El mercado náutico se ha estabilizado después de la pandemia. En los primeros ocho meses de este año, se matricularon 4.925 embarcaciones de ocio en todo el Estado, un 17% menos de las 5.943 del mismo periodo del año pasado, cuando se dispararon las ventas por el tirón del turismo náutico. Sin embargo, pese al retroceso registrado este año, las ventas son equiparables a las del 2019, antes de la pandemia.
Luis Conde, presidente del Salón Náutico de Barcelona, apunta que no se pueden tener en cuenta los resultados de los dos últimos años, el 2020 "por demasiado malo", debido a las restricciones de la pandemia, y el 2021 "por demasiado bueno", precisamente por la euforia posterior.
Conde subraya que la recuperación del sector se puede comprobar en la presente edición del Salón Náutico, que empieza este miércoles, con más de 700 embarcaciones expuestas, 186 de las cuales en el agua. Recuerda que los astilleros y empresas comercializadoras no asumirían el elevado coste del traslado a Barcelona de estas naves, por mar o camión, si no estuvieran convencidas de que les irán bien las ventas.
Carlos Sanlorenzo, secretario general de la Asociación Nacional de empresas Náuticas (ANEN), atribuye la caída del 17% en los primeros ocho meses de este año a la inflación y a los problemas de suministros de las empresas fabricantes. No obstante, insiste en la "estabilización" del mercado náutico, que ha vuelto a los registros de 2019.
Sanlorenzo precisa que la falta de suministros ha afectado especialmente a los "mercados de más rotación" como es el de las motos de agua y el de las embarcaciones de pequeña eslora. Las ventas de grandes esloras se han mantenido.
En el Salón Náutico de Barcelona, los interesados en una posible compra encontrarán todo tipo de esloras, con motores convencionales, eléctricos, híbridos o, incluso, veleros de grandes dimensiones. En esta edición participan las grandes firmas europeas y también las estatales como la gallega Rodman, la madrileña Touron, la menorquina Sesga y la barcelonesa D'Antonio Yachts, el astillero liderado por Marc De Antonio Altimira.
Fabricantes y propietarios de embarcaciones de ocio cargan contra el gobierno español para excluir este sector de la bonificación del combustible
Las empresas del sector náutico, así como los propietarios de las embarcaciones de ocio, critican que el gobierno de PedroSánchez los excluyera de las bonificaciones del combustible. Consideran que esto también perjudica los resultados del sector, no solo de los fabricantes y propietarios de embarcaciones, sino de las empresas turísticas y las dedicadas al alquiler con piloto o sin.
Sanlorenzo califica la medida de "desafortunada" y recalca que se aplicó en plena temporada turística, por lo que "frenó el turismo azul, nacional e internacional, uno de los sectores económicos con más capacidad de crecimiento".
"Si, como argumentaba el Gobierno, esta medida se aplicaba a un colectivo social privilegiado, cabe recordar que el mercado náutico a España lo conforman en más de un 80% embarcaciones de hasta ocho metros de eslora, pequeños barcos utilizados por familias de clase media para disfrutar de las vacaciones igual que se reserva un hotel o se alquila un apartamento de playa", afirma Sanlorenzo.
Propulsión eléctrica
El mercado de las embarcaciones de ocio eléctricas todavía es incipiente. Hay fabricantes que ofrecen modelos con motor eléctrico o híbrido, especialmente algunas marcas que han nacido en los últimos años centradas específicamente en sistemas de propulsión sostenible.
Sanlorenzo indica que "hay mercado" en este ámbito, pero que, como pasa con el sector de la automoción, "no hay una tendencia clara sobre cuáles van a ser las energías de propulsión en el sector del transporte en un futuro".
En esta edición del Salón Náutico se presentan las últimas novedades en innovación y sostenibilidad del sector. También se pueden encontrar startups disruptivas con soluciones para los navegantes, reunidas en el Innovation Dock, en el Muelle de la Fusta. Está organizado por Feria Barcelona en colaboración con ANEN.
Aprovechan el certamen para promocionar la Copa América, el campeonato mundial de vela que se disputará en Barcelona en 2024. Los organizadores del salón consideran que este acontecimiento será un revulsivo para el sector náutico deportivo y de ocio. En este sentido, Carlos Sanlorenzo recuerda que los dos campeonatos celebrados en Valencia permitieron que este ciudad, "por primera vez, se abriera al mar" gracias a la inversión que se realizó con la creación de la Marina. Añade que Barcelona ya poseía esta "cultura de mar" desde la celebración de los Juegos Olímpicos del 1992, pero que ahora es el momento que la ciudad "aproveche y optimice" la Copa América.