Roger Vinton es... Un hombre como es debido. Al menos así se presenta en alta sociedad. Y un hombre como es debido se merece también una celebración como es debida. Esta misma semana de marzo han coincidido diferentes efemérides que merece la pena recordar: 10 años del personaje, cinco años de su libro La Gran Telaraña: Los secretos del poder (Periscopio, Catalunya 2017) y el artículo 100 en VIA Empresa. Todavía un hito más: el alter ego de Roger Vinton ha hecho años. ¿Cuántos? Se preguntarán muchos. "¡Calle, esto no se pregunta!", responde él. Juventud, divino tesoro, escribía Rubén Darío y cantaba Paco Ibáñez.
Conocí Roger Vinton por la estrategia comercial más antigua del mundo: el boca-oreja. Unos buenos amigos de infancia me recomendaron mucho su libro que había sido el tercero más vendido por Sant Jordi y me animaron a descubrir quién había detrás del personaje. Conseguí su contacto y le escribí un lejano 24 de mayo de 2019. ¡Cómo ha llovido desde entonces! Me respondió apenas cuatro días después e iniciamos un hilo de correos que dio pie a un café largo en el Renaissance de Barcelona un 10 de julio de 2019.
Lo recuerdo cómo si fuera ayer. Hicimos una entrevista para la posteridad titulada "criticar la banca o las multinacionales es perseguir fantasmas". Hablamos durante horas de su personaje, de la Gran Telaraña, de las familias catalanas que querían tocar el cielo o correr a todo gas, de los banqueros de siempre y de pega, de la sombra de la estrella de La Caixa, del imperio del oro líquido de Damm, del Matrix de las farmacéuticas o la influyente torre de los Godó.
Hablamos durante horas de la Gran Telaraña, las familias catalanas que querían tocar el cielo o correr a todo gas, los banqueros de pega, la sombra de la estrella de La Caixa, el oro líquido de Damm, el Matrix de las farmacéuticas o la influyente torre de los Godó
"El periodismo de investigación no es solo sacar a la luz los trapos brutos de alguien sino que también consiste en explicar todo lo que a menudo pasa ante nuestros ojos pero que nadie nos explica suficientemente bien", asegura. Cuando ya no quedaba más café, andamos por el centro de la capital catalana mientras me explicaba quién eran los amos del Paseo de Gracia.
El señor V empezó con un blog que se convirtió en libro y escribe con pseudónimo porque no le gusta el protagonismo ni llamar la atención, para abrazar la libertad sin estar vetado en ninguna parte y huir así también de la autocensura. La Gran Telaraña que viene de El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald representa la gran red, la matriz y las relaciones en todos los sentidos que hay entre personas, familias, empresas e instituciones. Parece que Félix Millet se equivocaba: no son 400 familias que mueven los hilos de Catalunya- Emilio Botín apuntaba a 400 familias en toda España. Ahora bien, la revolución de la tecnología, los monstruos de Internet y los tentáculos de los fondos de inversión pueden cambiar la historia del poder.
La segunda vez que hice un café largo con Roger Vinton fue en el Hotel Colón de la Plaza de La Catedral de Barcelona. Era agosto de 2019 y firmamos entonces en una servilleta de papel "al estilo Messi" una colaboración quincenal -que ahora es semanal- en VIA Empresa. El resto ya es historia centenaria del diario. Cómo aquel café azulgrana en tiempos de pandemia en un banco entre palomas de la calle Enrique Granados con David Carabén y Roger Vinton. Daría para una canción de Mishima.
El alter ego de Roger Vinton no lo quiere, pero cree que algún día se sabrá quién es realmente. La prensa, la radio y la televisión hacen su particular espectáculo de luces, sombras y distorsiones de voz para respetarle el anonimato. ¿Quién es realmente Roger Vinton? Las principales travesías apuntan a un empresario, un directivo, un activista, un político o incluso, un colectivo o un movimiento revolucionario. Hay quien también dice que detrás del Señor Vinton, hay la Señora Vinton recordando así a CaterinaAlbert y Victor Català.
El señor V conoce de primera mano las obras de Pere Calders, Edgar Allan Poe y QuimMonzó. Uno de sus referentes es el pintor Mark Lombardi que plasmaba la telaraña de los más poderosos a través de la perspectiva del arte: "El aspecto final del rompecabezas a menudo puede sorprender al mismo autor que ha ordenado las piezas". A Roger Vinton no se lo sorprende fácilmente, pero he tirado del hilo y después de algunos whatsapps y correos, he conseguido 11 testigos ilustres que conocen muy bien al personaje.
