La marca catalana Seat, del grupo Volkswagen, finalizó el segundo trimestre del año con un beneficio operativo de 10 millones de euros, lo que supone dejar atrás los números rojos de 223 millones de euros contabilizados un año antes. Según las cuentas semestrales de su matriz Volkswagen, Seat registró unas pérdidas operativas de 26 millones de euros durante los 6 primeros meses del ejercicio actual, lo que representa una fuerte reducción del 90% en comparación con los 271 millones de euros que perdió entre enero y junio de 2020.
La empresa que preside Wayne Griffiths explicó que durante los seis primeros meses del año actual su negocio se vio afectado por la escasez global de semiconductores, lo que motivó que no pudiera cerrar el período con ganancias. En los 6 primeros meses del ejercicio actual, la multinacional española contabilizó unos ingresos de 5.656 millones de euros, un 50,8% de incremento respecto a la cifra de negocio de 3.749 millones de euros de dichos meses del año precedente.
En el semestre finalizado en junio, Seat comercializó en todo el mundo 280.700 vehículos, lo que se traduce en una subida interanual del 45,1%, gracias, principalmente, a las entregas de sus modelos híbridos enchufables y a la demanda de las marcas Seat y Cupra, que ha recuperado los niveles anteriores a la covid-19. Desde la firma de Martorell (Barcelona) destacaron que los volúmenes de venta superaron las cifras contabilizadas en 2019 en diferentes mercados como Italia, Francia, Suecia, Suiza, Dinamarca, Israel o Turquía.
La compañía señaló que está "haciendo todo lo posible" para cerrar el ejercicio actual con un resultado operativo, a pesar de la falta de stock de semiconductores, que está afectando al conjunto de la industria automovilística. "Confiamos que los modelos híbridos enchufables y los resultados de la marca Cupra contribuirán positivamente a los resultados del conjunto de 2021", afirmaron desde la compañía catalana.