Seat ha cerrado el ejercicio pasado con un beneficio neto de 346 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,5% en comparación con los 294 millones que ganó en 2018, según informa la empresa en un comunicado. Estos resultados permitirán a la compañía "afrontar con garantías" los "desafíos" que plantea el año 2020, como la crisis del coronavirus, pero también la producción de nuevos modelos.
La automovilística ha contabilizado una cifra de negocio de 11.157 millones de euros, lo que se traduce en una progresión del 11,7% en la comparativa con los ingresos de 9.991 millones de euros del año previo.
Por su parte, el volumen mundial de matriculaciones de Seat ha alcanzado 574.078 unidades al cierre de 2019, un 10,9% de progresión respecto a 2018, mientras que el beneficio operativo anual ha sido de 352 millones de euros, un 57,5% más.
El presidente de Seat y vicepresidente de Finanzas e IT, Carsten Isensee, ha destacado que "los resultados del pasado ejercicio constituyen una base sólida sobre la que construir el futuro de la compañía a largo plazo”. Isensee ha añadido que "nuestros objetivos principales a largo plazo son incrementar la rentabilidad de la gama, ganar en eficiencia y mejorar el margen operativo".