Damm ha cerrado 2019 con una facturación de 1.385 millones de euros, un 10% superior a la de 2018, y un beneficio neto de 120millones de euros, cifra que representa un 7% más que el año anterior. Así lo ha señalado este martes el presidente ejecutivo de la compañía, Demetrio Carceller, durante la junta de accionistas que se tuvo que posponer por la covid-19.
Según ha señalado Carceller, los buenos resultados obtenidos en el pasado ejercicio han incrementado la fortaleza financiera de la compañía y le han permitido afrontar con solvencia el importante impacto que ha tenido la pandemia en el desarrollo de su actividad durante los primeros nuevo meses de 2020. En este sentido, la hostelería, esencial en el negocio de Damm, ha estado cerrada durante casi tres meses y, a pesar del gradual retorno a la actividad, el sector ha operado muy por debajo de sus niveles habituales durante el verano.
Se estima, además, que un 20% de los establecimientos prevé no abrir de nuevo sus puertas. Sin embargo, el mercado de la cerveza en el canal alimentación ha reflejado un aumento del 21,5% entre enero y julio de 2020, según datos de Nielsen. Sin embargo, este incremento no compensa las pérdidas registradas por el sector cerveser en España debido al cierre de bares y restaurantes, tal como ya se avanzó desde Cerveceros de España.
El presidente ejecutivo de Damm ha querido destacar, especialmente, la enorme capacidad de respuesta y adaptación del grupo ante la crisis y ha agradecido el compromiso, el esfuerzo y el trabajo realizado por las cerca de 5.000 personas que forman parte de la compañía para minimizar el impacto de la crisis sanitaria vivida los pasados meses, haciendo un repaso de la evolución y la actuación del grupo en cada momento.
Y es que, desde que se decretó el estado de alarma en España, el pasado 14 de marzo, y después de declararse como esencial el sector de alimentación y bebidas, todas las fábricas de cerveza y agua de Damm estuvieron plenamente operativas para garantizar el suministro de producto al mercado, asegurando siempre y, en primer lugar, la seguridad y salud de todo su equipo humano. Todo esto fue posible "gracias a las inversiones realizadas en años anteriores en innovación industrial y digitalización de procesos, que permitieron mantener la producción y ajustarla a la demanda de los mercados, asegurando la salud de todas las personas", ha señalado Carceller.