El uso del catalán a la empresa puede beneficiar no sólo la compañía, sino también el entorno social. Web y redes sociales, atención al cliente, etiquetado, megafonía... Si quieres introducir el catalán en el día a día de tu empresa, estas son algunas de las áreas en que puedes incidir para ganar legitimidad, comprender el entorno y avanzarte al futuro.
En un contexto de diversidad lingüística como el actual, la inclusión de la lengua catalana es un ejercicio relativamente sencillo que inserta las empresas en la realidad donde operan. A través de la lengua se llega a entender mejor el público potencial, coger la diversidad del mercado y desarrollar dinámicas innovadoras con el contexto cultural, social y económico del país.
La responsabilidad social empresarial se basa en la participación voluntaria de las empresas en prácticas y valores que impulsan la inclusión, la diversidad y la sostenibilidad ambiental, tanto en procesos internos como en proyectos externos a la empresa. Muchas compañías que abrazan estas prácticas y valores a menudo olvidan que la inclusión de la lengua ayuda a consolidar los objetivos de la responsabilidad social. Se podría decir, pues, que una empresa socialmente responsable tiene que ser, también, lingüísticamente responsable.
Con la adopción de la lengua del territorio donde opera la compañía se promueve el arraigo de la empresa al entorno. También es una ventana de oportunidad para el negocio, puesto que así se fortalecen los vínculos con los clientes y se consigue una penetración de mercado con garantías de durabilidad. Se trata, en definitiva, de un proceso de creación de confianza basada en la comprensión de la sociedad desde todas sus vertientes.
Cómo recoge el documento Empresa i llengua del Departamento de Trabajo, la lengua es un contenido más de responsabilidad social empresarial y de respecto a los derechos lingüísticos de los consumidores. No afecta solamente las cuestiones de relación con la comunidad sino que, además, tiene que ver transversalmente con todos los aspectos sustanciales de la responsabilidad social empresarial: laborales, sociales, económicos, de producto, de atención al cliente, de relación con los grupos de interés y de sostenibilidad cultural.
De hecho, esta sensibilidad por el entorno social y cultural es un valor que la ONU ha incluido en la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible. En este documento, la ONU hace visible la empresa como fuerza transformadora, puesto que es una de las principales fuentes de actividad económica. La Agenda se concreta en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el undécimo de los cuales establece la necesidad de invertir esfuerzos para "proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural mundial".
Pequeños detalles como optar por revistas en catalán en la sala de espera u ofrecer música ambiental en esta lengua también ayudan a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
La Guía de buenas prácticas. RSE y uso de lengua catalana de la Fundación PIMEC es una de las herramientas que tiene al alcance toda empresa que quiera promover el uso del catalán en el ámbito laboral y empresarial. La patronal, con el apoyo de la Dirección general de Política Lingüística de la Generalitat de Catalunya, elaboró este documento para que fuera un instrumento útil y práctico para facilitar el uso del catalán en estos ámbitos.
La responsabilidad social empresarial pasa por el cumplimiento de los marcos legales vigentes, pero el compromiso real se muestra cuando se va más allá de la ley en la promoción de un material tan sensible como la lengua. Este documento, justamente, no se queda sólo en el cumplimiento del articulado de la legislación, sino que propone superar el marco de la ley aplicando el espíritu y la intencionalidad del legislador y de los principios establecidos en los tratados internacionales. Así, dentro de los apartados de merchandising, webs, redes sociales e interacción con el entorno lingüístico se reúnen prácticas como el uso del domini.cat, la priorización del catalán en los espacios digitales o la apuesta por los softwares en catalán a los ordenadores de la empresa.
El documento hace énfasis en los nuevos espacios digitales en el apartado de webs y redes sociales. Según la normativa, las empresas no tienen una obligación legal específica de disponer del web en lengua catalana. A pesar de todo, la guía alienta las empresas a ofrecer las versiones en catalán de webs y publicaciones en redes sociales, dado que la normativa lingüística sí que establece que la atención en el cliente o las invitaciones a comprar sean también en esta lengua.
La guía también nos recuerda que colaborar con el objetivo undécimo de la ONU no pasa necesariamente por grandes cambios en la fisonomía o el funcionamiento de la marca o empresa. Pequeños detalles como por ejemplo optar por revistas en catalán en la sala de espera u ofrecer música ambiental en esta lengua también ayudan a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.