Los últimos meses de Holaluz son dignos de una serie de televisión. La comercializadora energética presidida por Carlota Pi, que hasta hace poco se consideraba uno de los casos de éxito made in Catalonia, ha presentado pérdidas de 26 millones de euros en 2023, mientras busca "a la desesperada" un refinanciamiento de 21 millones de euros y ha ejecutado un ERTE que ha dejado sin empleo a 200 trabajadores, el 30% de la plantilla. Aunque los líderes de la empresa pretenden trasladar "calma" al mercado, a los inversores y a los 218.000 clientes, también exponen en la junta de accionistas que cuentan con vías de financiamiento alternativas, desde inversores industriales y financieros hasta la negociación de un crédito con el Institut Català de Finances (ICF). Si durante las últimas semanas la figura de Pi "pendía de un hilo", como buen thriller ha habido un giro de guion: han despedido a los consejeros críticos y han emprendido acciones legales contra ellos.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? En dos artículos previos de VIA Empresa explicábamos detalladamente la historia "idílica" de Holaluz, en la que tres estudiantes de máster y posteriores fundadores de la compañía tenían claro que querían conquistar al cliente que "odiaba las compañías energéticas". Era 2010 cuando nació oficialmente Holaluz y en poco tiempo alcanzaron los 200.000 clientes. Además, poco antes de la pandemia de la covid-19, salieron a bolsa en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con el apoyo de 200 inversores. Con el paso de los años lograron tres rondas de financiación de la mano de Enisa, Axon Partners Group y Geroa Pentsionak, que detallaremos después. ¿Las claves del modelo de negocio de la entidad? Muy sencillo, se trata de una empresa centrada en la comercialización de electricidad y la instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo. Un planteamiento "ilusionante" que en los últimos meses ha visto como se le "complicaban todas las tramas".
Si parecía que la figura de Pino Carlota "colgaba de un hilo" durante las últimas semanas, como buen 'thriller' ha habido un giro de guion
Víctor Ruíz Ezpeleta, profesor de EAE Business School, explicaba hace unos meses en VIA Empresa que había dos motivos que habían llevado a Holaluz a esta compleja situación: habían efectuado inversiones elevadas en proyectos de instalación de parques fotovoltaicos (con poco retorno económico) y la bajada del precio de la luz durante los últimos meses había sido letal (incluso alcanzando cifras negativas, tal como relataba el catedrático Oriol Amat). Además, tampoco presentaron las cuentas anuales en el plazo que les correspondía y estuvieron suspendidos temporalmente del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), a falta de una redistribución de la deuda y que aclararan todas las dudas financieras que se planteaban.
¿Quién es quién entre los accionistas? Una junta de ratificación y "tensión"
Holaluz aprobó en la junta de accionistas celebrada el 28 de junio de 2024 apartar de su consejo de administración a Axon Capital, representada por Alfonso Juan de León, y Jordan Sáenz, de Geroa Pentsioak, por haberse negado a firmar las cuentas de 2023 y del informe de gestión. Además, el consejo aprobó emprender una acción de responsabilidad contra ellos por los daños patrimoniales que podían haber surgido de su postura. Para la empresa, sus votaciones contra las cuentas de la empresa, auditadas por EY, se dieron "sin ningún fundamento".
Axon Capital suma un 16,8% del capital de Holaluz, mientras que Geroa tiene un 6,68%, según datos comunicados al BME Growth a principios de este año. Los accionistas mayoritarios de Holaluz son sus tres fundadores, Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila, que controlan, cada uno, un 14,6%. En la junta de accionistas, también se aprobaron las cuentas y el informe de gestión y se ratificó el nombramiento de Elena Gómez del Pozuelo y Eduardo Soler Vila como consejeros independientes, tal como detallamos hace unos días.