¿Cómo y cuando conoció Vinton? ¿Qué queda del poder de la Gran Telaraña en pleno siglo XXI? ¿Qué nuevos laberintos de poder le gustaría que investigara? De estas preguntas, estas respuestas que me han hecho llegar sobre Roger Vinton:
Jaume Giró, conseller d'Economia i Hisenda
Bien, conocí el personaje de Roger Vinton en 2019, cuando un amigo me recomendó leer su libro, La Gran Telaraña, aparecido dos años antes.
Tengo en mucha consideración y respeto a Roger Vinton, y creo que es un hombre o una mujer muy formada y muy informada, pero menos de lo que él o ella se cree.
El poder hoy se ha desmenuzado, se ha atomizado, pero no en Catalunya sino en todo el mundo. Hay telarañas que han empezado a deshacerse. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que hoy ya no hay una sola red de un gran poder político, ni financiero, ni empresarial, ni mediático. Las grandes decisiones no se toman ya en tres o cuatro despachos de Barcelona -o de Madrid-, sino que hay un conjunto de micropoderes que interactúan. Todos tienen su influencia y ejercen a menudo, sin saberlo, de contrapoder. Y creo que esto es más sano, más limpio, más democrático y más justo que antes.
Giró: "Hoy ya no hay una sola red de un gran poder político, ni financiero, ni empresarial, ni mediático. Las grandes decisiones no se toman ya en tres o cuatro despachos de Barcelona -o de Madrid-, sino que hay un conjunto de micropoderes que interactúan. Todos tienen su influencia y ejercen a menudo, sin saberlo, de contrapoder"
Estaría bien que el señor o la señora Vinton se dieran cuenta que el concepto de burguesía implica un compromiso y un acompañamiento con la sociedad concreta y con el momento histórico en el que te toca vivir. Sin esto, no hay burguesía. Hay otra cosa. puede haber gente con dinero, pero no burguesía. Del mismo modo que altos directivos muy pagados tienen indudablemente mucho mérito, si tienen talento y hacen bien su trabajo, pero son directivos con un sueldo, no son "dueños" ni empresarios, que son cosas diferentes.
Alfons Duran-Pich, empresario
Conocí a Roger Vinton porque seguía mis columnas en la web y un día nos cruzamos mensajes. En un mundo en el que todos opinan para no decir nada, Roger trabaja cómo un entomólogo, cómo lo hacía mi admirado Edward O.Wilson. Identifica un territorio que lo estimula, levanta una hipótesis, recoge la información, lo analiza, la contrasta y verifica, y aboca el resultado de una forma estructurada. Hace de la información conocimiento. Gracias al esfuerzo sistemático y poco vistoso de personas cómo él, vamos desgarrando el vientre de la bestia.
Elsa Artadi, diputada y regidora
Evidentemente, seguía a Roger Vinton en Twitter y habíamos "hablado" por esta red, pero lo conocí en persona el noviembre o diciembre del 2019, haciendo una cerveza en Casa Delfín, porque me lo quiso presentar un amigo común.
Creo que es una persona muy inteligente, rigurosa y trabajadora, y su obra lo demuestra. También es una persona valiente, porque no todo el mundo se atrevería a escribir sobre los verdaderos mecanismos del poder civil catalán que habitualmente permanecen en la sombra.
Artadi: "Creo que sería interesante que desmantelara la telaraña que monopoliza el "deep state" español: judicatura, altos funcionarios del Estado, grandes familias del Ibex 35 y monarquía española"
El poder y la influencia de las élites sociales y económicas, en Catalunya y todo el mundo, tiene una gran capacidad de permanencia. Aun así, las transformaciones sociales, el poder de la educación y la irrupción de nuevas tecnologías va rompiendo este paradigma.
Creo que sería interesante que desmantelara la telaraña que monopoliza el "deep state" español, es decir la trama de complicidades que hay entre la judicatura, los altos funcionarios del Estado, las grandes familias del Íbex 35 y la monarquía española.
