Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel; Salvador Illa, primer secretario del Partido de los Socialistas de Catalunya; la muñeca Barbie; Elon Musk, propietario de X (Twitter) y Tesla; el DJ y productor argentino Bizarrap; el futbolista Kylian Mbappé y el piloto Max Verstappen, actual campeón de la Fórmula 1, son algunas de las novedades que la empresa de caganers por excelencia, Caganer.com, ha elaborado para esta temporada 2023-2024. Situada en Torroella de Montgrí (Baix Empordà), cuenta con una trayectoria de 31 años y dispone de siete establecimientos repartidos entre Barcelona, Madrid y Platja d'Aro. Sergi Alós, miembro de la empresa familiar, señala a VIA Empresa que "el ritmo no para". "Cada mes es Navidad en caganers.com" para seducir a un público autóctono e internacional. Un pequeño spoiler: 100.000 personas se adentran en sus diminutas tiendas cada mes.
Aunque los caganers son figuras tradicionales desde el siglo XVIII, fue en 2008 cuando alcanzaron gran repercusión internacional con la victoria del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y la decisión de la compañía de crear más de 1.000 caganers del político estadounidense, que ocupó numerosas portadas de las principales cabeceras del mundo. Desde entonces, la tradición local del caganer ha llegado a todo el mundo y desde la empresa apuntan que "ya no es necesario hacer tanta pedagogía para explicar el origen y la finalidad de la tradición", ya que a menudo es una "parada obligatoria" en los tours barceloneses.
Caganer.com dispone de siete tiendas, 70 trabajadores y espera facturar 2 millones de euros este año
Entre los compradores habituales de caganers.com destaca los autóctonos y sobre todo el americano que es el número 1, que está dispuesto a pagar de 14 hasta 21 euros por una pieza. Alòs apunta que los "temas escatológicos les hace mucha gracia a los estadounidenses”. Últimamente también les sorprende la visita de los coreanos o australianos que les piden si pueden hacerles figuras más personalizadas e incorporar su bandera en menos de la senyera. Un ritmo de facturación "envidiable" que combinan desde su portal online y con la presencia de las tiendas físicas, que esperan finalizar el 2023 con más de 2 millones de facturación.
La "maquinaria de oro" de los caganers
¿Cómo se diseñan las figuras? En primer lugar, la empresa Caganer.com, de la familia Alós-Pla, se mantiene fiel a esta tradición, y desde 1992 elabora artesanalmente varios caganers populares. Los hermanos Sergi y Marc Alós encabezan la segunda generación de la empresa familiar que inició su madre, Anna Maria Pla. Con el paso de los años han tenido que adaptarse al “buen ritmo”, ya que antes de la pandemia hacían alrededor de las 30.000 y 40.000, mientras que ahora ya alcanzan las 140.000 anuales. Su producción se lleva a cabo en una nave de Torroella de Montgrí y cuentan con la ayuda de los presos de Puig de les Basses, empezando con 10 trabajadores hace décadas hasta los 70 actuales. Una acción que ha ayudado a parte de los presos en el camino por la reinserción social que les permite unas “pautas de trabajo que giran en torno a la disciplina, orden y concentración”.
Para finalizar, de todo el catálogo, también están aquellos caganers que, por más que pasen los años, siguen encabezando las ventas. Entre aquellos que "tiran fuerte", explica Alós, se encuentran el expresidente Carles Puigdemont, Leo Messi (con la nueva camiseta de Miami) y personajes de ficción como Pikachu o los de la zaga de la Guerra de las Galaxias.
En caganer.com cuentan con la ayuda de los presos de Puig de les Basses, que les permite una mejor reinserción social
Entre las perspectivas de futuro, Alòs confiesa que "buscan consolidarse en Madrid" y piensan "ser valientes" y apostar por otras ciudades como Sevilla, Málaga, Bilbao y abrirse a nuevos horizontes. Explican que para crear un nuevo caganer tardan entre mes o mes y medio para finalizarlo. En estos momentos se han puesto las pilas para acabar con la figura del "nuevo presidente de Argentina", para incorporarle al catálogo de 600 piezas que deleitan a los amantes del humor y la escatología. Y parece que van por el buen camino.