Renfe ha obtenido la certificación Carbono Neutro de AENOR para sus trenes eléctricos de viajeros y mercancías, que garantiza que no producen emisiones directas ni indirectas en origen, al utilizar energía 100% renovable. Este certificado, que ha sido entregado por el CEO de AENOR, Rafael García, al presidente de Renfe, Raül Blanco, reconoce como neutros en carbono los trenes eléctricos de Renfe, basándose en la Norma PAS 2060, que es la más reconocida internacionalmente y está desarrollada por la prestigiosa British Standards Institution, miembro de ISO (International Organization for Standardization).
La operación ferroviaria con trenes eléctricos no produce emisiones directas (no hay procesos de combustión) y al ser energía eléctrica de origen 100% renovable se puede hablar de descarbonización o "neutralidad de carbono" puesto que tampoco se producen emisiones indirectas.
Este certificado reconoce como neutros en carbono los trenes eléctricos de Renfe, basándose en la Norma PAS 2060
La distinción en la comercialización de los kWh con origen 100% renovable de los de otras fuentes de generación, está reconocido y promovido por la normativa y legislación de la Unión Europea, y su comunicación "por separado del resto" tiene como fin acelerar la transición energética.
García ha señalado que la entrega de este certificado a Renfe "supone garantizar que el tren y el medio ambiente están unidos, y verificar que se comprueba de manera fehaciente que hay carbono neutro en todos los procesos de sus trenes eléctricos". Por su parte, Blanco ha destacado que "certificar con AENOR la huella de carbono neutro para todos nuestros trenes eléctricos ratifica la importancia que tiene la sostenibilidad para Renfe y demuestra que el ferrocarril es el transporte del presente y del futuro".
Una menor huella de carbono respecto a sus competidores
Renfe redujo en 2022 su huella de carbono por cada unidad transportada en un 89% respecto al existente en 1990. Estos datos destacan, entre otras cosas, porque es un registro hasta 20 y 30 veces menor que las emisiones procedentes de los denominados competidores directos como el transporte aéreo y carretera.