsto más de 30 millones de euros para la ampliación de actuales subestaciones. Entre ellas se encuentra la que cubre el área de Seat y de su entorno industrial.
Transición energética
Lallana subraya que el plan de inversiones de REE contribuye a la transición energética y facilitará los objetivos de competitividad y descarbonización de la industria. Insiste en que "la industria reclama un desarrollo económico verde" que pasa por el incremento de las energías renovables y, por tanto, de un mayor consumo de estas fuentes. "El objetivo es que la industria cada vez vaya más hacia las renovables", indica. Y para facilitar esa transición, modernizan las infraestructuras de transporte energético. Apunta que, precisamente este 2023, las renovables suponen ya más del 50% del mix. La previsión es que en 2026 alcancen el 67% en el conjunto del Estado.
Red Eléctrica Española, Redeia, es una empresa semipública presidida por la exministra Beatriz Corredor cuya principal accionista es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el 20%. El segundo accionista es Pontegadea, la sociedad inversora de Amancio Ortega, con cerca de un 5%; y el tercero, Blackrock, con un 4%. Gestionan la red eléctrica estatal de alta tensión. Lallana precisa que los dos grandes objetivos de la compañía son la "seguridad del suministro" y "el desarrollo económico" a través de la puesta en marcha de "herramientas" para la industria y la sociedad.