Renfe también quiere competir en alta velocidad con líneas y recursos propios en Francia. Así lo ha aprobado el consejo de administración de Renfe Operadora en una reunión celebrada este lunes. De este modo, la compañía ya ha solicitado los permisos necesarios a las autoridades galas, en concreto a ARAFER (la comisión de competencia), EPSF (autoridad de seguridad ferroviaria gala) y SCNF Reseau (gestor de infraestructuras).
Ante este último organismo se han solicitado permisos para llegar hasta las estaciones de París, pero ante "las dificultades técnicas y los requisitos impuestos" se espera que la llegada de servicios a la capital francesa se desarrolle en una segunda fase. Renfe operará con trenes S100, fabricados por Alstom, ya homologados para operar en territorio francés.
A su vez, la compañía está trabajando en la homologación de trenes de la serie 106, "más eficientes y con mayor capacidad". Como parte de su plan de expansión internacional, Renfe abrirá en próximamente una oficina permanente en Francia ubicada en Lyon. "La iniciativa aprobada hoy representa un nuevo paso dentro del proceso de internacionalización de Renfe y uno de los primeros en Europa", se asegura en un comunicado.
Además, Renfe ya trabaja en un proyecto de "gran complejidad técnica" para unir las ciudades de Meca y Medina y que "hoy es ya una realidad en el transporte de viajeros en ese país." Sin ir más lejos, Renfe resultó adjudicataria durante 2018 de un proyecto para el diseño, construcción y operación del tren de alta velocidad entre Houston y Dallas, en Estados Unidos, promovido por Texas Central para conectar Dallas/Fort Worth con Houston en lo que supone un trayecto de longitud de 386 kilómetros y en un tiempo de viaje de menos de 90 minutos.