Germà Bel, catedrático de Economía
No formo parte del minúsculo (supongo) grupo de afortunados que conocen a Roger Vinton, personaje que se tendría que haber inventado... Si no estuviera ya inventado. Ha documentado magistralmente la telaraña que enredaba el poder económico en Catalunya durante las últimas décadas del siglo XX, ahora bastante declinada. Espero que actualice la telaraña, y nos documente las redes actuales, así como sus interacciones institucionales.
David Fernández, periodista y activista
La memoria siempre preserva lo que merece ser salvado. Conocí enigmáticamente a Roger Vinton en 2014, primero por mensajes privados de Twitter sorprendentemente educados, después por correos electrónicos rigurosísimos cuando nos escribíamos sobre los viajes del abuelo Florenci entre Vilassar y Andorra. Información, matices y análisis imprescindibles. Poco después y muy discretamente, físicamente.
Eran los días convulsos de la Comisión Pujol. De todo aquello, he recuperado uno de los primeros correos que nos curzamos y allá le sostenía, de buen principio, "que sus neuronas no pueden ser desaprovechadas en ningún caso". Ocho años después, continúo pensando lo mismo. Y con creces. O todavía más.
Laura Rosel, periodista
A menudo considero que Twitter es un estercolero. Es una consideración que va ganando peso con el paso del tiempo y que convive con otra, de contradictoria, que me hace ver Twitter cómo un escaparate infinito. Un escaparate donde se exponen opiniones, titulares, personajes, versos, anuncios, chistes y datos que me atrapan. No son dos consideraciones que convivan en armonía, precisamente. La de estercolero lleva un tiempo ganando peso. Antes que Twitter empezara a perder la magia que para mí había tenido desde el principio, tropecé con el perfil de Roger Vinton.
Los usuarios con pseudónimo, de entrada, me hacen desconfiar. Si yo me muestro, ¿por qué no lo tienen que hacer ellos? ¿Qué esconden? Me incomoda. Me parece que fuerzan una relación desigual respecto al resto de usuarios y encuentro injusto que abusen de la protección del anonimato para decir todo lo que les pase por la cabeza, sin que las consecuencias que se puedan generar les quite el sueño. Pero también en esto he ido evolucionando. Algunos de estos usuarios anónimos han ido ablandando mi resistencia, a medio camino entre la pataleta y la envidia. Empecé a seguir los tuits de Roger Vinton sin resentimiento y poco a poco las fui aplaudiendo y esperando con ganas. Otros usuarios con pseudónimo que nacieron con un propósito similar al suyo, el de vaciar la cabeza y hacer comentarios afilados, chistes y críticas ilustradas, han ido cayendo por el camino.
Rosel: "La extrema derecha catalana, los inversores internacionales que más trozo de pastel controlan en Catalunya, la iglesia catalana, las familias judiciales del país... ¡Tenemos laberintos Vinton para años!"
El hecho de que Roger Vinton se mantenga y acapare todavía más seguidores y más influencia merece toda mi admiración. No solo seguidores e influencia desde un punto de vista cuantitativo, también -y quizás, sobre todo- desde un punto de vista de reconocimiento. Me fascina que haya conseguido mantener el anonimato y el ojo crítico, que continúe dándonos pistas para no perdernos en el tsunami que es la mezcla de información y del resto de cosas que circulan por las redes sociales. Tiene un estilo, unas formas, que por muy afiladas que sean, mantienen la elegancia en todo momento. Y esto es adictivo. Que no haya perdido la cabeza después de todo el revuelo que han generado sus libros, artículos y tuits, creo que merece un estudio a fondo.
Cuanto mayor es la sensación de acceso ilimitado a la información, más grande es la certeza de que las telarañas que se esconden en la sombra son más poderosas e imponentes. Todavía falta muchos laberintos por reseguir. Roger Vinton tiene las herramientas, tiene el método y tiene la mentalidad para hacerlo. La extrema derecha catalana, los inversores internacionales que más trozo de pastel controlan en Catalunya, la iglesia catalana, las familias judiciales del país... ¡Tenemos laberintos Vinton para años!
Ramon Tremosa, profesor y exconseller de Empresa i Coneixement
Conocí a Roger Vinton por sus raíces ribagorzanas, que compartimos... Es un personaje muy interesante y a la vez enigmático. Tendría que seguir profundizando en la Gran Telaraña... Hacia donde va la economía de Catalunya una cuestión de gran interés.
Joan Queralt, catedrático de Derecho
Aunque es reservado, conocí a Roger Vinton en aparente bar de selectas copas en Barcelona, en su escalera.
