El sextante es una antigua herramienta que se utilizaba para medir distancias y así poder hacer más sencilla la navegación en barco. Hoy en día se convierte en una pieza de coleccionista, puesto que la navegación se ha modernizado y desde la entrada al mercado del primer GPS por satélite, herramientas como estas han quedado obsoletas. Curiosamente, esta reliquia da el nombre a una startup que quiere llevar la navegación un paso más adelante: Rokubun -que significa sextante en japonés- se ha dedicado a diseñar y desarrollar el prototipo de su primer dispositivo de navegación.
"Nosotros nos consideramos una empresa de Deeptech ", explica Miquel Garcia-Fernandez, CTO y cofundador de la compañía. Ingeniero de profesión decidió en 2014 empezar a trabajar en el proyecto junto con su compañero Xavier Banqué-Casanovas y la colaboración de BarcelonaActiva. "Rokubun nace de nuestra necesidad de democratizar la navegación por satélite", describe el cofundador. Así pues, la compañía, que ya había empezado a comercializar en el negocio de los drons, ha creado su propio software para garantizar la precisión GPS en sectores tan esenciales como la automoción o la telefonía móvil. "Nos queremos especializar en equipamientos de bajo coste que necesitan servicio de geolocalización", afirma Garcia-Fernandez.
Garcia-Fernandez: "La rapidez es clave, puesto que nos encontramos en un sector muy feroz"
A pesar de que la empresa todavía no ha saltado al mercado, tiene previsto empezar a comercializarse en poco tiempo: "La rapidez es clave, puesto que nos encontramos en un sector muy feroz", sonríe el CTO. Y es que no le falta razón al exclamar que las soluciones de navegación por satélite están muy buscadas y por lo tanto, muchas compañías se dedican a ello: "Nos hemos adentrado en un sector con muy jugadores", añade el cofundador de Rokubun. Además, tal como afirma, ya se encuentran en proceso de testaje y en poco tiempo empezarán a determinar las líneas de comunicación esencial para la venta de su software: "Competimos contra las grandes, por eso queremos tener un servicio impecable", afirma Garcia-Fernandez.
Tipo de clientes
De momento la compañía ha definido dos líneas de actuación enmarcadas en dos sectores estratégicos: la automoción y las aplicaciones para móviles. En cuanto al sector automovilístico todos sus esfuerzos van dirigidos a crear un software GPS mucho más preciso para la próxima etapa de la automoción: los coches autónomos. "Nosotros no vendemos a las marcas de coches sino que queremos incidir dentro de las empresas que desarrollan los sistemas por los fabricantes de coches", explica el cofundador de Rokubun. Así pues, la compañía espera convertirse en el aliado esencial para los sistemas de los coches autónomos.
Garcia-Fernandez: "Ahora mismo sacamos nuestros posibles clientes de nuestras redes de contactos o de las colaboraciones que cerramos"
Por otro lado, también están muy centrados en las aplicaciones para dispositivos móviles. Aún así no buscan cambiar el software del móvil en si mismo sino contactar con aquellas empresas que diseñan y desarrollan aplicaciones para los dispositivos: "Todas aquellas aplicaciones que utilizan cualquier clase de geolocalización podrían convertirse en un posible cliente", dice Garcia-Fernandez.
Un modelo de negocio para descubrir
Con una plantilla de 14 personas, Rokubun todavía no ha descubierto el modelo de negocio que más adecuado los parece por su modelo de compañía. "Nos estamos planteando diferentes modelo de pago, por número de dispositivo conectados o descargas", especifica Garcia-Fernandez. Aún así, ya han empezado a hacer algunas colaboraciones con empresas para ganar notoriedad: "Ahora mismo sacamos nuestros posibles clientes de nuestras redes de contactos o de las colaboraciones que cerramos", describe el cofundador.
Rokubun se intenta hacer un lugar en un mercado con mucha competencia, pero la tecnología que han preparado puede ser una digna competidora. Con sede en el emblemático edificio MediaTIC de Barcelona, el año pasado la startup levantó una ronda de financiación de unos 400.000 euros y se han puesto el objetivo de salir al mercado en el próximo año, porque nunca mejor dedo: "Quien no corre, vuela".