Seguramente en Catalunya hay pocas personas que no hayan jugado en el bingo en algún momento de su vida, ya sea en Navidad, en alguna quina del pueblo y, para los más sofisticados, la asistencia a los "bingos profesionales". Unos establecimientos que brillaban hace más de cuarenta años, con amplias plantillas y una facturación envidiable. Sin embargo, como toda moda, el sector ha tenido que reinventarse a lo largo de los años y luchar contra una legislación que consideran “dura” y con ciertos clichés “erróneos”. "El bingo no es exclusivamente para los más veteranos", confiesan fuentes del sector a VIA Empresa.
En una visita nocturna a una sala del grupo Rank Group ubicada en el Eixample de Barcelona, el establecimiento destaca por una instalación que combina un bingo enorme, una parte de apuestas deportivas, máquinas de juego, la ruleta electrónica, así como un lounge bar, con una carta de cócteles y un restaurante que ofrece almuerzos y cena. La sorpresa de la nueva normalidad después de la pandemia tiene que ver con lo siguiente: la presencia notoria de un público que va de 18 a 35 años. “Un 35% de nuestros visitantes son de jóvenes y es una cifra que desmiente muchos mitos en torno al bingo como la senioridad”, apunta Albert Zorrilla, managing director del grupo en España.
“Los bingos se han reinventado y buscan ofrecer actividades atractivas para diferentes públicos, desde la celebración del centenario de una abuela, actuaciones musicales, encuentros de grupos de amigos, citas románticas o personas que vienen solas para desconectar del día a día”, destaca el líder del grupo. “Existe el estereotipo que abrimos las 24 horas del día y no es verdad, ya que nos pueden encontrar a partir del mediodía”, añade Zorrilla.
Zorrilla (Rank Group): "Un 35% de nuestros visitantes son de jóvenes y es una cifra que desmiente muchos mitos en torno al bingo como el término senioridad"
Por lo que respecta al género predominante de este estilo de ocio, es paritario entre hombres y mujeres. Respecto al presupuesto, puede ser muy diferente, según cada poder adquisitivo. Por ejemplo, un cartón de bingo puede costar dos euros y las bebidas son asequibles.
¿Cómo se lucha contra la adicción al juego?
El experto se pone serio a la hora de abordar uno de los componentes vinculados al mundo de los bingos, como es la adicción al juego. “Nos lo tomamos muy en serio. Por ejemplo, cada vez que entra alguien en nuestras instalaciones debe enseñar su carnet de identidad y lo comprobamos en el fichero de prohibidos, es decir, para conocer si tiene la entrada prohibida en un salón o si él mismo ha hecho conocedor del problema de adicciones en la Generalitat”. En caso de aparecer en el archivo, la entrada será denegada de inmediato.
En Catalunya hay 126 salones de juego para siete millones de personas y un total de 60 bingos, que deben estar a más de un kilómetro de distancia entre ellos
Desde la Direcció General de Tributos y Juego, que pertenece al departament d'Economia de la Generalitat de Catalunya, apuntan que “cuando se juega a juegos de azar de forma moderada y saludable, esta actividad es una forma de ocio". "Está dentro de las pautas de juego responsable. Pero si se practica esta actividad de forma inmoderada y sin límites, el juego puede convertirse en una adicción y puede comportar graves problemas en la vida personal, familiar y social". Por este motivo, las personas que sufren adicción al juego o que consideran que están en riesgo de sufrirla pueden pedir, de forma voluntaria, que se les prohíba el acceso a salones de juego, casinos y bingos, en el fichero anteriormente mencionado.
“Si alguien lleva muchas horas delante de una pantalla o en una actividad, se le invita a hacer una pausa”, destaca Zorrilla. "En estas instalaciones tenemos más de 75 trabajadores, entre cocineros, personal de sala, de limpieza y directores, y algunos de ellos formados para detectar posibles problemas de salud y de adicciones", continúa el empresario.
La regulación más exigente de España
Otro aspecto interesante es la exigente regulación del sector, que tiene muy limitadas las plataformas o canales de comunicación. En cambio, sí tiene perfil en Google My Business donde los usuarios comparten su experiencia o fotografías. “De hecho, si algún día nos olvidáramos de descargar el fichero de prohibidos que se actualiza cada día por la Generalitat, podría llegar a caernos una multa. O también podría caernos el pelo si hubiera un menor de edad que entrara con un carnet de identidad falso”, destaca Zorrilla en VIA Empresa.
En estos momentos, Cataluña es la comunidad autónoma de España que más regulado tiene el sector del juego, en comparación con la Comunidad de Madrid, Andalucía o Murcia, que son más "liberalizadas". Es más, cada comunidad autónoma tiene potestad para decidir en este aspecto. Desde Rank Group sugieren que sería mejor si las diferentes comunidades fueran juntas en materia de juego responsable, porque por ejemplo "si alguien consta en Catalunya en la lista de prohibidos, puede ir a una sala de Madrid y no formar parte de ningún registro".
Zorrilla (Rank Group): "Si algún día nos olvidáramos de descargar el fichero de prohibidos que se actualiza cada día por la Generalitat, nos podría llegar a caer una multa"
En estos momentos en Catalunya hay 126 salones de juego para siete millones de personas y un total de 60 bingos, que deben estar a más de un kilómetro de distancia. De hecho, no están permitidas nuevas aberturas desde hace tiempo. En Madrid hay más de 600 salones de juego y se ha permitido aperturas en reiteradas ocasiones. También Andalucía con más de 880. Un sector ampliamente regularizado que atrae a nuevos públicos, mientras lucha por rehuir de los estereotipos y "demostrar la exigencia contra la ludopatía y adicciones al juego". No lo tiene fácil.