La primera tienda de teles de Ribes & Casals abrió el 1933 al número 25 de la calle Alta de Sant Pere de Barcelona. Fue una apertura colosal, en sólo ocho horas consiguieron agotar todo el stock del establecimiento y sus creadores, Joan Ribes y Joan Casals, empezaron a escribir así el que se ha convertido en 85 años de éxito.
Años más tarde pasaron a un local más grande y moderno, ubicado en la céntrica calle de Pau Claris, a tocar de la plaza Urquinaona. Allá fue donde construyeron la marca que hoy en día los ha traído a ser un referente en el sector de la moda y la confección. Primero, para traer los tejidos elaborados a la zona de Terrassa y Sabadell durante el boom industrial del sector; después, para ser los únicos con un alud de referencias que las hacían incontables.
Tan incontables como las que tienen hoy en día. "Dividimos todos los tejidos por colores o por referencias, depende de cómo lo mires. Aun así, son tantos, que ni nosotros sabemos decir un número, es un trabajazo demasiado grande", se sincera el consejero delegado, Àlex Casals. Junto con su primo, en Ramon Casals, han incorporado la tercera generación al negocio.
Pescar nuevas oportunidades
La empresa familiar continúa contando con una única tienda en Barcelona de 1.000 m2, pero a Roger de Llúria. Y también con comercios en Madrid, Sevilla, Málaga y Palma, y una tienda online traducida y con dominio propio para el mercado francés, inglés y portugués. "Somos uno de los negocios de referencia en el ámbito en cada una de las ciudades donde somos presentes. Igual que a la venta en linea, porque nos permite llegar a gente que no vive en las grandes ciudades y necesita encontrar productos específicos", explica Casals.
El 2017 cerraron con una facturación de 17 millones de euros, con la venta física y nacional como pilar principal. Los ingresos internacionales, de la tienda online, son más bien anecdóticos, pero los permite ir tirando marca poco a poco en un sector donde la competencia ha ganado fuerza en los últimos años gracias a la querencia del movimiento don it yourself.
Casals: "La gente cada vez se hace más las cosas en casa. Hacerse un mismo la ropa podría volver a ponerse de moda"
Tal como relata Casals, hasta el momento se asociaba la idea de confeccionar al hecho de diseñar y coser prendas de ropa complicadas, mientras que la nueva moda ha provocado que elaborar complementos como almohadas y mantel para el hogar "haya reavivado el mercado textil". "La gente cada vez se hace más las cosas en casa. Incluso estamos notando ahora que hacerse un mismo la ropa podría volver a ponerse de moda", añade.
Aun así, todavía hay quién prefiere que se lo haga un profesional. De aquí que ampliaran el negocio con un departamento de mercería y uno de costura, donde principalmente confeccionan cortinas y otros elementos para la casa como pedidos de clientes que van a Ribes & Casals a buscar las teles.
Hacer frente al 'low coste'
Sus proveedores, mayoritariamente, son nacionales. Ahora bien, cada vez están entrando más de europeos y asiáticos, "sobre todo para conseguir precios más competitivos".
Claramente, el coste es una parte decisiva a la hora de elegir el producto, pero el cliente también busca valor añadido. "Las piezas artesanas han ganado importancia, la gente las quiere y cada vez hay más gente, a pesar de que todavía es poca, que prefiere pagar más y no traer moda estándar", apunta Casals. Quizás por eso la crisis no fue un momento de terrabastall cómo sí que se vio en otros sectores. Notaron que el flujo de caja caía, pero nada que hiciera sufrir por la salud de la compañía.
Un equipo fiel
Los dos primos, Àlex y Ramon, dirigen el negocio, a pesar de que las últimas decisiones siempre se toman consultando la segunda generación, de quién lo primero destaca "la experiencia".
Casals: "Son personas que hace tiempos que están con nosotros y, aparte de hacer su trabajo, apoyan y mantienen en pie la compañía"
También es estable la plantilla, formada actualmente por cerca de 180 trabajadores. "Son personas que hace tiempos que están con nosotros y, aparte de hacer su trabajo, apoyan y mantienen en pie la compañía", destaca el consejero delegado.
Tratándose de un comercio textil, hace falta conocimiento sobre el sector, sobre el producto y sobre cómo tratarlo, y encontrar nuevo personal que lo tenga es difícil. Por este motivo siempre que se ha abierto un nuevo establecimiento, el equipo se ha formado con los profesionales de la central en Barcelona, para hacer extensivo el conocimiento, la experiencia y la filosofía de la empresa familiar.