Renfe ha puesto en circulación un tren Civia que, desde hoy y hasta finales de año, tendrá que circular por la red de Cercanías vinilado con la imagen y el logotipo de la conmemoración del 175 aniversario del primer trayecto entre Barcelona y Mataró. El 28 de octubre de 1848 se inauguró oficialmente la primera línea ferroviaria de la Península y, para celebrarlo, durante todo ese año el Ayuntamiento de Mataró, junto con la Fundación de Ferrocarriles Españoles y el Museo del Ferrocarril de Catalunya, han organizado numerosas actividades en las que está participa Renfe.
Entre ellas, la puesta en servicio de este tren de cinco coches con los que se pretende rendir homenaje al ferrocarril y promocionar su uso. Hace unos días, con una cuota de mercado de un 55%, Renfe dio a conocer cómo los trenes AVE y Avlo lideran la ruta de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona-Figueres. Durante el segundo semestre del año, la compañía ferroviaria ha transportado a cerca de 2 millones de viajeros. Esta cifra representa la suma de las otras dos empresas competidoras, Iryo y Ouigo, que concentran una cuota de un 45%. Actualmente, Renfe ofrece 27 frecuencias por sentido con paros en Guadalajara, Calatayud, Zaragoza, Lleida, Camp de Tarragona, Barcelona y Girona.
Renfe ha invertido cerca de un millón de euros en la implementación de un sistema para la medición y gestión de la huella de carbono que generan las operaciones del grupo, tanto en la Entidad Pública (EPE) como en las sus sociedades mercantiles. El sistema, que se ha desarrollado en el marco de la iniciativa TrenLab en materia de mitigación y reducción de emisiones, se ha adjudicado a la empresa GreeMko Sistemas y Gestión Ambiental que concurrió en abril de 2021 al concurso Proyectos para soluciones sostenibles. El objetivo del proyecto es disponer de los medios y asesoramiento especializado necesarios para abordar la implantación de un sistema digitalizado para la medición y gestión de la huella de carbono de las operaciones de la empresa como primer paso para su reducción. Por tanto, el punto de partida será la realización de un análisis exhaustivo de las fuentes de emisión de la compañía, en especial las emisiones indirectas que se producen a consecuencia de la generación de la energía eléctrica o térmica en las instalaciones de terceros y comprada y consumida por la actividad de la empresa.