Llevar una vida saludable e ir al gimnasio o comer productos de calidad y ecológicos empieza a dejar de ser una moda para implementarse en muchas de las rutinas de las personas. Ya no hay que ser un gran entusiasmado de las barras y las pesas para ir al gimnasio y recordar que cuidar el cuerpo es igual o más importante que cuidar la mente. Aún así, los suplementos de proteínas todavía hoy en día son un producto muy dirigido a aquellos deportistas que se pasan horas en el gimnasio y no tanto para la población que disfruta de una vida saludable sin tanta presión. Scoop es una startup que nace de la necesidad de adaptar estas proteínas, ya no solo para hacerlas más atractivas para el consumo de los deportistas casuales, sino también más cómodas para trasladarlas a cualquier espacio.
"Yo y mi socia nos consideramos deportistas ocasionales y vimos que en el mercado no había nada para nosotros", explica Alex Gil, cofundador de la empresa. Él, junto con Philippa Morris, vieron que dentro del mercado de las proteínas había ciertos problemas, como por ejemplo el tamaño de los recipientes, la incomodidad de preparar las bebidas e incluso el aburrimiento que podía llegar a suponer no poder cambiar de sabores hasta que no se acabara el bote: "Cuando pusimos en común nuestros problemas vimos que era una opinión extendida, pero a la vez una incomodidad silenciada", recuerda Gil.
Precisamente de esta necesidad de innovación nació Scoop, un prototipo dispensador de cápsulas de proteínas monodosis, fácil de utilizar y más llevable: "Lo que puede parecer una simple botella o recipiente es en realidad un mezclador perfecto, portátil y para poder preparar en tres sencillos pasos", describe el cofundador. Su prototipo cuenta con un compartimento donde se insertan las cápsulas de proteínas que la misma empresa diseña. Una vez se obtiene el recipiente, el usuario puede decidir si usarlo como una botella de agua normal o si quiere pulsar un botón y dejar que la cápsula vierta los suplementos proteicos dentro de la bebida.
Gil: "Lo que puede parecer una simple botella o recipiente es en realidad un mezclador perfecto, portátil y para poder preparar en tres sencillos pasos"
Este proyecto innovador tiene su campaña de crowfunding abierta y ya tiene negociaciones de preventas con algunos compradores que han creído en el proyecto. Además, recientemente participaron y fueron seleccionados para entrar en uno de los programas de aceleración de Barcelona Activa, cosa que puede ayudar -tal como explica Gil- "a la apertura de su segunda ronda de financiación", principalmente para conseguir aportar más trabajadores a la startup, que actualmente solo tiene los dos socios cofundadores. A pesar de estar cociéndose, la startup ya ha probado su prototipo con clientes reales y sus preventas han llegado hasta el 35% de su volumen, "lo que equivale a 10.000 euros", explica el cofundador. Con un modelo de suscripción, la empresa espera llegar a sus clientes de manera directa y proporcionarles las cantidades necesarias de proteínas en función de su ritmo de vida: "Queremos la comodidad del cliente y por eso un modelo de suscripción es lo que más nos encaja, puesto que se les llegaría el pedido a casa", describe Gil.
Sostenibilidad e innovación
En la era actual, cada vez más productos desechables acaban por ser de los menos utilizados por la población debido a su poco cuidado con el medio ambiente. Es por este motivo, que en Scoop han intentado dar un paso más allá para conseguir convertir sus cápsulas en algo sostenible: "Somos conscientes que innovar también implica adaptarnos al ecosistema y por eso nuestras cápsulas son 100% compostables", dice el cofundador. Aparte, tampoco han utilizado plástico en la creación y composición del producto, otra vez remarcando que la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente es importante.
Gil: "Una de las cosas más tediosas es tener que acabar un bote entero antes de cambiar de sabor, con Scoop cada día puedes tomarte algo diferente"
En cuanto a las mezclas y sabores de sus cápsulas, actualmente están trabajando con tres diferentes, totalmente naturales y certificados: "Nosotros utilizamos nuestras mezclas patentadas y nos aseguramos que sean totalmente naturales y se utilicen los productos adecuados", recuerda el cofundador de Scoop. En este sentido, la marca espera poder ampliar su oferta de sabores y así acercarse a nuevos clientes, sobre todo a aquellos que no quieren repetir constantemente el mismo sabor de sus bebidas: "Una de las cosas más tediosas es tener que acabar un bote entero antes de cambiar de sabor, con Scoop cada día puedes tomarte algo diferente", sonríe Gil.
Modernización de marcas existentes
La oportunidad de mercado para esta startup era clara, pero también hay que recordar que el mundo de las proteínas deportivas y los suplementos tiene infinidad de marcas preparadas que ya hace tiempo que luchan en este mercado. La apuesta de valor que quieren hacer desde Scoop es conseguir una marca más fresca e innovadora, puesto que tal como añade el cofundador de la compañía "muchas marcas ya existentes intentan innovar desde las redes sociales o cambiar un poco su imagen. Nosotros queremos crear un producto totalmente diferente".
Su público objetivo son principalmente los deportistas más causales o los llamados por el mismo fundador fitness lovers. Aquellas personas que llevan un estilo de vida saludable y van al gimnasio porque les gusta: "Nuestro target principal son ellos, pero tampoco cerramos puertas porque realmente queremos llegar a todo el mundo", añade Gil. Scoop ha probado ser una solución sencilla y sostenible para los deportistas que toman suplementos, pero también para todos aquellos que quieren adentrarse en el mundo de la salud y el deporte, porque tal como recuerda Alex Gil: "Lo más importante es que hemos creado nuestro producto para que sea bueno y en el mejor formato posible".