Reig Jofre ha logrado una facturación de 170 millones de euros entre enero y septiembre, un 16% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Fruto de este crecimiento, la compañía ha conseguido registrar un beneficio neto de 5,3 millones de euros, una cifra que durante los nueve primeros meses del año pasado se situó en 2,2 millones de euros. Por otro lado, el Ebitda se ha incrementado un 55% interanual, hasta los 19,2 millones de euros. Según ha explicado la farmacéutica en un comunicado, el crecimiento del negocio internacional y la venta de medicamentos esenciales han compensado la pérdida de ingresos derivada de la crisis de la covid-19.
La división que presenta un crecimiento más notable es la que incluye las áreas de dermatología, osteoarticular y salud de la mujer. Durante los tres primeros trimestres, esta rama facturó 49,4 millones de euros, un 41% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada sobre todo por el área osteoarticular. En cuanto a la división de tecnologías farmacéuticas, que representa casi la mitad de las ventas del grupo, entre enero y septiembre se logró un crecimiento del 11% gracias a la fabricación y venta de medicamentos esenciales vinculados a la crisis de la covid-19, principalmente sedantes, analgésicos y relajantes musculares.
En el área de curas persones, esta experimentó un crecimiento interanual del 3%, impulsado por un incremento de productos de desinfección y complementos alimentarios.
Por zonas geográficas, el Estado representa un 47% de las ventas del grupo, y la facturación durante los nuevos primeros meses del año se ha incrementado un 24%. El resto del mercado europeo genera el 41% de los ingresos, y ha registrado un crecimiento del 5%, mientras que al resto del mundo, las ventas se han incrementado un 32%.