Rodeado de su misterio penetra hasta allí donde hace falta para obtener, sin perturbaciones la información que desea.
Queralt: "El poder catalán tiene la capacidad de estar siempre en venta. Como todos los poderes es poco patriota"
La Gran Telaraña subsiste en buena parte y en buena parte lo que subsiste se ha aliado con otros poderes. Nada diferente a lo que pasa con otros poderes.
Me gustaría que investigara la capacidad del poder catalán de estar siempre en venta. Cómo todos los poderes es poco patriota.
Toni Clapés, periodista
Conocí a Roger Vinton a través de La Gran Telaraña, un libro escrito como ficción y que es un gran ensayo. Me parece un personaje enigmático y misterioso y que creo que tiene que continuar siendo así.
La gran telaraña es cómo la bolsa, hay valores que se mantienen, otros bajan y nuevas incorporaciones, pero los hay que sobreviven a todo y todos. Siempre están en el lugar donde se hay que estar. Por lo tanto, perduran cómo el aire.
Quizás ha llegado el momento de conocer el laberinto de las Diputaciones, el Área Metropolitana y los consejos comarcales.
Andreu Barnils, periodista
Pese a la mala prensa que arrastran, yo sí que soy un gran partidario de la gente que usa pseudónimos en las redes sociales. Este es el caso de Roger Vinton, un hombre que, en Twitter, en lugar de insultar dice "bufona" a la gente, y que se ha especializado en informar sobre la telaraña de los hombres poderosos de Catalunya. Además de escribir libros, cree que hay que dar a la población una formación básica en economía para evitar que les engañen.
El día que comí con Roger Vinton descubrí tres cosas fundamentales. Primera, que existe. No es un robot. Como tantos otros, si escribe con pseudónimo es para ser valiente y evitar represalias. Segunda, que conoce el mundo de la economía catalana, y sus personajes, de primera mano. Se dedica profesionalmente a este mundo. En algunos casos habla de gente a quién conoce personalmente. Y tercero: que lleva la escritura dentro. Pese a que proviene del mundo de los pseudónimos, se ha preocupado por formarse literariamente y acepta, con un punto de orgullo, que la cabeza le va a mil por hora, y precisamente por ello escribe: es una forma de ordenarse. Y lo hace a conciencia: todos los textos de creación propia los acaba leyendo en voz alta. Es la obsesión por el ritmo de la frase.
Que Roger Vinton sea un pseudónimo, y no un nombre real, no lo define tanto a él como a nosotros.
Barnils: "Que Roger Vinton sea un pseudónimo, y no un nombre real, no lo define tanto a él como a nosotros"
David Carabén, cantante
La primera vez que vi a Roger Vinton fue en Twitter. No recuerdo qué decía. Pero la combinación de la foto amarillenta, el avatar, con la emisión de una opinión informada, que no rehuía la perspectiva histórica sobre el acontecimiento a comentar, sinó que lo enarbolaba con orgullo, como si fuera fundamental para entenderlo, hacían pensar enseguida en una persona de edad avanzada. Prejuicio mío, quien sabe si de la época, pensar que la mirada reposada y distante, que incorpora el pasado, le quita vigencia la actualidad de los hechos. Es más bien lo contrario: quien no sabe de dónde viene el viento, navega a la deriva. Peor todavía, lo hace a la merced de vete tú a saber qué circunstancia, como quien sueña, como quien se despista por las infinitas y sugerentes formas que adopta el presente continuo de los informativos, o lo que es lo mismo, el timeline sin fondo de las redes sociales, que hacemos pasar hacia abajo, con la punta de los dedos, como si por ello tuviéramos algún control sobre los acontecimientos y el paso del tiempo que marcan.
Siempre hay más...
Otros conocidos seguidores de Vinton son Jordi Basté, Carles Porta, Jordi Graupera, Albert Cuesta, Màrius Sierra, Quico Sallés, Jordi Borràs, Albano Dante-Fachín, Empar Moliner, Albert Sáez, Llucià Ferrer, Liz Castro, Núria Solé, Sergi Belbel, Jaume Cabré, Xavi Valls o Xavi Torres, entre otros.
"Queda mucha partida y el ser humano es bastante imprevisible", concluye Roger Vinton.
¡Por muchos años! Y más y mejor VIA Empresa.