Los accionistas mayoritarios de Holaluz son sus tres fundadores, Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila, que controlan, cada uno, un 14,6%
Fundada en 2006, Axon Capital se define como una empresa global centrada en la tecnología y la innovación con un enfoque que abarca dos ámbitos: la inversión y la consultoría. La empresa cuenta con unos 90 profesionales repartidos por Europa, América y el Oriente Medio y el Norte de África, y cotiza en la Bolsa de Madrid desde hace un par de años. Con un ticket mínimo de inversión por proyecto de dos millones de euros y un ticket máximo de 15 millones de euros, Axon invierte sobre todo en los sectores de biotecnología y ciencias de la vida, energía, servicios financieros, TIC, inteligencia artificial (IA), ciberseguridad y ámbito digital.
De entre las empresas participadas, Axon Partners mantiene participaciones en Finizens, una gestora de patrimonios que ofrece la inversión en fondos indexados mediante la aplicación de algoritmos, y ByHours, una startup de reserva de hoteles por horas. Por otro lado, de las inversiones realizadas en empresas emergentes durante los últimos años, destaca la entrada de Axon al capital de Dogfy, una empresa de comida para perros; Qonto, una fintech que se centra en ofrecer servicios a empresarios, especialmente a pymes y autónomos; y la empresa de IA Trigo, especializada en el análisis de datos.
Aparte de Holaluz, Axon Partners ha invertido en Finizens, ByHours, Dogfy, Qonto o IA Trigo
Por otra parte, Geroa Pentsioak es un fondo de pensiones de referencia en el conjunto del País Vasco que gestiona 2.600 millones de euros. Es decir, complementan mensualmente las pensiones de los jubilados y de gran parte de los vascos desde 1996, que fue cuando nacieron. Actualmente, tiene el 6,68% de capital de Holaluz, pero en Geroa, por ahora, también tienen otros frentes abiertos. El más relevante tiene que ver con una disconformidad creciente por parte de algunos de sus socios en cuanto a la manera de acceder a recoger el dinero ahorrado durante años (lo que en el argot se conoce como rescatar).
2024: ¿el punto de inflexión?
Después de unas pérdidas de 26 millones en 2023, lastrada por la caída del negocio de autoconsumo, la compañía destaca la "clara recuperación del negocio" tras haber cerrado el primer trimestre de 2024 con un resultado de explotación (ebitda normalizado) de 3,1 millones de euros, frente a los 14,9 millones negativos del mismo período del año anterior.
También han destacado que han reducido la deuda financiera neta en 8,2 millones de euros, al pasar de los 65,4 millones que debía al cierre de 2023 hasta los 57,2 millones al cierre de abril, y que la facturación recurrente mensual hasta la fecha oscila entre los 15 y los 20 millones de euros. También han detallado que en mayo y junio han recibido un total de 8,1 millones en financiación.
Entre la incertidumbre de las vías judiciales
Por lo que se ha podido saber durante este fin de semana, no estaba en el orden del día de la junta de accionistas presentar una acción de responsabilidad contra los fondos Axon Capital y Geroa Pensionak. Aunque la vía judicial puede ser "imprevisible", los socios contrarios a la gestión actual de Holaluz no se quedarán de "brazos cruzados" y están estudiando las correspondientes acciones legales para defender sus intereses.
Las acciones de Holaluz en el mercado bursátil se han desplomado más de un 56% este 2024
Para quienes lo desconozcan, la acción social de responsabilidad, en el marco de la Ley de Sociedades de Capital, es un mecanismo que tienen la misma empresa, los socios y los acreedores para exigir por la vía judicial que se repare cualquier daño que entiendan que se haya podido producir a la misma entidad.
Finalmente, la bolsa se mantiene a la expectativa de los próximos pasos de Holaluz. Desde que comenzó el 2024, las acciones de la compañía se han desplomado más de un 56%, mientras que la capitalización bursátil apenas supera la cota de los 30 millones de euros; una cifra muy alejada de los 144 millones de euros que presentaba hace solo un año y medio.