“El legado de mi abuelo y de mi padre ha sido fundamental. Nos ha proporcionado una base sólida de valores y una visión a largo plazo que nos ha permitido innovar sin perder nuestra identidad". Es la filosofía que aplica Santi Anglada al frente de Roansa, empresa dedicada a la fabricación de elementos de hormigón que comenzó en los años 30 del siglo pasado en un garaje y que ahora es uno de los referentes del sector. Edificios corporativos, industrias, centros comerciales, hoteles y viviendas de alto nivel llevan vigas, paneles, pilares, forjados o escaleras elaborados por esta compañía familiar con sede en Olost y que acaba de celebrar los 90 años.
Lo que comenzó en un garaje familiar se ha convertido en una empresa que da trabajo a una cincuentena de personas y genera un negocio de unos 20 millones de euros. "Demostramos que innovación y tradición van de la mano", enfatiza Santi Anglada, tercera generación de Roansa.
Un peón y un garaje en Vic
La historia de Roansa se remonta a 1934, cuando Jaume Anglada funda su propia empresa dedicada a la fabricación de pequeños prefabricados de hormigón para la construcción. "Mi abuelo era peón y tenía inquietud emprendedora", explica Santi Anglada. Jaume se instaló en el garaje de su vivienda en Vic y puso en marcha el taller, todo de manera autodidacta: "Cuando empezaron a hacer vigas de hormigón, no tenía referencia de lo que había dentro. Compró una de cada tamaño para ver cómo estaban hechas y comenzó a fabricarlas".
Estos fueron los orígenes "humildes" de la compañía. El fundador fue incorporando más productos y técnicas a la empresa y el primer traslado fue al patio contiguo a su casa. "Vendían a constructores, pequeños albañiles o propietarios. No había grandes constructoras, el mercado era muy local, de comarca", explica el actual responsable. Fue en 1939 cuando, después de la Guerra Civil, Jaume abre una fábrica de 1.000 metros cuadrados para hacer pequeños prefabricados.
El salto adelante de Roansa
Durante las primeras décadas, el taller continúa proveyendo a constructores locales hasta que en 1969 se vive un punto de inflexión: la empresa se asocia con Materials Roura y nace Roura-Anglada, que acabaría dando el nombre de Roansa. "Mi abuelo no tenía todos los recursos para poder hacer una fábrica como se quería. Y llegó a un acuerdo para hacerlo conjuntamente, con la condición de que la gestión la llevara mi padre", recuerda Santi. Y así fue, la unión con Materials Roura permitió la creación de una nueva fábrica de 10.000 metros cuadrados, que era imprescindible para dar respuesta al crecimiento del mercado y no quedarse anclados en un pequeño taller.
Fue clave para la expansión de Roansa por toda Catalunya: "Nos diferenciaba que era una fábrica muy moderna y actualizada para la época, nos daba mucha capacidad productiva". Las vigas y los forjados eran los principales elementos que fabricaban y que se instalaban en construcciones de toda índole del país.
Santi Anglada: "Siempre hemos tenido inquietudes por innovar, hacer las cosas diferentes y con más valor"
Año tras año y década tras década, Roansa va materializando su crecimiento y se va convirtiendo en un referente en los prefabricados de hormigón. En los años 80, ya con la segunda generación al frente (Pitu Anglada), se amplía la fábrica de Vic hasta los 32.000 metros cuadrados y se adentran en la fabricación de naves industriales. Fue en 2000 cuando, con Santi Anglada ya en la empresa, se crea Roansa como marca. "Siempre hemos tenido inquietudes por innovar, hacer las cosas diferentes y con más valor, adaptándolos a las necesidades de los clientes", defiende Santi como pilar fundamental.
Todo esto les ha llevado a ser pioneros y a participar en proyectos innovadores, como en la edificación industrializada: "Son edificios absolutamente prefabricados de hasta 12 plantas de altura y nosotros hacemos todo el hormigón, en Cataluña son una referencia". Ahora también lo hacen con tecnología innovadora y desde 2014 apostaron por BIM, una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de proyectos de construcción: "Demostramos que la tradición y la innovación van de la mano". Todo esto para adaptarse a las necesidades del mercado, que también reivindica la sostenibilidad y la eficiencia como "factores clave". En 2018, abrieron un segundo centro productivo en Olost, equipado con alta tecnología, para poder hacer frente a estos retos.
Del hotel W Barcelona a casas particulares
Todo esto ha llevado a Roansa a estar presente en proyectos de toda índole por todo el país. Hay uno que recuerda especialmente Santi Anglada, por su envergadura y el reto que supuso: el W Barcelona, conocido como hotel Vela: "Construimos todos los forjados y la estructura de hormigón. Incluso les propusimos unos elementos de forjado diferentes y cambiaron el proyecto, porque les gustó mucho la propuesta".
Pero la lista de proyectos que acumulan es mucho más larga y abarca desde naves industriales hasta viviendas unifamiliares de alto standing. Supermercados, hoteles, concesionarios, complejos deportivos, naves frigoríficas, escuelas, centros logísticos o edificios residenciales. Roansa cada vez mira a obras más grandes, ya que construyen más elementos de hormigón y se encargan de casi toda la estructura, pero dejando de lado a las grandes constructoras: "Siempre hemos seguido una política de trabajar con el cliente de manera más próxima, que no todo sean números y precios. Así nos permite tener un tipo de cliente que valora nuestra calidad, el servicio y las capacidades de adaptación del proyecto".
Santi Anglada: "Creemos firmemente que la combinación de tradición e innovación nos permitirá seguir aportando valor al mercado"
Esta es la historia que ha llevado a Roansa desde un pequeño taller de Vic a una empresa referente en los prefabricados de hormigón. Una empresa que, a pesar de la evolución, se ha querido mantener fiel a sus orígenes: "Celebrar 90 años de historia es un testimonio de nuestra capacidad para evolucionar sin perder la esencia. Creemos firmemente que la combinación de tradición e innovación nos permitirá seguir aportando valor al mercado y a la sociedad".