Jaume Saltó llevaba diez años trabajando en una empresa de informática cuando decidió emprender un proyecto por su cuenta y abrió una tienda de electrodomésticos a Torregrossa, un pueblecito de 2.200 habitantes de Lleida. Fue el 1994 y, con los años, fue incorporando servicios de informática al negocio. Menos de veinte años después, Saltó Grup es una compañía que ha llegado a diseñar robots autónomos que cuidan de personas mayores y que viven solas. Una referencia en su sector.
Los inicios en Torregrossa
La transformación de una tienda de electrodomésticos a una empresa puntera en tecnología es radical. Jaume Saltó ironiza sobre los inicios, recordando los orígenes de gigantes cómo Facebook: "Empecé en los bajos de mi casa, el famoso garaje, que convertí en una tienda". Después de unos años trabajando para otros, tenía ganas de impulsar un negocio propio y optó por los electrodomésticos y un pequeño pueblo catalán.
Bien pronto, gracias a sus conocimientos informáticos y contactos que ya tenía, se fue adentrando en el mundo de la informática. Eran unos años, mediados de los 90, donde no era un sector tan explotado y expandido cómo hoy en día. Pero ya iba a más: "Cómo que el mundo de la informática crecía mucho, cada vez tenía más importancia por el negocio".
De Lleida al Hospitalet y Tenerife
Así, empezaron a llegar clientes de Lleida, después Girona, Tarragona, Barcelona y todo Catalunya. Entidades bancarias, administraciones públicas y empresas nacionales y estatales eran algunos de los sectores con quienes más trabajaba. Ahora, tienen sedes en Lleida, el Hospitalet, Tarragona, Valencia, Alicante, Tenerife y Madrid. Además, tienen técnicos repartidos por todas las provincias. Esta red les permite dar respuesta a clientes implantados en todo el territorio.
Un momento importante fue en los 2000, cuando hay la explosión de la liberalización de la banda ancha y la televisión por cable. Un cliente les ofreció encargarse de la instalación de la última milla a particulares y se extendieron por toda Catalunya, empezando con un pequeño local de 12 metros cuadrados en el Hospitalet.
La revolución de Saltó
Hasta aquí, la historia de Saltó Grup podría ser similar a muchas empresas de servicios informáticos, que aparecieron en los inicios del sector y gracias al buen trabajo se han ido expandiendo. Pero la suya no es una historia normal. Era el 2012 y la compañía crecía mucho, tenía muchos técnicos repartidos por el territorio y muchos clientes.
Jaume Saltó: "Si nosotros teníamos esta necesidad, empresas de nuestro tamaño también la tendrían"
"Pensamos en cómo nos podíamos digitalizar nosotros y nuestros procesos, para tener toda la información de nuestros técnicos y clientes y ser más eficientes en la gestión y procesos internos", explica Jaume Saltó. Y buscaron soluciones en el mercado, sin encontrar nada que les encajara. Y decidieron crear una división de desarrollo para crear su propia herramienta, ya con la vista a poderlo comercializar: "Si nosotros teníamos esta necesidad, empresas de nuestro tamaño también la tendrían. Una plataforma pensada para empresas de servicios, con gente con movilidad".
En aquel momento, recuerda el fundador, se hablaba poco de digitalización de procesos en Catalunya. Y nació la plataforma SOM por la digitalización de los procesos internos y gestión de compañías de servicios. Gracias a esta experiencia, saltaron en el mundo del desarrollo de aplicaciones, haciendo trabajos directamente para clientes. Y, más adelante, incorporando el internet de las cosas y la inteligencia artificial para poder hacer mantenimientos y entrar al ámbito industrial.
Actualmente, SOM tiene diferentes plataformas por el mundo rural, la logística, las ciudades inteligentes, la industria o el delivery.
El momento de los robots
Pero Saltó no se quedó aquí. Cómo ya pasó en sus inicios con la informática, una de sus caracterísiques siempre ha sido la innovación y avanzarse al futuro. "Cómo que teníamos una plataforma para gestionar personas, pensamos que podríamos hacer el mismo con robots", explica. Y así entraron al mundo de la robótica hace cinco años, con una herramienta para gestionar aparatos por el ámbito sociosanitario.
Y una de sus grandes apuestas son unos robots que tienen cura de personas grandes y que viven suelas. Un robot de un metro de altura, que se mueve solo por la casa e interactúa con las personas. Por ejemplo, pueden hacer recordatorios de las medicinas que tienen que tomar, repasar los horarios y la agenda, controlar la temperatura del hogar, el gas... "Monitoritzar las personas grandes que viven suelas"; resume Saltó. También mantener pequeñas convereses.
Saltó: "La tecnología tiene que estar al servicio de las personas"
"El grado de satisfacción de los usuarios es altísimo. Incluso han mejorado su estado anímico y algunos explican que no se sienten solo", destaca Saltó. Cómo se los ocurrió adentrarse en esta área? Lo explica él mismo: "Por experiencia propia con el mundo social, y sanitario, vimos que no tiene casi tecnología. El más avanzado es el botón de emergencia. Era un sector que está todo para hacer y fue nuestra apuesta. Aportar nuestra expertesa en el mundo social y como responsabilidad social corporativa de laempresa . "La tecnología tiene que estar al servicio de las personas", enfatiza Saltó.
Más allá de la respuesta de los usuarios, también han encontrado buena acogida entre empresas y administraciones, que lo ven cómo una teleassistència avance para tener cura de personas vulnerables que viven suelas. "En esta ultima edición del Mobile World Congress hemos tenido un alud de peticiones", destaca.
Ahora está en marcha una segunda prueba piloto a ciento personas a través del Ayuntamiento de Barcelona. Y también ganaron un premio internacional con cincuenta proyectos de países de todo el mundo. El siguiente paso son los robots por el ámbito de residencias de gente mayor o centros sanitarios, capaces de hacer algunos análisis cómo de temperatura, presión arterial, pulsaciones... Ya tienen previsto llevarlos al norte de Europa.
El compromiso de Saltó
Esta es una prueba más del carácter innovador de Saltó: "El crecimiento siempre ha sido ver necesidades e irlas cubriendo. Por eso hemos llegado dónde estamos. Tenemos un laboratorio de ideas y un equipo muy creativo". Por eso, también asesoran otras empresas en cuestiones de innovación y hacen procesos de mentoratge por jóvenes emprendedores que quieren salir adelante sus proyectos.
Esto ha conseguido el equipo de Saltó Grup en solo veinte años de abrir una pequeña tienda de electrodomésticos en un pueblo de 2.200 habitantes de Lleida. "Cuando empezamos no pensaba llegar hasta aquí", reconoce Saltó, que destaca con orgullo que ya son un referente europeo en la robótica del ámbito sociosanitario.