Ryanair ha actualizado la programación de este invierno, con una reducción "notable" de los vuelos a gran parte de Europa Central, Reino Unido, Irlanda, Austria, Bélgica y Portugal. La compañía ha disminuido su capacidad del 60% al 40% en comparación con el año anterior por las restricciones impuestas por los gobiernos europeos. Las nuevas medidas han provocado una "ligera" disminución de las reservas en octubre y una caída "significativa" en noviembre y diciembre. La empresa espera mantener hasta el 65% de la redde rutas de invierno, pero con frecuencias reducidas, y ha anunciado "importantes recortes" a las bases de Bélgica, Alemania, España, Portugal y Viena, además del cierre durante el invierno de las bases de Cork, Shannon y Toulouse.
La compañía ya redujo la capacidad operativa de un 50% a un 40% en octubre por el "daño" causado por los "continuos cambios en las restricciones y las políticas de viaje de los gobiernos de la Unión Europea". Ahora, la empresa mantendrá esta reducción en la temporada de invierno, entre los meses de noviembre y marzo. Con todo, espera que el tráfico de todo el año fiscal se reduzca a unos 38 millones de pasajeros, una previsión que podría ser modificada a la baja si se imponen nuevas restricciones.
"A pesar de que lamentamos profundamente estos recortes en la programación de invierno, nos hemos visto obligados a llevarlas a cabo por la mala gestión gubernamental de los servicios aéreos", ha asegurado el consejero delegado del Grupo Ryanair, Michael O'Leary, en un comunicado.
"Es inevitable, dada la escala de estos recortes, que este invierno implementemos más políticas de vacaciones no remuneradas y jornadas compartidas en aquellas bases en las cuales hemos acordado una reducción de la jornada laboral y la remuneración, una medida que creemos que será mejor a corto plazo en vez de pérdidas masivas de puestos de trabajo", ha añadido.