Justo antes de la Junta General de Accionistas de este jueves, la más importante de su historia, el Banc Sabadell ha insistido en que no habrá OPA del BBVA. En este caso, ha sido por partida doble: "La operación hace tiempo que ha descarrilado", ha asegurado César González-Bueno, consejero delegado del banco. Unas palabras que ya pronunció hace seis meses y que ha repetido en un encuentro con periodistas en el Círculo Ecuestre. Allí, también ha lamentado las filtraciones de la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), las cuales apuntan a unas condiciones que el dirigente ha calificado de "insuficientes". A la cita le ha acompañado el presidente de la entidad vallesana, Josep Oliu, quien se ha expresado en términos muy similares: "La operación no se entiende si no es por una fusión".
No es tan habitual que Oliu hable en público, pero sí que lo haga con contundencia. "Quien piense que esta OPA tiene las mismas sinergias con fusión o sin, debe ser muy inteligente", ha ironizado. Sarcasmo a un lado, el presidente del Sabadell ha subrayado que hay un riesgo "muy importante" de sinergias negativas de ingresos, "lo que en román paladino quiere decir pérdida de clientes". Como ejemplo, ha citado la adquisición de Banco Popular por parte del Banco Santander en 2017, la cual generó grandes fugas de clientes. "No es bueno para España, no es bueno para las pymes y no es bueno para los accionistas. La operación no tiene sentido", ha concluido un González-Bueno que ha ido más allá y ha explicado que "incluso el BBVA duda del éxito de la fusión".
En todo momento, los dos dirigentes han complementado sus respuestas y han combinado la rotundidad de sus declaraciones con un tono distendido. Aunque el consejero delegado se ha reivindicado como más "fusible", ha sido Oliu quien ha dejado más titulares. El presidente ha descartado tanto que el BBVA desista de la operación como que mejore su oferta. Hasta ahora, algunos expertos de bolsa habían apostado por un incremento in extremis de la propuesta inicial, la cual presenta una prima negativa desde mediados de enero.
Oliu: "El principal proyecto del Sabadell es invertir en el bienestar de las pymes españolas y catalanas. No tenemos ninguna intención de competir con bancos americanos ni europeos"
Oliu, sin embargo, ha recomendado al presidente del BBVA, Carlos Torres, que "tenga mucho cuidado", porque si el mercado reacciona negativamente a una mejora de la oferta, podría bajar la cotización del banco vasco. "De esta manera, lo que le daba al accionista del Sabadell por un lado, lo perdería por el otro". De hecho, ha revelado que el mismo Torres ya previó la posibilidad en una carta que le remitió hace un año.
Esto no es lo único que le chirría. También la diferencia entre un modelo y el otro. Oliu ha calificado al Sabadell como un "proyecto nacional", mientras que ha destacado el grueso de negocio que el BBVA tiene en México y Turquía, entre otros. Desde su punto de vista, todo ello muestra una diferencia geoestratégica que el accionista deberá tener en cuenta. "El principal proyecto del Sabadell es invertir en el bienestar de las pymes españolas y catalanas. No tenemos ninguna intención de competir con bancos americanos ni europeos", ha resaltado, en referencia a la concentración bancaria que defiende la entidad vasca. En este sentido, ha apelado al vínculo que existe entre el banco vallesano y muchas de las grandes compañías del territorio, las cuales "fueron fundadas con dinero del Sabadell cuando nadie daba ni un céntimo".
El gobierno central y los accionistas, a la espera del informe de Competencia
La previsión inicial de la deliberación de la CNMC apuntaba hacia finales de febrero o principios de marzo. A 11 días de finalizar el tercer mes del año, solo se conocen filtraciones. Ahora bien, si hay algo que une a BBVA y Sabadell en todo este proceso es el plazo estimado del período de aceptación de la OPA. Oliu ha bromeado y ha predicho que será "en julio o en septiembre, como los exámenes", pero no ha concretado ninguna fecha. Y es lógico, porque la operación está ahora mismo en manos ajenas y todo indica que se extenderá a una tercera fase, en la que el gobierno español podrá endurecer las condiciones.
Oliu ha pedido claridad al ejecutivo estatal en lo que respecta a la fusión y ha destacado que la OPA podría "hacer daño" a Catalunya, la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia. Es decir, ha aludido a una cuestión de cohesión territorial, la principal preocupación del gobierno de Pedro Sánchez. Esta es una de las palancas que el Consejo de Ministros puede activar para imponer requisitos más exigentes, y en el Sabadell lo saben. "No somos un problema de seguridad nacional, pero quizás la fusión sí", ha insistido el presidente, con un toque de humor.
Con un panorama tan incierto, el Sabadell sí ha querido desmentir que ninguno de los grandes accionistas como Blackrock, Zurich o Vanguard hayan tomado aún una posición respecto a la OPA. Ahora bien, sí que han expuesto, sin citar ningún nombre, que "la mayoría de inversores institucionales no ven la operación". González-Bueno ha apuntado que "el banco no está caro" y que "incluso es barato", una visión que compartirían estos fondos y que ha frenado cualquier apoyo a la operación. En cualquier caso, se han remitido a la resolución de la CNMC y la tercera fase del gobierno español como momentos clave antes de que estos grupos decidan.
Un Sabadell "catalán" defiende a las 79 entidades excluidas
Ya hace casi dos meses desde que el banco decidió mover la sede social de Alicante a Sabadell y regresar a Catalunya. Durante la presentación de resultados, González-Bueno sostuvo que el "Banc Sabadell debía estar en Sabadell, igual que el BBVA en Bilbao o el Banco Santander en Santander". Oliu ha recitado esta frase y ha argumentado la decisión. "Cada año decía que no sabía cuáles eran las condiciones, pero que no se daban. Este año contesto lo mismo: no sé cuáles eran, pero sé que se daban", ha confesado. En realidad, Oliu ha agregado que "hace tiempo que se daban", pero no dio el paso hasta que "los astros estaban a favor".
González-Bueno cree que "no costaba tanto" que la CNMC se dirigiera a las entidades excluidas antes de implementar los remedios de la OPA y lamenta que no sea "la conducta más eficaz para defender la competencia"
Si bien el discurso sobre el regreso ha sido idéntico, sí que ha cambiado en otra cuestión: la de las 79 entidades excluidas por la CNMC en el proceso de alegaciones. El pasado 7 de febrero, González-Bueno se mostró comprensivo con la decisión por el gran volumen de instituciones que se querían personar. Desde entonces, Foment del Treball, UGT y Pimec, entre otros, han explorado la vía judicial para reclamar formar parte de la segunda fase y, hace unos días, la Audiencia Nacional aprobó los recursos de las dos primeras.
Con todo, el consejero delegado ha matizado su discurso y ha cargado contra la CNMC por no haberse dirigido a estas entidades a la hora de implementar los remedios de la OPA. "No costaba tanto. Si fuera así, no nos parecería la conducta más eficaz para la defensa de la competencia en España", ha criticado.
La reunión ha sido un aperitivo de cara a la Junta General de Accionistas de este 20 de marzo, un día antes que la del BBVA. La cita volverá a la ciudad de Sabadell después del regreso de la entidad y generará una expectación máxima por la acogida de la OPA y por la aprobación de unos dividendos "apoteósicos e históricos". Por primera vez, el Banc Sabadell tendrá la oportunidad de medir sobre el terreno la temperatura de su accionariado. Preguntado por un titular, González-Bueno ha proclamado: "Creemos en un proyecto en solitario". Un lema que seguro se repetirá más de una vez este jueves en Fira Sabadell.