• Empresa
  • Rosendo Ortí: "No tenemos que vender nada que un cliente no necesite"

Rosendo Ortí: "No tenemos que vender nada que un cliente no necesite"

El director general de Caixa Popular explica los nuevos retos estratégicos de la cooperativa valenciana, que apuesta para crecer en felicidad y aumentar la eficiencia

Ortí y Giménez, este lunes a Valencia | NNG
Ortí y Giménez, este lunes a Valencia | NNG
València

En este lunes de inauguración de Cevisama, la feria internacional de la cerámica que se celebra a Feria Valencia, una anécdota que habla por sí suela: la renovación de la sede central de Caixa Popular, la entidad financiera cooperativa valenciana, se está haciendo con krion, un material registrado por Porcelanosa, ecológico, compuesto de dos terceras partes de materiales minerales y con propiedad antibacterianes. El discurso medio ambiental forma parte de los retos que la entidad se ha marcado para el futuro, tal como ha explicado este lunes su director general, Rosendo Ortí, en el desayuno celebrado en la sede de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF) de la capital valenciana de la mano de la directora general de la institución, Isabel Giménez.

"Estamos en el momento de busca del gran aliado que nos permita montar todas las iniciativas relacionadas con el medio ambiente", ha anunciado Ortí. Esta y otras cinco estrategias las ha establecido la cooperativa en las jornadas celebradas recientemente al Paradero del Salero, con un plazo que comprende en 2020 y 2022. En este sentido, Ortí apunta que puede cambiar la misión, las estrategias, pero nunca los valores, la ética y la profesionalización. "Nosotros no tenemos que vender nada a un cliente que no necesito, no somos como la gran banca, nosotros mismos nos marcamos la política que es asumida por la entidad", declara.

En este nuevo marco estratégico, el primer objetivo será crecer en felicidad, "que en nuestro caso está súper justificado porque somos propietarios de la entidad y además es una razón principal del negocio, puesto que nuestro modelo está basado en el hecho que si el socio está feliz, el cliente es feliz y la explotación es feliz", asegura el directivo. Los otros, reforzar la ratio de solvencia, aumentar la eficiencia, bajar los activos dañados e implantar una nueva política comercial en que además del organigrama el que sea importante es "la capacidad de las personas".

Ortí: "Nuestro modelo está basado en el hecho que si el socio está feliz, el cliente es feliz y la explotación es feliz"

Durante el 2019 que ahora se cierra, Caixa Popular ha obtenido unos beneficios de 14 millones de euros –después de impuestos son 11 millones de euros- un crecimiento del 16% respecto al 2018, tal como han anunciado recientemente. Para Rosendo Ortí, el 2020 se presenta como "un año apasionante" en el cual esperan ganar en total 16,5 millones de euros, "el que supondrá un crecimiento de un 15% con una mochila por toda la inseguridad jurídica que ahora comporta el sector. Los despachos de abogados están buscando nuevas reclamaciones y, después de las cláusulas suelo, ahora trabajan para reclamar en la banca los intereses de los pagos aplazados en las tarjetas de crédito", ha apuntado.

Tal como ha explicado el responsable de la entidad, Caixa Popular quiere ser una banca social valenciana diferente: "Queremos ser la entidad valenciana más implicada y con más impacto social. Todas las personas que trabajamos en Caixa Popular entendemos que tenemos que tener coherencia", explica haciendo referencia a iniciativas solidarias como la "Campaña Un día de salario" en que los trabajadores de la entidad dan voluntariamente la remuneración de una jornada laboral para financiar proyectos solidarios.

Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas también pasan por el Consejo de Administración del banco, ha asegurado Ortí. En las oficinas no gastan papel, todos trabajan con móvil y portátil y el edificio se ha diseñado para cuidar la protección del medio ambiente, como explicaba. "Nos es mucho más rentable ir a nuestro ritmo", concluye Ortí.