Ryanair perdió 815 millones de euros en 2020 de acuerdo con el cierre del año fiscal, el marzo pasado, como consecuencia de la crisis de la covid-19, que causó un descenso en el número de pasajeros del 81%, hasta los 27,5 millones. La caída de la actividad también se tradujo en un descenso de los ingresos, que pasó de los cerca de 8.500 millones de euros a los 1.640 millones (-81 %).
En un comunicado, Ryanair ha definido el año pasado cómo "el más desafiante" de su historia después de las medidas restrictivas impuestas por los gobiernos por contener los contagios de la covid. La compañía recuerda que a pesar de que el tráfico se recuperó parcialmente en verano, la segunda y tercera oleada causó una "enorme incertidumbre" a la aerolínea y a los pasajeros.
Sin embargo, la aerolínea dibuja un escenario más optimista de cara a los próximos meses y sobre todo para las cuentas de este año con el buen ritmo de vacunación y la próxima entrega de 210 nuevos aparatos Boeing 737. Con la vacunación, la compañía espera que se recuperen los vuelos por dentro Europa de cara este verano y que sirva para incrementar el turismo y que la recuperación vaya a más a partir de septiembre, si la mayoría de la población europea ya está inmunizada, según ha explicado el consejero delegado de la compañía, Michael O'Leary, en un vídeo de presentación de los resultados.
O'Leary también ha señalado que las previsiones de la compañía apuntan que transportarán entre 80 millones y 120 millones de pasajeros a lo largo de este año. Además, la compañía calcula que los costes de cada vuelo se reducirán con los nuevos aviones, puesto que consumirán menos fuel y tendrán más capacidad. Ya de cara en verano de 2022, Ryanair espera poder volver a los beneficios previos a la pandemia con el pleno funcionamiento e nuevas bases a Billund, Ría, Zadar y Zagreb.