El seguro es un producto que tiene un coste pero que da una tranquilidad a quién la subscribe y el actual contexto de la pandemia de la covid-19 ha puesto de manifiesto que han surgido nuevos riesgos de los que la industria no queda al margen. Se evidencia que, en cuanto la oferta aseguradora está en función de la propia demanda de la sociedad, habrá un antes y un después de la pandemia del coronavirus porque en el corto plazo variarán mucho las necesidades de empresas y autónomos en términos de movilidad, de seguridad, de comunicación...
"Fuentes de Caja de Ingenieros Vida y Pensiones constatan será recomendable actualizar el mapa de riesgos al cual se enfrenta cada empresa o autónomo"
Fuentes de Cajade Ingenieros Vida y Pensiones constatan que ante este cambio de escenario será recomendable actualizar el mapa de riesgos al cual se enfrenta cada empresa o autónomo, y ver las coberturas actuales de su cartera de seguros, para así determinar posibles ajustes.
La sensibilidad aseguradora está más presente en el mundo económico porque "todos sabemos que cada vez somos más vulnerables y ahora el coronavirus nos lo ha demostrado: un simple virus ha cambiado las reglas del juego de todo el mundo", explica Francesc Santasusana, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Barcelona, y añade que la propia inseguridad del mundo provoca que vayan surgiendo nuevas coberturas aseguradoras y que las empresas ante la posible pérdida de algo intenten automáticamente mutualitzar aquel posible riesgo y subscribir una póliza que lo cubra.
Por eso, Santasusana constata que en el ámbito industrial y de servicios la ciberseguridad y la seguridad en la movilidad de productos –también de personas con aspectos como las expatriaciones, los viajes al extranjero, los secuestros- serán las nuevas áreas en que habrá que mejorar la oferta aseguradora. Lo reafirman fuentes de Caja de Ingenieros que coinciden en decir que el ámbito digital y de seguridad tanto física como principalmente informática o nuevas necesidades en las coberturas por escenarios insospechados hace poco tiempo centrarán los nuevos productos.
Añaden desde la entidad que en cuanto a la protección personal, en el caso de autónomos, especialmente aquellos que coticen para la base mínima, se aconseja hacer un plan de previsión personalizado que dé cobertura tanto al ahorro para la jubilación, como a los riesgos personales a los que están expuestos durante su etapa como trabajadores en activo.
Santasusana: "Todos sabemos que cada vez somos más vulnerables y ahora el coronavirus nos lo ha demostrado: un simple virus ha cambiado las reglas de juego de todo el mundo"
De hecho, la pregunta que hay sobre las futuras decisiones empresariales es: habrá que incluir las pandemias como un riesgo a asegurar? A Caja de Ingenieros Vida y Pensiones entienden que, al tratarse de un riesgo extraordinario, se tendría que dar una solución en el ámbito del sector asegurador implicando también a instituciones públicas cómo, por ejemplo, haciendo intervenir en el Consorcio de Compensación de Seguros de manera similar a otros riesgos catastróficos actualmente cubiertos por este organismo.
Desde el Colegio de Mediadores de Seguros de Barcelona se explica que la expansión del teletrabajo a las empresas a raíz de la declaración del Estado de Alarma y la obligación de confinamiento ha puesto de manifiesto que las empresas tienen preocupaciones prioritarias como por ejemplo la ciberseguridad. "Muchas compañías han tenido que implementar el teletrabajo al conjunto de sus plantillas sin estar preparados telemáticamente y sin disponer de ninguna cobertura contra posibles ciberataques" y muchas de las redes usadas son domésticas, dice Francesc Santasusana.
La rendija de carencia de coberturas
La aparición de la pandemia de la covid-19 también ha dejado a la vista la rendija de carencia de coberturas por unos riesgos que, hasta ahora, nadie se había planteado como prioritarios y que quizás en un futuro sí lo serán. No obstante, Santasusana considera que queda mucho camino para recorrer para que la industria lo vea como una necesidad perentoria. Actualmente, por ejemplo, "sólo entre el 10% y el 15% de las empresas que operan en España tienen cobertura por lucro cesante –la pérdida de beneficios- y en caso de tenerlo asegura los riesgos más patrimoniales –maquinaria, naves-, por actos vandálicos y robos o por incendios y algunos por fenómenos meteorológicos". En cuanto a circunstancias atípicas, como un fenómeno meteorológico atípico, la cobertura corresponde al Consorcio de Compensación pero siempre paga en función de las condiciones de la propia póliza y el coronavirus evidentemente no estaba contemplado, por lo que ninguna empresa o autónomo ha podido reclamar por lucro cesante a raíz del Estado de Alarma.
"Sólo entre el 10% y el 15% de las empresas que operan en España tienen cobertura por lucro cesante –la pérdida de beneficios-"
Son muchas las industrias que, a estas alturas, si tenían pólizas subscritas están analizando sus coberturas derivadas de la interrupción del negocio, ya sea por cierres obligados, demoras en la recepción de productos o incluso, por la necesidad de incurrir en gastos no previstos y otros que analizan los posibles impagos de sus proveedores y la cobertura que se deriva de sus seguros de crédito, según recuerda Unespa.
En este sentido y teniendo en cuenta que las medidas de confinamiento han supuesto una reducción o paralización de la actividad, a la mutua Fiatc han detectado que muchos clientes consultan si pueden suspender, durante este periodo, la cobertura de sus seguros de forma que, o bien se les devuelve la prima correspondiente a la paralización o bien se alargue la cobertura del seguro, por este mismo periodo, una vez llegado el vencimiento. Este tipo de solicitud lo han detectado más vinculado a los seguros de daños a pesar de que también hay consultas referidas al seguro de salud. Desde esta mutualidad lo que se aconseja es que reflexionen sobre la conveniencia de mantener sus seguros aunque sea con una cobertura más reducida, puesto que la paralización de la actividad no lleva implícita la desaparición del riesgo. A título de ejemplo, una fábrica inactiva puede sufrir un robo o un incendio y una persona puede sufrir un accidente y precisar la atención médica urgente que, por supuesto, su seguro de salud sí le brindará.
Otro asunto sería la desaparición del riesgo como consecuencia del confinamiento. Serían los casos de un seguro de responsabilidad civil en que se da cobertura a la organización de una fiesta popular, ponen de ejemplo en Fiatc. La suspensión del acontecimiento supone la desaparición completa del riesgo y, en consecuencia, no tiene sentido mantener el seguro y si procedería dar de baja la póliza y devolver la prima en el supuesto de que ya hubiera sido satisfecha por el cliente.